Sevilla acogerá la sede de la Infraestructura Virtual Europea de Ciencia y Tecnología para la Biodiversidad e Investigación de los Ecosistemas, LifeWatch, enmarcada dentro de las iniciativas del Foro Estratégico Europeo sobre Infraestructuras Científicas (ESFRI). La e-infraestructura permitirá la conectividad de todas las bases de datos de biodiversidad y medio ambiente de los organismos europeos, con el fin de facilitar la información y poder elaborar simulaciones relacionadas con el cambio climático.
Actualmente existen estudios sobre el impacto que el aumento de la temperatura o de la presión ambiental puede tener sobre una determinada especie animal, vegetal, o incluso su efecto en el asma en las personas. Sin embargo, los datos necesarios se encuentran cada uno en bases de datos diferentes, lo que dificulta una investigación con datos interrelacionados, “no podemos saber cómo incide el aumento de las temperaturas y la bajada de las precipitaciones en las masas forestales de un determinado lugar”, señala a este medio Fernando Ballesteros, subdirector general de Relaciones Internacionales y con Europa de la Secretaria de Estado de I+D+i.
Según Ballesteros, el objetivo de LifeWatch es establecer una gran infraestructura virtual en la que se aglutine toda la información existente relacionada con la biodiversidad, y que esa “e-infraesetructura” pueda ser utilizada por investigadores, gestores medioambientales en los gobiernos y ciudadanos, “vamos a colaborar con todos los organismos dueños de las bases de datos, estableciendo la interoperabilidad entre ellas y ofreciendo unas herramientas virtuales que permitan hacer esos análisis”, añade. Estas herramientas se basan en el diseño de laboratorios virtuales de simulación que permitan estudiar el impacto del cambio global sobre la biodiversidad, ayudando a la toma de decisiones medioambientales.
En el proyecto participan como miembros fundadores, además de España, Bélgica, Eslovenia, Grecia, Holanda, Italia, Portugal y Rumanía, pero sobre todo serán tres los encargados de coordinar el proyecto: España liderará la infraestructura virtual y coordinará toda la base TIC, Holanda desarrollará los laboratorios virtuales e Italia se encargará de la web de acceso. Con un presupuesto inicial de 64 millones de euros, España, a través del Ministerio de Economía y Competitividad, ha aportado 7,5 millones de euros para la puesta en marcha del proyecto, y aportará un total de 23,5 en cinco años.