El País Vasco se ha convertido en los últimos años en un referente de la innovación en España. Una realidad que se vuelve a plasmar en el GEM, Global Entrepreneurship Monitor, una investigación que ha analizado la realidad emprendedora de Euskadi en relación con nuestro país y otros socios europeos como Alemania. El resultado es que en esta región se emprende menos que la media española, pero con una mayor tasa de éxito debido a su alto componente innovador.
El perfil medio del emprendedor vasco es el de una persona de 40 años de edad, con formación universitaria y las ideas claras respecto a un nicho de negocio. Una “madurez y robustez” ha destacado María Saiz, directora del informe, que hace del vasco, un “emprendimiento de mayor impacto y potencial” que el de la media española.
A nivel cuantitativo, el emprendimiento en el País Vasco se sitúa al mismo nivel que en países como Alemania o Italia, pero por debajo con respecto a la media española. Sin embargo, tal y como ha destacado Saiz, “creamos menos pero también cerramos menos y lanzamos iniciativas más fuertes”. Se trata de “una calidad de emprendimiento muy superior a España y a la media europea en nivel tecnológico e innovador de las iniciativas generadas y en potencial generador de empleo”.
Muchas de las iniciativas emprendedoras se ubican en el sector servicios, pero más allá de su ámbito de actuación, el estudio señala que la mayoría tiene un denominador común: su apuesta por la innovación, con niveles por encima de la media europea y española. En este sentido, María Saiz ha puesto en valor que “el nivel de innovación y de uso de tecnologías completamente nuevas es ostensiblemente mayor entre las empresas de nueva creación que en las empresas consolidadas. Por tanto, es innegable que los emprendedores juegan un papel clave en la transferencia de investigación de ciencia y tecnología al mundo empresarial”.
En cuanto a las razones para emprender, la mayoría opta por esta vía porque observa una oportunidad, por una motivación muy fuerte relacionada con tener autonomía en su proyecto de vida profesional. Y a nivel de género, el estudio también observa una “mejora sustancial” en este aspecto. De hecho, se ha observado que la mujer percibe más oportunidades para emprender que los hombres y presenta menor temor ante un posible fracaso.
Recomendaciones
Finalmente, el informe también recoge una serie de recomendaciones para fortalecer el tejido emprendedor de Euskadi, bajo la idea general de que la educación, la formación y el apoyo son las bases para ello. En este sentido, apuestan por fortalecer las políticas de apoyo al emprendimiento juvenil también las de transición que faciliten la jubilación de empresarios, así como el traspaso y continuidad de su negocio. También inciden en la necesidad de lograr una mayor y mejor transferencia de I+D+i de las Universidades y centros tecnológicos al mundo empresarial, lo que implica una mayor orientación hacia la creación de startups.