CANDELEDA (ÁVILA). Desde España a Austria, Hungría, Eslovenia o Polonia, participantes de la primera edición de la Academia para Mujeres en la Innovación Rural de Huawei hablan de las oportunidades de este proyecto pionero que busca empoderar a las mujeres de entornos rurales a través de unas jornadas de formación y liderazgo femenino en Candeleda, Ávila.
Este programa, que comenzó el pasado 23 de octubre, ha sido diseñado con el objetivo de capacitar a las mujeres con talento de las zonas rurales para llevar a cabo la transformación digital en las zonas menos comunicadas del viejo continente. Durante estos días, las participantes asisten a charlas y actividades cuya temática es el fomento de la empleabilidad y competitividad de las mujeres en áreas rurales a través de las nuevas tecnologías, para que sepan cómo conectar las regiones más inconexas y propiciar, a través de la infraestructura digital, un futuro sostenible.
Mujeres promesa de la innovación europea
“Me parece una oportunidad perfecta porque está enfocada al liderazgo femenino en el desarrollo del mundo y permite conectar con otras personas que te aportan experiencia”, comenta la irlandesa Megan O’Brien. Con tan solo 24 años, Megan es graduada en Economía por la University College Dublin, acaba de empezar un Máster en Retos Globales para la Sostenibilidad y se está especializando en proyectos de investigación de resiliencia en comunidades agricultoras.
“En este programa yo diría que espero dos cosas, por un lado, desarrollar esas habilidades a través del trabajo con mujeres de otros países y diferentes experiencias, aprender a comunicar mis ideas, porque no importa lo buenas que sean tus ideas o lo inteligente que seas si no sabes trasladar eso a la gente correcta en el momento oportuno; y por otro lado, aprender sobre financiación” explica la joven.
También se encuentra Daria Vudler, alcaldesa de un pequeño pueblo en Eslovenia de tan solo 2000 habitantes. “Mi región vive en gran parte de la producción agrícola y ganadera, tenemos muchas granjas, huertos, es una comunidad pequeña pero muy interconectada” apunta. Su objetivo, según ella misma comenta, es ir más allá y llevar conocimiento tecnológico que se pueda aplicar en su zona. “Estoy rodeada de mujeres muy inspiradoras, tenemos una vecina en el pueblo que se dedica a producir vino y el 80% lo exporta, es muy impresionante”. Daria conoció el programa gracias a una amiga y no se lo pensó dos veces, pues como explica, quiere ayudar a otras mujeres de su comunidad.
Unas jornadas que, como no podía ser de otra manera, también cuentan con presencia española, María Elena Alfaro García, licenciada en Empresariales, también tiene un máster en Gestión y Administración de empresas y otro en Turismo realizados en el Instituto de Empresa. Su formación concluye con un Doctorado en Marketing. Ha emprendido en distintos proyectos relacionados con la formación online y el Neuromarketing. Actualmente se dedica a hacer estudios sectoriales de banca, seguros de salud, distribución. “El mundo rural siempre me ha fascinado, creo que hay un hueco enorme en poder llevar las emociones a las compañías rurales para diferenciarlas y me fascina todo lo que tiene que ver con el mundo local”, asevera.
Ahora, Elena explica que está involucrada en el lanzamiento de una marca de experiencias sensoriales que tendrán lugar en una viña que acaba de adquirir. Por esta razón, considera que “es una experiencia única para compartir conocimiento con mujeres europeas en este entorno”.
Formación enfocada al liderazgo
Por su parte, Berta Herrero, directora de Igualdad, Diversidad e Inclusión de Huawei Europa y también Directora de la Academia, explica que el objetivo de este proyecto es “cerrar de forma definitiva la doble brecha que impide a las mujeres de las zonas rurales y despobladas convertirse en las líderes que nuestro mundo necesita”, con el fin de facilitar que la Europa rural se beneficie de las infinitas oportunidades que ofrece la digitalización.
Las escuelas europeas para el liderazgo femenino empezaron en realidad hace dos años. La primera fue en Lisboa y tuvo tanto éxito que decidieron hacer una segunda en Niza y después en Praga. El número de alumnas fue creciendo progresivamente y ya han dado formación a 84 alumnas, todas ellas con una beca completa proporcionada por Huawei. “Lo hacemos porque queremos que la gente que de otra manera no podría tener acceso a los mejores programas formativos lo tengan y puedan entrar en contacto con profesionales que de otra manera no conocerían”.
“En Praga nos dimos cuenta de que no estábamos llegando a toda la población, porque la mayoría son entre 18 y 25, la edad más efectiva para que las personas cambien perspectivas”, comenta Herrero en relación al perfil de estudiante que acogen. “Solo un 30% de las mujeres estudian carreras relacionadas con la tecnología. Acogemos estudiantes que vienen de carreras de letras para no dejarlas atrás, porque es necesario que se adapten a las necesidades tecnológicas venideras”.
Aunque también hay un alto porcentaje de mujeres de ciencias preparadas entre sus alumnas, Herrero ha querido resaltar que “Enseñamos a estas mujeres a adquirir nuevas competencias digitales y soft-skills como la presentación de proyectos o liderazgo”. Por este motivo, decidieron hacer una academia solo para mujeres rurales.
En esta edición vemos mujeres de hasta 49 años, todas ellas conectadas al entorno rural, ya sea porque viven en un pueblo, han estudiado algo relacionado con la agroalimentación o quieren emprender en una zona rural. “La formación que damos está muy orientada al liderazgo femenino; por ejemplo, si vienes de humanidades, a desarrollar habilidades tecnológicas que te permitan ser directora de ciberseguridad, que se puede viniendo de ciencias sociales y humanidades”.