La industria foodtech tiene un campo fértil en España. Así lo demuestran los datos del último informe de la consultora Eatable Adventures, El Estado de las Foodtech en España en 2022, que destaca que el año pasado se invirtieron en este sector 268 millones de euros, un 9,38 % más que el año anterior (descontando los 450 millones de euros que la empresa Glovo recaudó en rondas de inversión). Los inversores internacionales han sido preponderantes en este avance, un 88,06 % vino de capital extranjero, lo que demuestra que el país se convierte en un atractivo para el desarrollo y localización de start-ups innovadoras que buscan mejorar las cadenas de valor de la industria alimentaria. Con 412 proyectos, España se encuentra entre los primeros 10 países con más iniciativas foodtech en el mundo.
Para María Naranjo, directora de Industria Alimentaria de ICEX España, esto es el resultado de una base de crecimiento en el sector que lleva muchos años. “España es una potencia en la industria alimentaria, es el séptimo exportador mundial de alimentos y bebidas. Tenemos una cadena alimentaria muy eficiente. La innovación es una seña de identidad para haber ocupado esta posición. Tenemos además un ecosistema potente con centros tecnológicos, universidades, aceleradoras, hubs, corporates y startups”, comenta en una entrevista con InnovaSpain.
En el ecosistema de las foodtech, España es el quinto país en Europa por inversión, detrás de Alemania, Reino Unido, Francia y Países Bajos, según destacan desde ICEX. En gran parte se ha visto favorecido por el impulso de colaboración tanto con distintos agentes del sector privado como aceleradoras, como también del sector público, lo cual ha significado un soporte para crear este panorama.
Movilización de recursos públicos
“En 2022 ha habido un incremento de iniciativas públicas de promoción del ecosistema foodtech”, destaca Naranjo. La directora de ICEX apunta a que varios factores han contribuido a este fenómeno. “Por una parte, los fondos Next Generation y los proyectos estratégicos (PERTE) de la Industria Alimentaria que se ha puesto en marcha, movilizando una gran cantidad de recursos públicos para potenciar las inversiones en digitalización e innovación en la cadena alimentaria.
Al mismo tiempo, se han realizado iniciativas autonómicas muy atractivas como el Ebro Food Valley, que implica a distintas autonomías como Aragón o Navarra, o el Madrid Food Innovation Hub y MIDE, que van a multiplicar las conexiones entre el ecosistema español y otros en Asia e Iberoamérica. En esta misma línea, se pueden destacar otras iniciativas que estamos gestionando, como el programa de aceleración Desafia Foodtech NL o Innova Invest. El primero de ellos hará crecer a las startups en un ecosistema estratégico como el neerlandés y el segundo potencia la inversión extranjera en proyectos de I+D en España”, explica.
Los sectores que más han llamado la atención de los inversores internacionales son los de restaurantech, explican desde ICEX, debido a la gran experiencia en el sector turismo y desarrollos aplicados para mejorar la eficiencia en la gestión de los servicios. No obstante, también destacan el agritech, por la importancia del sector primario y el esfuerzo que se está realizando en materia de sostenibilidad y aprovechamiento de recursos, sobre todo del agua.
Una iniciativa para impulsar las Startups Foodtech
Eatable Adventures, en colaboración con ICEX y el CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria), ha lanzado una nueva convocatoria para su programa de aceleración de Start-ups en la industria alimentaria, que busca convertir a España en una Foodtech Nation. La aceleradora destaca que el año pasado seleccionaron a cuatro proyectos que multiplicaron por seis su valor en el mercado, al captar el interés de inversores y socios corporativos: Moa Foodtech, Cocuus, Innomy, Proppos y H2hydroponics.
“Es muy interesante porque no solo seleccionar empresas españolas, sino también startups que se implanten en España y quieran operar teniendo nuestro país como sede”, destaca Naranjo sobre el programa. “El crecimiento de las startups foodtech no se puede entender sin una dimensión global, nosotros podemos aportar todo nuestro conocimiento de internacionalización para facilitar el crecimiento de estas empresas”.
Como este programa, el sector privado está desarrollando iniciativas que fomentan la innovación abierta como Nueva Pescanova, Capsa, KM Zero, CNTA, Mahou San Miguel, Pascual Innoventures, Europastry. “Estos proyectos multiplican las sinergias del ecosistema foodtech y aceleran la innovación en toda la cadena alimentaria. Son oportunidades de oro para nuestras startups, que fomentan también el atractivo de nuestra para fondos de inversión nacionales y extranjeros”, explica la directora.
Liderazgo de Madrid, Cataluña y País Vasco
El último informe del sector publicado por ICEX destaca que las tres comunidades autónomas donde hay mayor concentración del ecosistema startup en el sector foodtech son Madrid con un 25 %, Cataluña con un 21 % y País Vasco con un 15 %. Sin embargo, María Naranjo destaca que “la dispersión de las startups, centros tecnológicos, aceleradoras y universidades es realmente muy grande por todo el país”. Asimismo, señala que en toda España hay centros tecnológicos que, junto con algunas universidades y Centros de Formación, colaboran de manera estrecha con estos proyecto en las investigaciones teóricas.
“Por mencionar solo algunas de las Universidades más activas, señalaría la Universidad Politécnica de Barcelona, que colabora activamente con AINIA; la Universidad tecnológica de Mondragón, que trabaja con AZTI, CNTA o BCC. También la Universidad de Murcia, que ha creado un parque tecnológico donde se concentran startups del sector de la proteína alternativa o el desarrollo de nuevos ingredientes”, apunta Naranjo.
Tecnologías disruptivas en un sector de constante innovación
La entrada de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o el big data es igualmente necesaria para hacer crecer este ecosistema innovador que mantiene a España en los primeros sitios de la industria foodtech a nivel mundial. “Los nuevos desarrollos están ayudando a nuestros agricultores a ser más eficientes con la utilización del agua, por ejemplo, o a mitigar el impacto del cambio climático y de fenómenos tan devastadores como la actual sequía. Ejemplos como el de EKONOKE con su empresa de vertical farming es un magnífico ejemplo”, apunta María Naranjo.
La creación de nuevos modelos que utilizan las últimas tecnologías en el mercado para mejorar los procesos en la industria alimentaria han hecho crecer el número de start-ups que deciden patentar sus soluciones, según destaca el informe de Eatable Adventures. El 32,9 % de las startups poseen patentes, el 56,6 % cuenta con un registro de marca y el 29 % tiene secreto comercial.
Naranjo destaca dentro de los avances conseguidos aprovechando el crecimiento de tecnologías disruptivas, el desarrollo en temas de trazabilidad y seguridad alimentaria. “El blockchain va a revolucionar el sistema de seguimiento del origen de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria en los próximos años” apunta, y añade: “Creemos que existe margen para que nuestra industria agrifoodtech crezca en los siguientes años.
Todos los proyectos de inversión pública, la aparición de fondos verticales de inversión privados y la dinámica activa que están asumiendo muchas corporates en la promoción del I+D+i y de la innovación abierta son señales muy positivas que nos indican que el sector tiene por delante una senda de crecimiento muy prometedora”, concluye.