El desconfinamiento del último semestre de 2020 fue un claro punto de inflexión para el Ayuntamiento de Málaga. La ciudad, como el resto de España, había estado parada debido al estado de alarma forzado por la pandemia y el piloto de la innovación –que, a decir verdad, nunca ha dejado de estar encendido en Málaga– se activó con mayor intensidad. Los fondos Next Generation se han convertido en una oportunidad, y en una de esas que vienen a confirmar el trabajo bien hecho.
“Teníamos muchos proyectos en la cabeza antes de la pandemia y los fondos son un impulso muy importante, pero nuestra apuesta por la innovación no viene porque Europa nos haya prestado dinero. Ya había un gran proyecto de ciudad que queremos convertir en proyecto de país”, recalca Susana Carillo, concejala de Innovación y Digitalización Urbana de Málaga.
Por el momento, el Ayuntamiento ha presentado 16 proyectos por valor de 112 millones de euros, de los cuales tres ya han sido aprobados. A priori son pocos, pero Carillo no tiene ninguna duda de que “van a salir la gran mayoría, sino todos”. El transporte sostenible y el respeto por el medioambiente son la piedra angular de la nueva estrategia derivada de los fondos. En este sentido, destacan proyectos como ‘Málaga Saludable’ (8 proyectos por importe de 39,6 millones de euros; “solicitamos 26 millones y se nos han concedido 10,2”, informa Carillo), ‘Innobus-Tur’ (proyecto colaborativo entre los ayuntamientos de 4 ciudades; 5 millones de euros) y ‘Málaga Vende 2.1’, cuyas actuaciones irán centradas van en la transformación digital y la implantación de la sostenibilidad en los mercados.
Los fondos son un impulso muy importante, pero nuestra apuesta por la innovación no viene porque Europa nos haya prestado dinero”
(Susana Carillo, concejala de Innovación y Digitalización Urbana de Málaga)
Este último proyecto goza de una gran transcendencia. Gracias a él se trabajará en aspectos clave como la mejora de instalaciones y equipamientos de los mercados municipales, señalética del Centro Comercial Abierto “Cruz Del Humilladero”, eficiencia, prensas compactadoras de papel y cartón, máquinas fregadoras, la eliminación de bolsas de plástico, taquillas inteligentes, digitalización, formación de los trabajadores en competencias tecnológicas y wifi pública en todos los mercados. En definitiva, como apunta Carillo, “el enorme reto que supone transformar los negocios tradicionales y darle una vuelta a la forma en que se trabaja”.
En el plano de la movilidad, Málaga sigue en su objetivo de construir una ciudad en la que la contaminación se convierta en un mal sueño del pasado. Sirve como ejemplo el caso de la calle Paquiro, dentro del plan de adaptación de instalaciones de la EMT. Se la dotará de capacidad para albergar hasta 100 autobuses eléctricos y 20 puntos de recarga. La ejecución de este proyecto comenzará en diciembre de este año y su finalización se estima en octubre de 2024. El valor de esta iniciativa supera los 2º millones de euros. También se renovará la flota de autobuses urbanos de tecnología diésel mediante la adquisición de 10 autobuses 100% eléctricos. La renovación comenzará en noviembre de este año y culminará en abril de 2023. Este proyecto está valorado en 7.260.000 euros.
Málaga quiere hacer del autobús uno de los transportes más atractivos. La ciudad lleva años apostando por ello y los fondos Next Generation servirán de catapulta para lograr sus objetivos, especialmente entre los más jóvenes, que son quienes más utilizan este servicio. Por ello se está construyendo un carril bus exclusivo en el Bulevar Luis Pasteur para la mejora de las conexiones en transporte público del Campus Universitario. Durante el curso 2022-2023 será una realidad para los estudiantes.
A nivel medioambiental, la implantación de una zona de bajas emisiones con una estructura de anillo con dos niveles en un área de 4,3 kilómetros cuadrados en el centro de la ciudad es una de las grandes apuestas. Esta actuación prevé la ampliación del sistema de control de accesos existente en el Centro Histórico. También la creación de una red de vigilancia y control del aire y del nivel de ruido, que finalizará en 2024.
