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Luis Cabra: “Hay que explicarle al ciudadano que el coste de la energía va a ser más alto del que tenemos ahora”

Así lo cree el director general de Transición Tecnología de Repsol, que ha señalado las fortalezas y debilidades de Europa respecto a la descarbonización
cabra repsol

En el evento ‘La transformación industrial hacia el Net Zero’, organizado por Repsol, uno de los ponentes se centró en la descarbonización europea, tanto en sus fortalezas como en sus debilidades. Fue Luis Cabra, director general de Transición Energética, Tecnología, Institucional y adjunto al CEO de Repsol, que también analizó el famoso informe Draghi, que pretende darle una vuelta a la competitividad y productividad energética europea, más allá de la sostenibilidad.

“Partimos de un problema: el cambio climático. La ciencia nos dice que tenemos que intentar que la temperatura media del planeta no pase de grado y medio a final de este siglo. Y partimos de una realidad: todavía no estamos reduciendo emisiones”, admitió Cabra.

Si bien es cierto que algunas partes del mundo sí lo están haciendo, a nivel global esos estándares no se están consiguiendo. Según él, hay que descarbonizar al ritmo que se necesite, pero también cuidando que el coste de la energía sea asequible y que el suministro energético sea seguro. ¿Cómo se consigue eso? Con tecnología: “En Repsol creemos que la solución al problema del cambio climático pasa por la tecnología”.

Sobre este caso está el ejemplo de China, que aborda la transición energética con dos objetivos. El primero crecer como prioridad absoluta. El segundo, utilizar el desarrollo tecnológico como palanca para aumentar su influencia en el mundo. Por otro lado, EEUU ha reducido mucho sus emisiones exportando energía. Sin embargo, Europa “parece que no ha tenido mucho interés en desarrollar nuestras reservas de gas natural, menores pero existentes, en esto que llamamos tecnologías limpias”.

Por supuesto que se llevan a cabo proyectos de innovación en Europa que intentan superar el “trilema energético”, la energía descarbonizada, accesible y asequible. La cuestión es que no es en lo que más destaca. Si en algo es referente el continente es en descarbonización, donde es líder. “Hemos descarbonizado más que nadie, hemos reducido más las emisiones que nadie, pero sin preocuparnos de esa parte del binomio de transformación industrial, que decimos que es inseparable de la transición energética (…) pero si al líder no le siguen, el ejercicio va a ser realmente poco efectivo”, lamentó Cabra.

El informe Draghi

Mucho se ha hablado del Informe Draghi, un informe amplio que tiene mucho que ver con el binomio de transición energética y competitividad industrial. El representante de Repsol quiso concretar un poco en qué consiste y por qué sigue dando que hablar.

“Sobre descarbonización y pérdida de competitividad se dicen cosas muy claras: Europa es líder en descarbonización, pero nos hemos olvidado de la productividad y de la competitividad. Hay que elaborar, apuntar ideas, hay que elaborar planes conjuntos de política climática y política industrial”, indicó

En el informe se habla mucho de los precios de la energía, pero se habla mucho también de que hay que asegurar la autonomía estratégica, la seguridad del suministro y hay que asegurar también que los precios de la energía sean asequibles.

“Yo cuando leo sobre el coste de la energía y los precios de la energía, me da la impresión de que el informe Draghi es un poquito sutil en la forma de explicar las cosas”, reflexionó. Porque no dice que el precio de la energía va a ser difícil que baje o que los costes de la energía necesariamente van a subir de aquí a los próximos años. Viene a decir que va a tomarse mucho tiempo hasta que veamos las grandes ventajas de la descarbonización en materia de reducción de los precios de la energía.

“Y bueno, pues es verdad, va a pasar mucho tiempo y por medio, además del precio, él lo dice, vamos a tener que soportar otros costes. La factura no va a estar solo en el precio, sino que va a estar en inversión pública en materia de refuerzo de redes, almacenamiento energético, etcétera, que, si no va al precio de la energía, irá al contribuyente que tendrá que pagar más impuestos para financiar todas estas políticas”, explicó.

Según él, esto no es ni bueno ni malo: es necesario. “Pero hay que explicarle al ciudadano que el coste de la energía durante bastantes años va a ser más alto del que tenemos ahora”.  Para Cabra, el mensaje del optimismo es que debe animar a la población, porque esto sólo es el principio de una hoja de ruta.