“Con 16 o 17 años no tenía ni idea de lo que quería ser de mayor. Tampoco tengo muy claro que las vocaciones existan; determinadas cosas no nos conquistan hasta que no las conocemos más a fondo. Me gustaban la física, la biología, la química… entender el mundo. Mi llegada a la medicina fue casi una casualidad, pero tuve la suerte de que la carrera me enganchó”. El doctor Luis Paz-Ares (Vilagarcía de Arousa, 1962) recuerda cómo pasó de ser “un estudiante medio” a volcarse y destacar. “Después descubrí que ejercer la profesión era algo fascinante”. Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, investigador (el cáncer de pulmón es uno de sus áreas prioritarias), profesor en la Universidad Complutense…El día a día de Paz-Ares es un ir y venir proactivo en que no hay tiempo que perder.
En su despacho del hospital explica a Innovaspain por qué el 12 de Octubre se ha ganado a pulso la fama que le ha convertido en un centro de referencia en oncología a nivel nacional e internacional. “El cáncer es una de las áreas temáticas relevantes del hospital desde su nacimiento. Ha resultado clave entenderlo no sólo asociado a un departamento de oncología, sino de manera trasversal, contemplando la cirugía, la oncología radioterápica, la hematología… Existe una elevada concentración de expertise y conocimiento alrededor de la enfermedad”.
Esta ‘tradición’ ha impulsado la actividad investigadora dentro del propio hospital con la creación de distintos grupos colaborativos, y ha llamado la atención del talento joven; investigadores que ven en el 12 de Octubre un buen lugar donde forjarse y progresar. “Tratamos a muchos pacientes y por tanto la casuística es muy variada. Así es más fácil innovar e investigar (cuentan con más de 270 ensayos clínicos activos); acumulamos más experiencia a todos los niveles y afinamos metodologías”.
Un grave problema rodeado de buenas noticias
Pedimos al experto una fotografía actual del cáncer. “Debemos ser conscientes de la magnitud del problema y combatirlo. Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrán cáncer a lo largo de su vida. Un 30 % de la población muere en España a causa de esta enfermedad. Por otro lado, el cáncer es, digámoslo así, la manera genérica de citar a una enfermedad que engloba muchas patologías. Lo positivo es que cada vez lo diferenciamos mejor, vamos mucho más allá de la distinción entre células malignas y las que no lo son. Ahora somos capaces de ponerle ‘apellido’ al cáncer al relacionarlo con las alteraciones genéticas responsables de que una célula deje de comportarse con normalidad y origine un tumor, invada tejidos, metatastice, etc”. Muchas de esas alteraciones genéticas primarias pueden ser inhibidas farmacológicamente. Se han abierto las puertas de la medicina personalizada en oncología”.
En esa mejor comprensión de la biología del cáncer, Luis Paz-Ares destaca los progresos logrados en los últimos 30 años. “Disponemos de tecnologías capaces de secuenciar 500 genes en apenas una semana. Sabemos con mucho más detalle qué ocurre en ese tumor, por qué se ha originado y, por tanto, cómo puede evolucionar. Abordamos este campo desde la investigación más básica hasta la máxima experimentación. En los últimos años hemos dado pasos adelante en prevención, diagnóstico precoz o tratamiento de la enfermedad”.
El doctor también destaca los avances conseguidos en determinar y entender los mecanismos con los que el tumor es capaz de escaparse a la acción del sistema inmune. “Sabemos cerrarle algunas puertas”. Paz-Ares menciona algunas nuevas modalidades de inmunoterapia que han arrojado muy buenos resultados en tumores sólidos, como el cáncer de pulmón, entre otros. “Es un campo de investigación en efervescencia. Solo en este departamento tenemos más de 100 ensayos clínicos en marcha relacionados con la inmunoterapia”.
“Si desapareciera el tabaco, también lo haría entre el 30 y 35 % de sufrimiento por cáncer”
A las mejoras en los tratamientos, Paz-Ares cree que hay que sumar de forma decidida estrategias encaminadas al diagnóstico precoz, la prevención y la educación en salud. “Si desapareciera el tabaco, lo haría también entre el 30 y el 35 % del sufrimiento por cáncer. Urgen medidas más drásticas -subida de precios, ampliar la prohibición- y, sobre todo, que se cumpla la reglamentación actual, por ejemplo, en las terrazas de la hostelería. Más allá de la prohibición, se trata de que las nuevas generaciones crezcan con una mayor conciencia acerca del daño que infringe el tabaco, al igual que nosotros nunca dudamos de que la heroína era algo nefasto”.
