En Estados Unidos, en el condado de Whitman (estado de Washington) al noroeste del país, un equipo de jubilados se dedica a una tarea poco común: hurgar en huertos olvidados para recuperar variedades de manzanas que se creían extinguidas.
David Benscoter, antiguo agente del FBI, y EJ Brandt, veterano de la Guerra de Vietnam, son los integrantes del proyecto llamado ‘Lost Apple Project’ (El proyecto de la manzana perdida) que arrancó en 2013. “Me enteré de que las manzanas perdidas se registraron en una feria de un condado cercano a principios de 1900, así que decidí ver si podía encontrar una”, cuenta Benscoter.
Desde entonces han encontrado 23 manzanas que se habían perdido. En abril descubrieron que las diez variedades de manzanas que encontraron en otoño de 2019, y se creían extinguidas, fueron plantadas por pioneros hace mucho tiempo.
De acuerdo Benscoter, este último hallazgo fue posible gracias al apoyo de Joanie Cooper y Shaun Shepherd, miembros de ‘The Temperate Orchard Conservancy’ (La conservación del huerto templado). Esta organización sin fines de lucro fue creada en 2012, para preservar y compartir la diversidad genética de los frutos de los árboles que pueden cultivarse en las zonas de clima templado de Estados Unidos, y otros países. Su colección de manzanos es hasta ahora la más grande de su tipo en el país y los árboles se encuentran en la granja Almaty en Molalla, en el estado de Oregon, al sur de Washington.
Las diez manzanas descubiertas se encontraban en huertos con 140 años de edad, escondidas en pequeños cañones y en bosques en las zonas rurales de Idaho y Washington.
Cada otoño, con la ayuda de viejos mapas, registros de ferias de condado, recortes de periódicos y libros de ventas de viveros (con información sobre qué agricultor compró qué manzano y cuándo), recorren cientos de kilómetros en un camión y a pie en busca de los antiguos manzanos.
Las variedades Shackleford y Kittageskee son las favoritas de Benscoter. La primera fue encontrada cerca de la ciudad de Spokane, en el estados de Washington, en 2017, y la otra cerca de Boise, la capital de Idaho, el mismo año.
Pero, ¿por qué se perdieron estas variedades de manzanas? “Es complicado”, responde Benscoter. Una razón fue el movimiento de la gente de las granjas rurales a los entornos urbanos. “Los manzanos y sus variedades fueron olvidados”, señala. Otra razón fue que los viveros comenzaron a tener menos variedades, ya que la gente no quería comprar árboles que no habían probado antes, según él.
El país norteamericano tuvo alguna vez 17.000 variedades de manzanas domesticadas, pero solo se sabe de la existencia de unas 4.500 hoy en día. En el último descubrimiento de estos jubilados se encuentra la variedad Sary Sinap, una antigua manzana proveniente de turquía o la Streaked Pippin, que pudo haberse orginado en 1744 en Nueva York
El proyecto se ha visto afectado por la pandemia de COVID-19. Su principal recaudación de fondos del año, una feria en la que imparten una clase para hacer injertos y venden un tipo de madera, tuvo que ser cancelada. Las manzanas perdidas tendrán que esperar para ser encontradas por estos aficionados botánicos.