En 2020, el informe SOFIA de La Organización de las Naciones unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reveló que un 34,2 % de las pesquerías del mundo se encontraban en un estado de explotación por encima de sus niveles de sostenibilidad. El documento también destacaba que numerosas poblaciones de peces en todo el mundo viven en un buen estado de abundancia debido a las mejoras en su control e inspección, o a una gestión más robusta basada en recomendaciones científicas. Aspectos positivos donde también es importante el trabajo de organizaciones internacionales como Marine Stewardship Council (MSC), que desde hace 25 años colabora con el sector para combatir la sobrepesca e incentivar las buenas prácticas sostenibles, respetuosas con el medio marino.
Actualmente, MSC es el único programa de certificación y ecoetiquetado de pesquerías de captura salvaje que cumple los requisitos de mejores prácticas establecidos tanto por la FAO como por ISEAL, la asociación mundial para estándares de sostenibilidad. En España, su famoso Sello Azul está presente en 682 productos de 192 marcas de pescado y marisco.
Evitar el colapso
Como explica a Innovaspain Laura Rodríguez, directora de MSC en España y Portugal, la organización nació con el objetivo inicial de poner fin a la sobrepesca en un momento en el que las flotas internacionales estaban en plena expansión. “Se pescaba sin límite. Muchos caladeros colapsaron. Sirvió para tomar conciencia de que ese modelo de pesca no podía continuar. Así nacieron iniciativas como el código de conducta de la FAO, que MSC ayudó a ‘aterrizar’ con un estándar integrado por varios indicadores medibles”.
Más de dos décadas después, la tecnología ha avanzado y los barcos han cambiado. “La innovación y la sostenibilidad ocupan un lugar prioritario en la mentalidad y en los planes del sector”, argumenta Rodríguez. La experta considera que siguen vigentes determinadas esencias que marcan el paso. “El mar y los océanos siempre han incitado al descubrimiento. Son una fuente inagotable de conocimiento y creatividad. Existe el anhelo de ir más allá de lo que ya sabemos, y no hablo sólo de las expediciones. En este punto el sector pesquero no tienen parangón”.
Vigilar la pesca
En MSC analizan el estado de las poblaciones que van a pescar las flotas. “Sabemos si aumentan o disminuyen, también mediante estudios de ADN, una técnica muy avanzada de reciente utilización”. Estudian además el impacto de las distintas artes de pesca, de las tradicionales a las más innovadoras.
“Por ejemplo, evaluamos cómo la pesca de atún interacciona con otras especies –tiburones, tortugas, aves-, cuántas sobreviven en esas capturas, cómo son liberadas. Existen mecanismos que identifican las especies que coexisten en cada pesca; unas serán declaradas y otras han de liberarse”. La organización vigila el cumplimiento de las legislaciones vigentes en torno a la pesca sostenible.
La experta indica que la recogida de datos a analizar en las embarcaciones puede llevarse a cabo por el patrón o por observadores externos a bordo. “Cada vez son más habituales los observadores electrónicos, cámaras que recopilan y analizan la información. Es un gran avance que en todo caso no sustituye la observación humana. Se trata de un complemento”.
La abundancia de las poblaciones varía mucho de unas regiones a otras. “En el Atlántico, la tónica general es buena, pero en el Mediterráneo ocurre todo lo contrario, sufre sobreexplotación”. Esto se debe a que existen zonas muy bien gestionadas y lugares donde la información escasea o su pujanza comercial es menos relevante.
Laura Rodríguez se detiene en algunos ejemplos en ambas direcciones. “Hemos vivido la recuperación del atún rojo del Estrecho, que se encontraba en una situación crítica. Tiburones, mantas y rayas atraviesan un momento delicado. En cuanto a los factores ambientales, el cambio climático no afecta a todos por igual. Parece que el pulpo o el calamar se adaptan mejor a este escenario”.
Consumo responsable
En España, uno de los principales consumidores de pescado del mundo, su inclusión en la dieta es una cuestión casi cultural, y ha crecido la conciencia de los beneficios que reporta a la salud. “Los ciudadanos se preocupan cada vez más por la sostenibilidad de los productos que comen. Leen las etiquetas con mayor atención y están bien informados”
Rodríguez señala que en MSC han detectado una tendencia con dos caras. “Sabemos que hay un grupo importante de personas que ha incrementado la ingesta de pescado por razones de salud. Por el contrario, cada vez son más los jóvenes que dejan de comerlo. No sabemos si es debido a la subida de los precios o si atiende a razones de compromiso con el medioambiente y el agotamiento de los océanos”.
En este sentido, la directiva lanza un mensaje: “Es posible llevar a cabo un consumo responsable de pescado. Desde el punto de vista nutricional y saludable su valor en enorme. Es una proteína que con una baja huella de carbono y escasa huella hídrica. Para seguir una dieta saludable, lo mejor es optar por la diversidad en lo que comemos, y el mar nos ofrece más de 2.000 especies. El Sello Azul es una vía rápida para identificar la calidad y la sostenibilidad de los productos, y un modo de premiar a los pescadores más comprometidos”.
Legislación y compromiso
A nivel legislativo, Europa establece el marco común, “y vamos un poco más despacio de lo previsto respecto a las metas marcadas; en algunas poblaciones incluso asistimos a un retroceso”. Aunque en España habría que implementar determinadas políticas “de manera más decidida”, Laura Rodríguez cree que existe buena voluntad. “La dirección es la adecuada. Acaba de ser aprobada la nueva Ley de Pesca Sostenible, que insiste en todas estas cuestiones”.
España ofrece datos “alentadores” según la responsable de MSC. La organización llegó a España hace 10 años. A día de hoy, un 30 % de las flotas están certificadas con su sello de pesca sostenible tas superar auditorías “muy exigentes” que integran 25 indicadores distintos. “Son especialmente emblemáticas las pesquerías de bacalao, bonito del norte, atún, anchoa… El conjunto, más de 500 barcos”. En el Mediterráneo trabajan codo con codo junto a las cofradías. Y si tenemos en cuenta que la mitad del pescado que comemos en España es importado, mantener el contacto con el origen de esta pesca es una necesidad.
Entre el 6 y el 12 de marzo, MSC ha desarrollado en España la campaña Mares Para Siempre. “Es importante llevar a cabo actividades educativas y de divulgación. Cada vez vivimos más desconectados del océano. Hay que transmitir la necesidad de preservar la salud de nuestras aguas y motivar a los futuros profesionales. El mar hay que cuidarlo más allá de las vacaciones. Es una fuente de biodiversidad, industria, conocimiento e innovación”.
Un acuerdo histórico
Tras muchos años de debate, la ONU ha llegado a un acuerdo para firmar un tratado que preserve la altamar (más allá de las 200 millas desde las costas) con el fin de proteger el 30% del océano en 2030. Un “hecho histórico” para la conservación de la biodiversidad que en MSC consideran “vital” para los océanos.
“Las negociaciones comenzaron en 2004. Ahora el tratado debe ratificarse por un mínimo de 60 países y después implementarse. Queda mucho trabajo por hacer y hay que darse prisa. Será cada país el que establezca como cumplir con los acuerdos. Se crearán unas conferencias, al estilo de la COP, donde dar seguimiento al tratado y a los avances de los estados. La pesca sostenible juega un papel importante en su implementación, ya que es capaz de medir el impacto que provoca en la biodiversidad, lidera buenas prácticas y genera conocimiento”.
Nota: todas las imágenes de este reportaje han sido facilitadas por MSC.