Un total de 11 hoteles que operan en el Salar de Uyuni, uno de los más importantes atractivos turísticos de Bolivia, han adquirido una nueva cultura de trabajo, basada en el trabajo en equipo, que les ha permitido mejorar su competitividad, incrementar sus ingresos y lograr así mayor rentabilidad.
Este cambio ha sido posible gracias al Programa para la Mejora Continua de la Calidad y Productividad (PMCCP), una iniciativa de CAF que ha permitido optimizar la calidad de servicio de los hoteles Samay Huasi; Julia, Kory Huasi 1 y 2; Le Ciel, Marith; La Cabaña; Mana; Desierto Ojito de Perdiz; Tahua; y Hotel de Piedra San Pedro de Quemes; estos últimos de la red de ecoalbergues comunitarios Tayka. Uyuni es el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo, con una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados.
El objetivo del proyecto es fomentar una cultura organizacional basada en un estilo de dirección participativa, organización horizontal y trabajo en equipo, con un enfoque de mejora continua que se logra a través del compromiso de los trabajadores y la dirección de un comité específico. Todo esto se complementa con una red de consultores externos e internos formados en el mismo programa.
Al inicio del proyecto, ninguno de los hoteles contaba con indicadores de calidad y productividad, manual de funciones, procedimientos e instrumentos de trabajo, estructura salarial definida, ni política, valores, misión y visión de futuro. Tampoco medían la satisfacción de los clientes, ni el clima laboral. Además, carecían de sistemas de información interna y registro de reclamos, aspectos que, con la aplicación del programa, ya han sido incluidos.
Los cambios permitieron que el nivel de ocupación de estos hoteles aumentara en 18,2 por ciento, el número de huéspedes en 51,5 por ciento, los ingresos y utilidades en 19,3 por ciento, y el número de trabajadores en 5,7 por ciento, informan desde CAF. Además, la productividad laboral aumentó en un 12,8 por ciento, el salario promedio global en un 8,3 por ciento, el número de reclamos de huéspedes bajó en 80 por ciento y el precio promedio por habitación se incrementó en 79,3 por ciento.