De forma general, para usuarios de todas las edades, se ha planteado el desarrollo e implementación de un sistema de información digital en el transporte público. El proyecto posibilitará la instalación de paneles en 150 paradas de autobús y en 16 andenes de la Estación de Autobuses de Málaga. Al mismo tiempo, se está priorizando la construcción de paradas accesibles en la zona Este-Norte y Teatinos. Se trata de una medida para incrementar el servicio de transporte público en el centro de la ciudad como medida para reducir el uso del vehículo privado. El proyecto contempla las obras necesarias para el paso del autobús por determinadas zonas, la implementación de nuevas paradas o la renovación de las existentes en barriadas de El Palo, Ciudad Jardín, Teatinos, Los Corazones o Portada Alta.
El otro transporte estrella es la bici. Uno de los proyectos vinculados a los fondos contempla la implantación de 3 nuevos itinerarios ciclistas con el objeto de potenciar la red transversal que conecta a los barrios periféricos y extender esta red hacia la zona este. “Como puede observarse, todos los proyectos están enfocados a mejorar la comodidad de los ciudadanos”, asegura Carillo, convencida de que Next Generation supone “un fuerte empujón” para hacer de España un país a la vanguardia de la innovación. “Todas las ciudades que tengan claro el rumbo que deben tomar sacarán provecho de los fondos: movilidad sostenible, administración digital, ciudades verdes… Éste debe ser el camino”.
Cautela e ilusión
Es un hecho que la pandemia no ha podido con una ciudad que vive un momento dulce a nivel de innovación, tecnología y emprendimiento y que cuenta con la ilusionante candidatura de la Expo 2027. Aun así, y pese a la sensación general de optimismo, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ha rebajado la euforia en más de una ocasión. “Nos queda todavía mucho trabajo por hacer”, ha señalado respecto a la convicción por parte del Gobierno de España, con quien el Ayuntamiento, como remarca Susana Carillo, “trabaja codo con codo y con ambición en un objetivo que es de país”, de que Málaga será la sede de la Expo.
Será en mitad del año 2023 cuando se decida qué candidatura es la ganadora. La temática de la Expo, titulada ‘La Era Urbana: hacia la ciudad sostenible’, resulta atractiva y puede apuntalar la candidatura de Málaga hacia la victoria en una carrera que compite contra Minnesota (Estados Unidos), Phuket (Tailandia), Belgrado (Serbia) y San Carlos de Bariloche (Argentina).
Si finalmente la ciudad española lo consigue, los fondos Next Generation podrían jugar de nuevo un papel decisivo. “Podrían tener encaje en el desarrollo de zonas verdes, adaptación de eficiencia energética, robótica para el visitante o la instalación de energías renovables en las parcelas de alrededor de la Expo”, adelanta Carillo. Las previsiones son halagüeñas. “Sevilla necesitó en su día una gran inversión y lo logró. Aquí tenemos AVE, aeropuerto, puerto… son cosas que juegan muy a nuestro favor”, sostiene Carillo.
La innovación continúa
“Ayuntamiento, centros tecnológicos, empresas y universidades caminan de la mano en nuestro proyecto de ciudad”, confirma Carillo. En este sentido, en enero se inauguraba la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación (INNOVA IRV), que nace como una oportunidad para vertebrar el ecosistema de innovación con la definición de un nuevo modelo en la relación y en el desarrollo de los proyectos de las empresas y la Universidad. Surge así un nuevo paradigma para que Andalucía lidere la transformación económica a través de las deeptech, la digitalización y la industria.
Entre los objetivos de INNOVA IRV están el generar un efecto tractor en la economía española de manera sostenida, acometer en profundidad la transformación verde y digital, contribuir a la creación de empleos de alto valor añadido y maximizando el impacto de capacidades de I+D+i desarrolladas por el centro. La Fundación ya ha puesto cifras a estos objetivos: 930 empleos directos de alta cualificación y 2.084 empleos indirectos en 2026. “En esta nueva aventura también vamos a utilizar los fondos y los recursos de Horizonte Europa para potenciar ámbitos en auge como la industria 4.0, el vehículo conectado, la microelectrónica, la IA y la economía circular”, corrobora Carillo.