«Madrid no se entiende sin Barcelona ni Barcelona se entiende sin Madrid”. Con la pandemia aletargada pero no vencida y en un momento de máxima tensión tras los nuevos ataques de Rusia en Ucrania, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha querido lanzar un mensaje de unión entre las dos principales ciudades del país. Lo hacía en un encuentro organizado ayer en Madrid por el diario La Vanguardia y la consultora EY donde se han puesto en valor las nuevas conexiones y sinergias entre ambas metrópolis.
“Las dos ciudades deben afrontar unidas los retos del siglo XXI. Tenemos complementariedades que hemos de saber explotar para un mejor desarrollo”. El alcalde llamaba a mantener un diálogo competitivo y a aprender los unos de los otros para elevar la calidad de vida de los ciudadanos.
Si el 70 % de la población del planeta vivirá en entornos urbanos en el año 2050, Almeida recordaba que las ciudades tienen la responsabilidad de liderar el proceso de transición ecológica. Con el objetivo de avanzar en este escenario complejo, el responsable público considera que hay que combinar políticas de sostenibilidad con una estrategia de innovación en nuevas tecnologías sustentada en el talento y en el factor humano.
El peligro de las brechas
“Para que la innovación llegue a la sociedad, las administraciones públicas debemos dar un primer paso”. Ángel Niño, concejal delegado de Innovación y Emprendimiento en el Ayuntamiento de Madrid anunciaba que, a lo largo de 2022, todos los madrileños tendrán la oportunidad de ser digitales en su relación burocrática con el consistorio. “Hay que distinguir la mera innovación de una transición digital que no deje brechas abiertas. Es imposible ser un país disruptor sin una población adaptada digitalmente”.
El concejal coincidía con Martínez-Almeida al señalar que en los próximos 10-15 años, el mundo será definitivamente de las ciudades, no de los países. “Las grandes urbes serán polos de atracción de talento e innovación. Competiremos con las más importantes del mundo y es necesario poner el foco en la especialización. Si no logramos esa diferenciación no seremos capaces de posicionarnos como referente tecnológico y atraer a los mejores. La innovación debe responder al funcionamiento de un mundo globalizado”.
Food-Tech, movilidad…
Con ese objetivo, el pasado septiembre el ayuntamiento ponía en marcha Madrid Food Innovation Hub. “La realidad es que el centro nos ha convertido en una referencia para otras ciudades europeas y latinoamericanas. Nos visitan para saber cómo lo hemos hecho. A día de hoy, solo existe otra iniciativa similar en Israel. La innovación food-tech no posiciona, pero queremos ir más allá en otros sectores”, apuntaba Niño.
De este modo, la ciudad apuesta por los sanbox de movilidad urbana, espacios controlados pero reales donde todas las empresas europeas que lo requieran puedan llevar a cabo pruebas de concepto. El ayuntamiento ha solicitado que este proyecto sea beneficiario de los fondos de recuperación europeos. “Lograríamos activar un hub de movilidad sostenible, eficiencia energética y urban tech en el distrito de Villaverde”.
Especialización inteligente
Hace unos días, Ángel Niño participaba en la inauguración de un centro especializado en Inteligencia Artificial en el castizo distrito de Chamberí. “Todos los ayuntamientos debemos invertir en inteligencia artificial, internet de las cosas y 5G. La lógica es aplastante. En 2017, Bruselas nos advirtió del retraso de Europa respecto a Asia y Estados Unidos en inteligencia artificial, cuya evolución es exponencial. Si esa diferencia se agranda, nunca podremos reducirla salvo que hagamos un esfuerzo importante. Por otro lado, cada uno de nosotros tiene unos 6 dispositivos conectados. En el año 2030 serán 15-20 dispositivos”.
Según el concejal, en un momento clave de disrupción la colaboración entre ciudades es fundamental. “Juntos seremos capaces de crear estrategias que atraigan talento. No podemos perder el tren de todas estas tecnologías ya que, además, se van a distribuir en continentes”. Ángel Niño opina que lo que haga Europa no tendrá mucho que ver con el expertise de Asia o América Latina. “En esa configuración local, España debe retener el liderazgo al menos en 2-3 tecnologías llamadas a marcar el rumbo global. Ello solo es posible mediante la colaboración público-privada”.
Más talento
Félix Ortega, director general de Barcelona Activa del Ayuntamiento de Barcelona, afirmaba que la pandemia ha acelerado la transformación digital de buena parte de sus servicios. “Nos queda mucho, pero vamos por el buen camino”. En el peor momento del confinamiento Ortega no duda: las infraestructuras tecnológicas estuvieron a la altura. “Desde entonces hemos triplicado nuestra oferta de cursos y se han multiplicado las solicitudes formativas. El reto es que la oferta no sea solo digital y llegar a todos los barrios de forma presencial y a toda la sociedad. No queremos que nadie se quede atrás en esta transición”.
En su estrategia, Barcelona aprovecha las inercias de los sectores económicos en los que es fuerte para crear y potenciar ecosistemas de innovación, emprendimiento y progreso. “En Barcelona Activa hacemos una labor de acompañamiento, ponemos a disposición de los agentes económicos las infraestructuras y capacidades de la ciudad”. Pero, al igual que para sus colegas madrileños, para Félix Ortega la clave es también el talento. “Si conseguimos atraer inversores potentes, pero en su desembarco en la ciudad no tienen a mano personal cualificado tendremos un problema”.
Llegar a pymes y autónomos
El ayuntamiento de la ciudad condal ha ido más lejos en su idea de tejer alianzas de futuro. En noviembre sellaron un pacto con cinco universidades de Cataluña -UB, UAB, UPC, UPF y UOC- para impulsar un programa de creación de startups de base científica y tecnológica. “Tratamos así de captar inversión y llevar al mercado la investigación de las universidades para solventar el problema de la transferencia. Crearemos así spin-off más ágiles en su llegada a la sociedad”.
La gestión de los fondos de recuperación debe servir, según Félix Ortega, para alcanzar al conjunto de la economía, pymes y autónomos incluidos. Bajo esa intención el ayuntamiento ha puesto en marcha proyectos pilotos junto a empresas para llevar tecnologías disruptivas al comercio. El análisis posterior de los efectos que se producen es mayoritariamente positivo. “En Barcelona estamos siempre abiertos a colaborar con ciudades y empresas”, concluía.