España cuenta con aproximadamente 400 startups de foodtech. La cifra no es baladí teniendo en cuenta que supone más o menos el mismo número que Francia y es ligeramente superior al de Reino Unido, según el informe 'Estado del foodtech en España' elaborado por Eatable Ventures. Aunque por el momento alcanzar a Israel –el rey del sector con 900 startups que trabajan en la cadena de valor agroalimentaria–, parece misión imposible, el objetivo durante esta década es que España se asiente como uno de los polos destacados del emprendimiento foodtech a nivel europeo. El papel de Madrid será fundamental, como destaca Álvaro Bernad, CEO de MIDE (Madrid Innovation Driven Ecosystem).
"Madrid cuenta con todos los elementos para ser un gran referente en innovación y emprendimiento", asegura Bernad, aunque apunta: "Todavía no lo somos". ¿Qué está faltando? A juicio del CEO de MIDE, falta conexión entre los agentes que deben hacer posible la innovación, no solo en el sector foodtech, sino en general. "Por eso desde MIDE buscamos generar conexiones para que las grandes iniciativas que ya existen en Madrid puedan generar un gran impacto", añade.
La capital cuenta con el 22% de las empresas innovadoras de España. "Nuestro compromiso es apoyar a estos proyectos de innovación para que todos podamos empujar nuestro sistema", comenta Ana Isabel Cremades, directora general de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid. El apoyo institucional, especialmente en tiempos de incertidumbre como los actuales debido al COVID-19, se torna indispensable para los emprendedores.
Desde que comenzó 2021, MIDE está llevando a cabo diversas sesiones temáticas y eventos de conexión para reunir los principales agentes del ecosistema madrileño de innovación y emprendimiento con el fin de discutir retos y oportunidades vinculados a diferentes sectores de relevancia para Madrid. Dado el peso del sector alimentario español, el foodtech se ha convertido en una de las verticales más atractivas para MIDE. Para potenciarlo, Bernad reclama la unión de emprendedores, corporaciones, los hub, las universidades y las administraciones públicas, en este caso de la Comunidad de Madrid. "Tiene que haber coordinación y conexión entre todos los agentes. Si no difícilmente la innovación llegará a buen puerto", insiste.
"Es un concepto muy amplio. Abarca desde el origen de las materias primas hasta la entrega directa al consumidor o la gestión del desperdicio alimentario. El foodtech afecta a toda la cadena de valor de la alimentación y por eso es un sector con amplias posibilidades para las startups", confirma Bernad.