"Hacen falta más zonas verdes, más espacios para el peatón y hacer más agradable el espacio público. En definitiva, repensar las calles". La preocupación de Luis Morales por la movilidad no viene de ahora. El responsable de Relaciones Externas de El Futuro de la Movilidad forma parte de un nutrido grupo de organizaciones, públicas y privadas que en 2020 puso en marcha un proceso de creación colectiva con el objeto de entender las barreras y activar las palancas necesarias para acelerar el cambio hacia una movilidad más sostenible, eficiente y centrada en las personas.
Nació así el primer manifiesto enfocado en la movilidad multimodal para maximizar las opciones de integración de los distintos modos de transporte y ofrecer a la ciudadanía soluciones alternativas al automóvil privado, especialmente en el contexto de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBEs) y progresiva restricción del acceso en automóvil privado al interior de las ciudades. No fue el único. A este manifiesto le siguieron otros como el de la logística urbana o la movilidad eléctrica.
"Ahora es fundamental extender y promover los modos de movilidad no motorizados", revela Morales, cuya organización acaba de presentar el Manifiesto de la Movilidad Activa para dar solución a un problema complejo: el sector transportes representa el 29% del total de emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global. De ese porcentaje, el 93% lo representa el transporte terrestre (coches, camiones, autobuses, furgonetas, etc.). "Tenemos la imperiosa necesidad de acelerar la transición a una movilidad descarbonizada, respetuosa con el medio ambiente y la salud", avisa.
El pasado septiembre comenzó un intenso trabajo grupal con diversos actores que ha dado forma al Manifiesto de la Movilidad Activa. El texto constituye una visión compartida en torno a las líneas de actuación que se deben desplegar para maximizar la movilidad en medios no motorizados (a pie y en bicicleta) en los municipios, en aras de una mayor habitabilidad, sostenibilidad, equidad social y resiliencia. "Es una referencia útil para los gobiernos locales, las empresas y la ciudadanía, que va a permitir enfocar mejor las políticas locales de sostenibilidad urbana y poner en marcha actuaciones concretas orientadas a maximizar la movilidad activa", detalla Morales.
El principal fin es situar a las personas en el centro de un nuevo modelo de ciudad que responda a una estrategia urbana y territorial acorde a la actual situación de emergencia climática y sanitaria. Aunque la iniciativa parte de la Alianza El Futuro de la Movilidad, el Manifiesto es una obra colectiva en la que diversas organizaciones de carácter público y privado han desempeñado un papel clave.
El 25% de las emisiones de CO2 en coche vienen de trayectos de menos de 5 km y el sector transporte en su conjunto es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea. En España, según el reciente Avance de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero del MITECO, correspondiente al año 2021, el transporte por carretera por sí solo representa el 27,6% del total del inventario.
No obstante, según palabras del propio manifiesto, "en España, afortunadamente, tenemos un contexto normativo favorable a la promoción de la movilidad activa: la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, la Agenda Urbana Española y el desarrollo de la Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte, constituyen el pilar fundamental con el que afrontar los retos de movilidad de esta década".