Guillermo de Haro, profesor de Economía y autor en diversos medios de comunicación, no veía en sus alumnos interés por la asignatura. Como él mismo afirma, enseñaba economía en carreras que no tenían nada que ver con esta ciencia, tales como Periodismo, Comunicación Audiovisual o Relaciones Públicas; para sus alumnos, no era muy divertido. Su solución: utilizar el humor como canal para llegar de una forma innovadora, divertida y fácil a los estudiantes.
“La mayoría pensaba que Economía era una asignatura muy difícil, creían que lo que les interesaba para su futuro eran otros temas que no tienen nada que ver con la economía y esperaban encontrarse muchas matemáticas y ecuaciones. Sin embargo, las clases consistían en actividades como traerme su receta de cómo preparar unos macarrones para discutirla con el resto de la clase y así entender entre todos la función de producción y los rendimientos crecientes”, explica. Según De Haro, la idea funcionó (“muy bien”), así que ha plasmado todos esos chistes, bromas y ejemplos en un cómic llamado Ligonomics.
Esta novela gráfica consta de dos partes: la primera tiene 16 capítulos de cuatro páginas cada uno, donde se tratan temas diversos, pero siempre relacionados con la economía; coste marginal, deuda externa, deuda nacional, o preguntas como “qué es la economía” comprenden la gran primera mitad del cómic. Por otro lado, la segunda parte contiene explicaciones sobre las ilustraciones anteriores, además de referencias bibliográficas “en el mismo tono y con el mismo enfoque”. En total, 96 páginas de diversión en blanco y negro.
Economistas, hackers, futbolistas (“la economía es un deporte donde juegan muchos contra muchos y siempre gana Alemania”, bromea), vacas, cervezas, Harry Potter o Megan Fox. A De Haro le sirve cualquier cosa para transmitir a los estudiantes todo su conocimiento. Su proyecto, financiado a través de crowfunding, termina dentro de once días. Entre abril y mayo, se comenzará a distribuir entre universidades y particulares un cómic que promete desvelar los secretos económicos del amor, la cerveza, y los macarrones.