En el último año, el Grupo Mascaró -que incluye las marcas Mascaró y Pretty Ballerinas- ha producido 420.000 pares de zapatos. Con 75 tiendas repartidas por todo el mundo y una sólida presencia en China, hoy exporta el 70 % de su facturación. Cuando en 1994 Lina Mascaró y su hermana Úrsula se incorporan al proyecto iniciado por su abuelo, las ventas en el exterior apenas rondaban el 5 %. “El momento decisivo para la compañía lo marca la internacionalización. Primero en Europa y después en el mercado asiático, donde la calidad de nuestros productos es muy apreciada”, explica a Innovaspain Lina Mascaró días después de recibir el Premio Mujer Empresaria CaixaBank 2020.
Tras finalizar sus estudios en Empresariales por la UIB de Palma de Mallorca, Lina Mascaró trabajó para distintas empresas en Londres y Madrid. “Mi padre -Jaime Mascaró- me convenció para volver a Menorca. Desde el primer día le di vueltas a salir al extranjero. Un día, en su despacho, le comenté que me había inscrito en una feria que se celebraría en Düsseldorf. “¿Ah sí?”, dijo. “Pues id”. Solo pensaba en que todo funcionara bien. Fueron realmente mis primeros pasos en la empresa”.
Empresa familiar
Décadas atrás, tanto ella como sus hermanas pasaban buena parte del verano trabajando en la fábrica de Mascaró, rodeadas de aquello con lo que crecieron. “En casa siempre había hormas y pieles. Los clientes entraban y salían. Si un proveedor venia a enseñarle un nuevo material a mi padre, se quedaba a comer. Y los representantes de ciudades como San Sebastián o Zaragoza pasaban semanas enteras en casa. Mi madre cocinaba para todos, convivíamos con ellos”, recuerda la empresaria.
Desde mediados de los 90, la marca ha ganado visibilidad de manera paulatina. “Resultó clave organizar una red de agentes para cada mercado y abrir un showroom propio en Madrid junto a 25 franquicias en países donde no teníamos mercado”. Al tiempo, la innovación y la tecnología entraron en la empresa para quedarse. “Reforzamos equipos y estamos en un proceso de digitalización de las áreas en las que aún no habíamos acometido esta transformación. Además, hemos lanzado una plataforma B2B para compensar la ausencia en ferias y que los clientes puedan acceder fácilmente a las colecciones”.
La pandemia
La empresa no es ajena a la pandemia, pero Lina Mascaró afronta el momento con optimismo y dedicación máxima. “Somos una empresa centenaria. Esta no es la primera ni la última crisis a la que nos enfrentamos. Como empresa familiar, estamos acostumbrados a luchar. Entre todos estamos acometiendo un gran esfuerzo y estamos seguros de que 2021 será un gran año para las empresas que, como nosotros, hayan hecho los deberes”.
En 2019, el Grupo Mascaró aprobó un nuevo plan estratégico. El COVID-19 ha paralizado algunos de sus puntos y acelerado otros. “Los planes de la empresa no son estáticos, sino que han de adaptarse a las circunstancias, y eso es lo que estamos haciendo. Estoy segura de que las compañías que durante este periodo hagan bien las cosas, con responsabilidad y sentido común, saldrán de la crisis más reforzadas y sanas. Como dice uno de nuestros clientes en Londres: We’ll win this battle!”
Mujer empresaria
Desde CaixaBank detallaron que premiaban a Lina Mascaró “por su destacada trayectoria profesional, su capacidad de innovación a la hora de crear nuevas marcas y nuevos modelos de negocio, por su visión estratégica para impulsar la internacionalización del Grupo, y por su liderazgo transformador”.
La directiva reconoce que aún hay mucho trecho por recorrer en cuestiones desigualdad de género. “Es necesario fomentar la flexibilidad y la conciliación familiar y seguir luchando para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres. Es una tarea en la que las mujeres empresarias jugamos un rol importante. Podemos y debemos fomentar y apoyar la inclusión de mujeres en compañías dando más visibilidad al liderazgo femenino, creando confianza e ilusión para que las mujeres se sientan valoradas”, concluye Lina Mascaró.