En lo que respecta al diagnóstico precoz, Luis Paz-Ares califica como “esencial” el cribado para la detección temprana de tumores de mama o colon. Sobre este último, denuncia una situación de desigualdad. “Es algunas comunidades autónomas está cubierta el 100 % de la población con estos protocolos -test de sangre oculta en heces al que, en caso de ser positivo, sigue una colonoscopia- mientras que en otras regiones los porcentajes son bajísimos. Se trata de algo imperdonable ya que hablamos del tumor más frecuente en España y de que, en un 90 % de los casos, el diagnóstico precoz puede salvar la vida del paciente”.
Novedades en la detección temprana
Otros procedimientos empiezan a demostrar su utilidad, como el screening en cáncer de pulmón, un cribado que no está implementado en España pese que existe una recomendación desde la Unión Europea para activar protocolos. “Así lo han hecho algunos países de nuestro entorno mientras que otros están en la fase de diseño de la estrategia óptima”. ¿En qué consistiría? “Habría que identificar poblaciones de riesgo, con un determinado hábito tabáquico o enfisema, y someterles a un TAC anual o bianual. Distintos estudios evidencian su impacto en la mortalidad, con reducciones que van del 20 al 50 %. Debemos implementarlo sí o sí; exigirlo”.
En el medio plazo, Paz-Ares confía en que lleguen novedades muy importantes a la detección temprana. “Trabajamos en métodos que nos lleven a conocer anomalías iniciadoras del cáncer gracias a tecnologías más sensibles. En el futuro serán habituales análisis moleculares para el diagnóstico precoz. En ocasiones bastará con un análisis de sangre. Grupo potentes a niel académico e industrial están enfocados en mejorar estos procesos. La biopsia líquida también entraría en este rango de innovación diagnóstica”.
Como combustible adicional al progreso científico, el oncólogo llama a invertir en educación en salud. “No debe ser muy caro que, una vez al año, niños y adolescentes reciban una clase sobre cuáles son los principales problemas de salud, en qué consisten las enfermedades más prevalentes y cómo podemos prevenirlas”.
Trabajo investigador
“El contacto con los pacientes es fantástico. No hay nada más satisfactorio, pero tiene una parte muy dura, de una gran carga emocional”. Esta es una de las razones por las que Paz-Ares agradece el equilibrio que le aporta dedicar parte de su tiempo a la tarea netamente investigadora. “También es un orgullo ser parte de investigaciones responsables de que el día de mañana tratemos mejor a los enfermos. Estar cerca del conocimiento más vanguardista redunda en los pacientes, que siempre están en el centro de aquello que hacemos”.
No está solo. “La investigación es hoy día una actividad en esencia multidisciplinar. Cada grupo trabaja con investigadores básicos, clínicos; patólogos, radiólogos, cirujanos, expertos en medicina nuclear o radioterapeutas. Cuentan con un laboratorio adicional en el CNIO, donde estrechan lazos con bioinfomáticos, biólogos, bioquímicos, expertos en experimentación animal… En el recién inaugurado Centro de Oncología Experimental, los investigadores del 12 de Octubre disponen de seis nuevos laboratorios desde los que estrecharán la colaboración con la clínica para que la ciencia más puntera llegue antes al paciente.
En este sentido, Paz-Ares admite que la brecha de la transferencia de conocimiento sigue abierta, aunque el emprendimiento científico-tecnológico ha ganado protagonismo en los últimos años. “Muchas veces, la investigación básica no se traduce en un kit o en una nueva máquina, pero genera conocimiento útil. En otras ocasiones nos topamos con exigencias para las que no estamos preparados, carecemos de ciertos aspectos culturales y de mecanismos de transferencia que en otros países maduraron hace décadas. Si nos fijamos en el número de patentes, la diferencia con Alemania o Francia es abrumadora. Somos buenos en producción científica, pero particularmente inferiores en innovación, y hay que hacer algo”.
Cáncer: cronificación y curación
Regresamos al principio de la entrevista para concluir la charla. ¿Hay razones para el optimismo? “Dependiendo del estadío de la enfermedad debemos ponernos objetivos realistas. Si el tumor está localizado, la prioridad será curar por completo al paciente. Sabemos que no lo vamos a conseguir siempre, pero lo intentamos. En una persona con metástasis a distintos niveles, quizá no logremos la curación, pero en la mayoría de los casos somos capaces de mejorar su vida de manera clara”.
Luis Paz-Ares detalla que, en sus comienzos en la oncología, era curable uno de cada tres cánceres, mientras que hoy estamos cerca de curar dos de cada tres y la tasa de supervivencia a cinco años ronda el 60 %. “Es un salto muy grande. El objetivo marcado por la Asociación Española Contra el Cáncer del 70 % de supervivencia en 2030 me parece una meta ambiciosa pero realista. Nos recuerda que no debemos bajar la guardia ni abandonar la lucha. Vamos a seguir en ello”.
