Spain Startup ha presentado el Mapa del Emprendimiento 2016, que refleja el momento emprendedor que atraviesa España y el balance de las startups a lo largo del último año. Para la elaboración del informe se han tenido en cuenta los más de 3.160 proyectos presentados a la Startup Competition (que tendrá lugar en el próximo South Summit), la cifra más alta alcanzada en todas las ediciones, de los que un 61% proceden de España, un 20% de Latinoamérica, un 11% de Europa y un 8% de otros países. El Mapa también refleja el ‘retrato robot’ del emprendedor español, que es hombre, de 34 años y con formación universitaria (97%), ingenieros en un 45% de los casos.
“Ahora sí que podemos asegurar que España juega en la primera división del emprendimiento”, ha celebrado María Benjumea, presidenta de Spain Startup, que ha presentado los detalles del Mapa. Tras comparar los datos de los proyectos, una de las principales conclusiones a extraer es que el emprendimiento en España se fortalece como generador de empleo hasta el punto de que la opción de emprender se afianza como como una opción laboral meditada y no por necesidad (sólo un 1% de los emprendedores estaba antes en situación de desempleo y un 56% trabajaba previamente por cuenta ajena). “Un evidente cambio de mentalidad en la sociedad” según Benjumea, con algunos retos por delante, y es que tan sólo un 17% de los proyectos presentados (el mismo del año pasado) a la Startup Competition están liderados por mujeres. Una tendencia que Benjumea ha animado a voltear.
El estudio detalla que un 51% de los emprendedores ya había puesto en marcha antes un proyecto profesional y que un 5% ha creado más de cinco a lo largo de toda su trayectoria. Además, ha aumentado el número de empleados en las startups españolas y un 21% cuentan ya con una plantilla de 5 a 10 empleados (un 5% más que en 2015). “El emprendimiento es una fuente de generación de empleo en sí mismo”, ha apuntado Benjumea, pese a ser consciente de que “no es la solución ni la varita mágica para acabar con el paro”.
Al mismo tiempo, los emprendedores son cada vez más ambiciosos. Se ha triplicado la cantidad de empresas que esperan facturar a cierre de este año entre 150.000 y 500.000 euros, frente al 5% que consiguió alcanzar esta cifra en 2015. “Vender, vender y vender”, ha recalcado Benjumea como el objetivo que deben tener las startups y “lograr por fin la transición de emprendedor a gran empresario”. El informe revela que el Gobierno juega un papel fundamental al ser responsable, en opinión de los emprendedores, de poner en marcha algunos cambios en el ámbito de la regulación para facilitar el proceso de desarrollo de una nueva idea. Para un 73%, la principal mejora consiste en reducir las tasas e impuestos exigidas a las startups y 7 de cada 10 también ve necesario facilitar el acceso a fondos económicos. Además, un 41% exige beneficios fiscales y flexibilidad en la contratación. En esta línea, Benjumea ha apostado por “profesionalizar también la financiación”.