El exfutbolista húngaro Gábor Borsányi descubrió que podía jugar con una pelota de fútbol sobre las mesas de cemento de tenis de mesa de los parques públicos. Luego, con la ayuda de Viktor Huszár, descubrió que era mucho más divertido si se jugaba en una mesa curva. Y así fue como nació hace diez años el Teqball, según relata en entrevista con Innovaspain Károly Henczi, presidente de la Federación Española de Teqball.
Henczi, que fue antes el presidente de la Federación Portuguesa de Teqball, llegó a España con el objetivo de hacer crecer este deporte. “En Portugal sí que existe (el teqball) desde hace muchos años”, destaca.
España, donde este deporte llegó hace apenas un par de años, será estos días la sede de un evento internacional. Madrid acogerá las ‘Teqball World Series’ del 23 al 26 de mayo. La competición se celebrará los tres primeros días en el Centro Deportivo Municipal Gallur y la final, en la Plaza de España. Se trata del primer evento internacional de la Federación Internacional de Teqball (FITEQ) que se realiza este año, y del número 250 en su historial. El teqball aspira a convertirse en un deporte olímpico para Brisbane (Australia) 2032.
Madrid reunirá a los mejores jugadores del mundo que vienen de 31 países, entre ellos, Hungría, Rumanía, Polonia, Brasil, Tailandia, Francia, Portugal o Colombia.
Las reglas del teqball son similares a las del fútbol. Se permite el uso de cualquier parte del cuerpo excepto las manos y brazos. El objetivo principal es mantener el balón en juego, evitando que toque la mesa más de una vez consecutiva. Los jugadores tienen un máximo de tres toques para devolver el balón, sin que toque el suelo, por encima de la red hacia el lado del oponente. Tampoco se puede devolver el balón con la misma parte del cuerpo en una misma jugada dos veces seguidas. Un set se juega hasta 12 puntos con un cambio de saque después de cada 4 puntos. Los partidos se juegan hasta dos sets ganados.
El teqball ha atraído la atención de muchos exjugadores. “Hay escenas espectaculares con piruetas y con todo. Realmente los profesionales juegan de una manera muy maravillosa”, asegura Henczi.
Existen cinco categorías: femenino individual, femenino doble, masculino individual, masculino doble y pareja mixta. Aunque cada vez más mujeres se interesan por este deporte, todavía lo juegan en su mayoría hombres (cerca de un 70% contra un 30% de mujeres).
El novedoso deporte está creciendo en España. La Comunidad de Madrid está impulsando un programa de Teqball para colegios y universidades, y en comunidades como Cataluña y Asturias también se está desarrollando. El club asturiano La Noreña se estrenará estos días en Madrid, destaca Henczi.
Aunque el precio de las mesas puede ser una limitación. Las de competición cuestan alrededor de 3.500 euros y las más baratas, cerca de 2.000 euros, pero se están tomando medidas para abaratar los costes, asegura Henczi. “Para desarrollar el deporte hace tener un precio más asequible”, reconoce.
"España necesita jugadores de teqball"
El presidente de la federación anima a los jóvenes a probar este deporte. “España necesita jugadores de teqball, necesita árbitros -tenemos un programa de formación-, entrenadores”, afirma Henczi.
En su opinión, el teqball es un deporte en el que los jóvenes se pueden destacar. “Ahora es el momento de entrenar en algo que tiene mucha visibilidad. Tus abuelos te pueden ver en la televisión, aunque sea local”, asegura con entusiasmo.
“Este país tiene centenares de miles de practicantes de fútbol y todos quieren ser Messi y Ronaldo pero sé que esto no va a ser posible. Pero lo que yo he visto en Portugal lo voy a ver aquí: en Portugal conozco chicos que nunca salieron de su provincia a jugar fútbol, pero sí que salieron de su país a competiciones internacionales de teqball”, destaca.
“El fútbol no es todo [...]. Hay gente que está interesada en nuevos deportes”, afirma. Para él, el teqball “prioriza el deporte sobre los beneficios financieros”.
