La directora del Máster en Ciencias Sociales Computacionales de la Universidad Carlos III de Madrid, la socióloga Marga Torre (Asturias, 45 años), tiene claro que el miedo al fracaso es una de las principales barreras a las que se enfrentan las mujeres en las profesiones STEM. Y esto se debe a que la educación que reciben les inculca “el miedo a la exposición, a no ser lo suficientemente buenas”, afirma en el marco de la jornada Ciencia y Tecnología en Femenino, que se celebró el viernes en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M).
“El miedo al fracaso sigue siendo algo muy femenino porque el sistema penaliza mucho a las mujeres que fracasan”, explica. “A nosotras no se nos educa para destacar y a ellos sí. Ellos lo pueden hacer bien o hacer mal pero siempre tienen esa visibilidad […]. Las mujeres estamos más expuestas a que nos juzguen y eso nos inmoviliza”, agrega.
El síndrome de la impostora
El síndrome de la impostora es un sentimiento de insuficiencia, que hace que las mujeres se sientan indignas de los éxitos que logran, movidas por la creencia de que no están a la altura de las circunstancias o de que lo que consiguen sucede más por azar que por méritos propios. “Creo que eso muchas veces es un obstáculo a la hora de tomar decisiones, a la hora de emprender, a la hora de relativizar que no siempre vamos a ser las mejores, ni falta que hace porque tampoco todos los hombres son siempre los mejores en todo”, asegura.
Tres de cada cuatro ejecutivas confiesan haberlo experimentado en algún momento de sus carreras, según una encuesta de KPMG. Y de acuerdo con The Journal of Behavioral Science, el 70% de los trabajadores se ven afectados por este síndrome, especialmente las mujeres.
Torre, que recibió el premio a la excelencia del consejo social de 2023 de la UC3M, investiga la segregación ocupacional por género para determinar cómo se produce la fuga de mujeres en sectores muy masculinizados. “La discriminación viene desde dentro de la ocupación”, afirma.
La profesora en sociología, máster en Big Data y Data Science, también investiga la intersección de género entre trabajo y clase, con especial atención a las ocupaciones no tradicionales. Sus proyectos actuales incluyen la investigación sobre las desigualdades de género en las colaboraciones científicas, y el desempeño de género en las redes sociales.