Carlos Belmonte (Albacete, 1943), fundador y primer director del Instituto de Neurociencias de Alicante, acaba de recibir Premio “Nature for mentoring in science”, que concede la prestigiosa revista Nature. Lo ha compartido con Margarita Salas, en la categoría "logros por toda una carrera". Carlos López Otín, biólogo molecular de la Universidad de Oviedo y Lluís Torner, físico y director fundador del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona, en compartido el galardón por sus logros en la mitad de su carrera.
El galardón reconoce la dedicación y esfuerzo en una tarea tan importante como la formación de jóvenes investigadores. En sus 50 años de dedicación a la ciencia, Carlos Belmonte ha hecho posible que los neurocientíficos españoles que venían detrás tuvieran mejores oportunidades que su “baqueteada generación”, señala de forma muy gráfica.
Ubicado en San Juan de Alicante, el Instituto de Neurociencias impulsado por Belmonte, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Miguel Hernández de Elche, es hoy un referente internacional de la neurociencia española y está acreditado como centro de Excelencia Severo Ochoa.
“Me gusta pensar que tal vez también les ofrecí un ejemplo personal de entusiasmo y curiosidad por el conocimiento científico, y que les transmití la necesidad de disciplina y trabajo duro y tenaz”, señala. Y entre las claves del éxito a la hora de ayudar a la formación de prestigiosos científicos, el profesor Belmonte destaca la de “ser generoso para obtener el respeto y el afecto de los pupilos”
Y añade que su aportación particular como mentor ha sido la de “demostrar ‘experimentalmente’ que hay personas excelentes en todo el mundo, capaces de convertirse en científicos sobresalientes, siempre que reciban el apoyo adecuado”
¿Cuál es el secreto de la excelencia que ha sabido transmitir y que ha situado al Instituto de Neurociencias de Alicante como un referente internacional?
Aunque el concepto de excelencia científica es discutible y se emplea a veces con arrogancia por algunos gestores de la Ciencia e investigadores, la trascendencia de ciertas preguntas científicas para producir avances significativos del conocimiento, es sin duda mayor para unas que para otras. Siempre digo a los jóvenes que hay muchas cuestiones científicas interesantes pero hay que tratar de elegir a las realmente importantes. Es la capacidad del investigador para ver más allá unida a su imaginación y tesón, lo que le permite aclarar incógnitas que nadie sabía antes cómo abordar. Por eso, lograr un centro de investigación puntero no tiene otro secreto que el de atraer a él al mayor número posible de científicos con ese perfil. La dificultad estriba en convencerlos y en poderles ofrecer las condiciones que demandan, pues tienen un alto nivel de exigencia con ellos y con los demás. Es importante también recordar que a su alrededor tiene que haber otros muchos, magníficos científicos, mas sosegados, que son igualmente necesarios. Es el esfuerzo conjunto lo que define la calidad final.
¿Por qué eligió la neurociencia como línea de investigación? ¿Y por qué se centró el estudio del dolor?
Toda mi generación ha tenido a Cajal como modelo. Yo estudié histología en segundo curso de Medicina con uno de sus discípulos mas brillantes, Fernando de Castro, en cuyo laboratorio estuve un año y me pasé luego a trabajar con Antonio Gallego, formado a su vez con Lorente de Nó, el otro gran continuador de Cajal en USA. No es, pues de extrañar que me atrajeran las neurociencias. Trabajé un año en Estados Unidos con el Nobel K. Hartline en el ojo de un invertebrado y llegué a la conclusión de que, como médico, me atraían mas los problemas del sistema nervioso mas relevantes para los humanos. Y el dolor es,sin duda uno de ellos.
¿Cuáles han sido los avances más destacables en el estudio del cerebro en la última década?
Han sido tantos que no es posible resumirlos. Baste decir que cada vez estamos mas cerca de entender como es y como funciona el cerebro desde el nivel molecular al integrativo, que sustenta nuestras funciones mentales mas sofisticadas
¿Qué papel juega el proyecto Brain de Estados Unidos y Human Brain de Europa en el avance del estudio del cerebro?
