El mundo ha cambiado. Internet, y en especial las redes sociales, se han convertido en un pulsómetro de estados de ánimo. No muchos años atrás, la indignación o el descontento –por citar dos sensaciones habituales en tiempos de pandemia– se manifestaba en la calle. Hoy, la red es una ciudad paralela en donde conviven las innumerables ventajas que proporciona la tecnología junto a las vulnerabilidades y peligros que el mal uso de ésta provoca. "Debemos garantizar la convivencia ciudadana en Internet", ha avisado esta mañana Mar España, directora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP), en el 'I Foro Privacidad, Innovación y Sostenibilidad'.
España ha presentado oficialmente el 'Pacto Digital para la Protección de las Personas' en un contexto en que "es prioritario erradicar la violencia y los discursos del odio en Internet". La iniciativa tiene como objetivo promover un compromiso firme con la privacidad en las políticas de sostenibilidad y los modelos de negocio de las organizaciones, compatibilizando el derecho fundamental a la protección de datos con la innovación, la ética y la competitividad empresarial. "La privacidad es un activo y un factor de confianza que favorece el crecimiento económico y el desarrollo social", ha incidido España.
Entre los principios que se recogen en el pacto se encuentra impulsar la transparencia para que los ciudadanos conozcan qué datos se están recabando y para qué se emplean, promover la igualdad de género y la protección de la infancia y las personas en situación de vulnerabilidad, o garantizar que las tecnologías eviten perpetuar sesgos o aumentar las desigualdades existentes. Por otro lado, se busca evitar la llamada discriminación del sesgo de la tecnología. Es decir, que los algoritmos prejuzguen por razón de raza, procedencia, creencia, religión o sexo, entre otras.
El pacto busca que las entidades que se adhieran al pacto se comprometan a difundir entre sus empleados y usuarios el canal prioritario para solicitar la eliminación urgente de contenidos sexuales y violentos en Internet, así como otros recursos y herramientas para ayudar a la concienciar sobre el valor de la privacidad y la importancia del tratamiento de los datos.
Por otro lado, Mar España ha reconocido su preocupación por el lento progreso en competencias digitales en España. "Aún un 40 % de españoles carece de ellas y también falta impulsar las vocaciones", ha afirmado. Según la responsable, en 2025 –justo cuando concluirá el plan de digitalización del Gobierno, en el que se han invertido 140.000 millones de euros–, "tenemos que conseguir que el 80% de los españoles tengan competencias digitales".
También ha vaticinado que seis de cada diez niños tendrán puestos de trabajo que ahora mismo no existen: "Habrá nuevos especialistas y nuevos modelos de negocio, pero también nuevos delitos y vulnerabilidades. Debemos estar preparados". La brecha generacional también preocupa a Mar España, que apuesta por "una educación digital basada en valores y ética". En este sentido, la directora anima al sistema educativo a "formar a los jóvenes" para que tengan vocación emprendedora.
