“La programación es el nuevo inglés”. Ludmila Belo, directora del campus en Madrid de la Wild Code School, tiene claro un horizonte que se empieza a vislumbrar. Aquel en el que “todo el mundo, independientemente de la carrera que estudie, va a tener que aprender algún lenguaje tecnológico”, se reafirma.
Refrenda estas sentencias con las estimaciones del Foro Mundial de Empleo. “Predice que para 2025 vamos a tener que reciclar un 40% de nuestras habilidades”. Y de eso se encarga la escuela que dirige en Madrid: especializada en formar programadores en cinco meses. “No creemos que en menos de cinco meses el alumno pueda salir operativo. Este es uno de los feedbacks que nos dan las empresas”, asegura.
Belo pone el acento en la diferencia entre la escuela y un boot camp. Así, mientras en este último se forma (de 9 a 12 semanas de duración) a alumnos que posteriormente requerirán formación en la empresa, desde la escuela ya salen preparados para trabajar directamente. “El feedback es que realmente salen operativos” y lo refrenda con ejemplos. Desde Wild Code School se encargan del “data analysis y desarrollo web de Deutsche Telecom”.
700 horas de formación que se apoyan en un trabajo en orientación laboral “desde el día 1 de curso”. Belo explica este punto: “Trabajamos con Page Personnel, Talent Hackers… son partners que organizan junto con nosotros lo que llamamos job dating entre empresas y candidatos”.
A los estudiantes se les refuerzan las habilidades blandas (soft skills) y la formación como Juniors en las empresas. “El objetivo es que puedan ser colocados en el mercado”, relata.
Belo: “El trabajo con empresas configura una experiencia real que añadir al CV”
La Wild Code School, prosigue su directora en el campus de Madrid, tiene convenio con “varias empresas de desarrollo de software en toda Europa”. El origen de esta escuela está en Francia, donde se encuentran la mitad de los campus. El resto se reparte por distintos países de Europa. En España, tienen dos en la actualidad: el primero, el de Barcelona, y desde hace un año, Madrid.
Belo ejemplifica este trabajo en la experiencia de la última edición en Barcelona. “Nuestros alumnos hicieron un proyecto de una sección de juegos interactivos para la edición digital del periódico La Vanguardia. Trabajaron durante ocho semanas directamente con el equipo del periódico, reportando directamente al CTO. Esto configura una experiencia real que pueden incluir en sus currículums, en sus perfiles de LinkedIn y en todo el portfolio que construyen en el programa para luego presentarlo en las entrevistas de trabajo”.
Como directora también del Campus remoto de la escuela, Belo explica que hoy en día todos los estudiantes en el campus de Madrid trabajan completamente por remoto. La pandemia no ha supuesto un freno a la metodología de la escuela. Aunque ya se mira al futuro en el que se reabrirán las puertas: “Empezaremos a abrir de nuevo en marzo”, adelanta. La fecha en que comenzarán los nuevos cursos de desarrollo de software.
De cara a un mercado laboral que exige competencias relacionadas con la tecnología, Belo da un consejo. “Si no te reciclas, no te mantienes competitivo en el mercado. Las carreras están cambiando. Las demandas no solo del sector STEM sino en general, requieren nuevos tipos de habilidades para desarrollar una determinada carrera”, finaliza.
Sobre Wild Code School
Wild Code School, la escuela de tecnología que cultiva el talento digital fue fundada por Anna Stepanoff. Ofrece cursos intensivos de cinco meses a tiempo completo y parcial que proporcionan un entorno de trabajo dinámico, altamente creativo y con modalidad presencial o totalmente remoto. Para ello, utiliza herramientas como seminarios de videoconferencia, paneles de discusión en línea con expertos de la industria y proyectos de la vida real proporcionados por empresas asociadas. También se incluye en el curso la preparación de la carrera profesional, y todos los estudiantes crean un portafolio en Github para que los posibles empleadores lo vean. Además, se celebran sesiones de “hackathon” y un Demo Day donde los alumnos presentan sus proyectos a empresas invitadas.
No se requieren calificaciones ni experiencia previa para matricularse. Los aspirantes a estudiantes deberán completar un proceso de solicitud que pone a prueba su deseo de triunfar, su creatividad en la solución de problemas y su capacidad de trabajar en equipo. Alrededor del 90% de los más de 3.500 «Wilders» – como se describen a sí mismos – que han completado el curso están ahora trabajando en tecnología, con algunos empleados antes incluso de completar su curso.
Cosmin Pirvu, Director de Europa en Wild Code School, dice que su entorno de aprendizaje apoyará a los estudiantes que quieran volver a formarse, así como a los que ya están en la industria tecnológica y quieren mejorar sus habilidades: «Los estudiantes de nuestros cursos siempre han procedido de una amplia gama de industrias y bagaje profesional. Desde personas dentro de la industria financiera que buscan un mejor equilibrio entre trabajo y vida privada, hasta madres que vuelven al trabajo y buscan un entorno de trabajo más flexible que incluya el trabajo desde casa. Con el crecimiento exponencial de la tecnología, las aptitudes aprendidas siempre estarán en demanda, y ahora más que nunca las aptitudes de aprendizaje a distancia que se transfieren fácilmente al entorno de trabajo a distancia serán extremadamente útiles”.
1 comentario en «Ludmila Belo: “Los lenguajes de programación son el nuevo inglés. Todos aprenderemos uno”»
¡Muy de acuerdo! Cada vez más, cualquier disciplina cuenta con una parte digital y es imprescindible tener ciertas nociones de programación. Cada vez más, se requieren programadores que sepan aplicar código de programación para hacer más sencillas muchas tareas cotidianas y repetitivas.