Los proyectos Brain, en USA, y Human Brain Project en Europa, que dedica aún más dinero al estudio del cerebro que el estadounidense, son la prueba de que entender sus funciones y sus alteraciones es el desafío mas relevante a que se enfrenta la Ciencia moderna. El progreso científico solo puede alcanzarse disponiendo de técnicas nuevas que permitan explorar lo que hasta ahora nos estaba vedado. Eso requiere mucha inteligencia, dinero y esfuerzo continuado y los programas que mencionaba persiguen ofrecer todas esas cosas.
¿Conseguiremos vencer a las enfermedades neurodegenerativas? En Parkinson se logran avances, pero no en Alzheimer no hay avances significativos…
No me gusta hacer profecías científicas. Las enfermedades neurodegenerativas tienen causas y mecanismos de evolución muy diferentes. Necesitamos entender mejor como es y funciona el cerebro normal antes de pretender repararlo en cada una de sus muy diversas patologías. Y estamos hablando de la máquina mas compleja que existe en el mundo natural. Dicho esto, soy optimista respecto a las posibilidades de avance en el futuro. Hace unas décadas se pensaba que nunca comprenderíamos como opera el cerebro humano. Hoy sabemos que eso es posible y yo confío en que mis nietos estén libres de muchas de las patologías que padecemos los humanos de hoy.
La neurogénesis en el cerebro humano adulto es controvertida y tiene dividida a la comunidad neurocientífica. Estudios con roedores indican que haciendo ejercicio aumenta el número de neuronas nuevas en el cerebro adulto. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Mi opinión es que esa cuestión aún no ha sido resuelta a nivel científico, y en ausencia de datos concluyentes no pueden hacerse afirmaciones tajantes. Los primeros resultados apuntan a que el ejercicio físico contribuye muy eficazmente a mantener las conexiones entre neuronas, que son muy plásticas. Es ese ‘cableado dinámico’ el que sustenta todas las funciones cerebrales.
Tenemos un porcentaje muy alto del genoma en común con nuestros parientes no humanos más próximos, como los chimpancés. Sin embargo, estamos a años luz de ellos. Ese 3% que nos diferencia, ¿en qué parte del cerebro se encuentra?
Yo no me veo a años luz de los chimpancés y, desde luego, tampoco lo aprecio en mis congéneres! En algunos casos, casi diría lo contrario. Pero, bromas aparte, hay efectivamente diferencias cualitativas importantes entre los primates más evolucionados y los seres humanos, como es el lenguaje. No hace mucho leí que una mutación en un gen hace un millón de años, que hizo más grandes y sólidas las conexiones neuronales llamadas sinapsis, fue un factor crítico para la emergencia de esas nuevas funciones.
Hay quienes sostienen que somos “títeres” de nuestras neuronas. ¿Hasta qué punto somos libres a la hora de tomar decisiones?
No somos títeres de nuestras neuronas, somos nuestras neuronas. Nuestros pensamientos, acciones, emociones son, en cada instante, el producto final de nuestras neuronas funcionando. La conciencia de lo que hacemos lo es también. La dualidad mente-cerebro no tiene base científica y consecuentemente, la psicología y la psiquiatría son parte integrante de las neurociencias, solo que han visto al cerebro normal o dañado, como una ‘caja negra’ y han estudiado sus funciones basándose en observaciones empíricas de la conducta humana. Lo que llamamos ‘libertad de elegir’ posiblemente es la explicación consciente que nuestro cerebro elabora para comprimir de modo sintético y útil, los elementos más señalados de una conducta que se construye, en gran medida a niveles no conscientes, con la información que continuamente nos bombardea y los recuerdos y emociones almacenados por experiencias previas.
¿Las pruebas de neuroimagen son una ventana a la “vida secreta” del cerebro”?
La neuroimagen es una técnica muy útil para asociar dinámicamente la activación de determinadas áreas cerebrales con actividades mentales, conductas, etc. Es una tecnología muy útil, pero todavía está muy lejos de la meta de comprender en detalle cómo funcionan los circuitos que sustentan esas actividades. Recuerde que tenemos 70.000 millones de neuronas, conectadas mil veces de media entre sí, y que las señales tipo ‘morse’ con las que se comunican las neuronas duran 1 milisegundo. En un segundo, el tráfico de información dentro del cerebro es, simplemente, abrumador. Pero confío en que algún día lo conseguiremos leer en tiempo real.
https://www.innovaspain.com/descubren-proceso-situa-corazon-la-izquierda/