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Liiffe, una app turística para conocer un nuevo destino a través de la vida de un autóctono

Algunas de las experiencias a las que pueden optar los huéspedes son vivir un fin de semana como un golfista en la Costa del Sol, un ambientólogo en Sevilla o un cantante bohemio de Jazz en Madrid
Liiffe

La aplicación Liiffe nace para que un viaje a una ciudad desconocida sea una oportunidad para descubrir los restaurantes más atractivos, los locales de moda, dónde comprar productos de calidad o qué lugares que frecuentan los autóctonos. Es para que los huéspedes disfruten de una experiencia guiada por los que más saben, los anfitriones, y para que puedan incluso ponerse en su piel a través de sus aficiones. Algunas de estas opciones son vivir como un golfista en la Costa del Sol, como un ambientólogo en Sevilla o como un cantante bohemio de Jazz en Madrid.

La idea surgió en un viaje de amigos a Los Ángeles en el que Esperanza Molina, CEO de Liiffe, se tuvo que enfrentar a una noche en la que no encontraba un buen plan. Al final, un amigo de un amigo que trabajaba allí les recomendó una fiesta. Y ahí empezó a fraguarse la idea. “Nace porque a los socios que formamos la empresa nos encanta viajar y siempre nos enfrentamos a las mismas preguntas: qué ver, qué hacer, dónde estar. Y las queremos responder sin caer en turistadas”, define. Para ella, las herramientas como los blogs suelen ser estáticas y estar desactualizadas: “A lo mejor está de moda salir por una zona y a los meses cambia”.

La aplicación da la opción de ser huésped o anfitrión, y si se elige lo primero aparecen tres modalidades: ​​‘Urban’ (ciudad), ‘Natura’ (campo) y ‘LiiffeStyle’ (una actividad concreta). “Si alguien selecciona la experiencia de ser un golfista en la Costa del Sol puede acceder a una breve descripción. Una vez llegue a su destino, podrá escanear un código QR creado por el anfitrión. Ahí aparecerá, por ejemplo, dónde suele a desayunar, qué le gusta pedirse, qué restaurante ir para ver el atardecer en la playa, o incluso puede concertarle una cita con los amigos que suelen acompañarle al club de golf”, enumera, y explica que, aunque no llegan a conocerse nunca porque el alojamiento es solo para el invitado, pueden seguir en contacto por chat.

Por su parte, el dueño del apartamento solo necesita la licencia de alquiler y cumplir la legalidad de la comunidad para registrarse. Al ser un servicio más personal también tienen la oportunidad de ganar entre un 30 y un 50 % más que en otras aplicaciones como Airbnb.

A la CEO de la empresa la idea le recuerda a películas como ‘The Holiday’, en la que Cameron Díaz y Kate Winslet hacen un intercambio de casas por unas vacaciones. Los usuarios de Liiffe pueden optar a lo mismo, pero durante un fin de semana. Por 95 euros pasarán unos días en el hogar y la rutina de otro, mientras esa persona disfruta de sus costumbres y su casa.

Por el momento, hay disponibles 20 experiencias, y otras están aún en revisión. Lanzaron la aplicación en temporada alta, en agosto, y había pocos hogares disponibles; así que ha sido este último septiembre cuando han percibido un mayor impulso. Trabajan en un acuerdo con la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR) para hacer una prueba con dos o tres ciudades principales. Y en noviembre harán una campaña para captar la atención de los viajeros con la colaboración de influencers con muchos seguidores. “De golpe entrarán cientos de usuarios”, asegura Molina.