Doctora en Ciencias Biológicas y Médicas por la Universidad de Burdeos, María Pascual de Zulueta dirige el Basque Health Cluster desde hace casi tres años. Un tiempo en el que ha sido testigo activo del crecimiento del sector de la biosalud y de las empresas vascas que trabajan en estas áreas, con especial atención a las que forman parte del clúster, cerca de la mitad de las 150 que hoy día operan en Euskadi.
Han sido tres años intensos, en los que atar muchos cabos. “Hace mucho que no sujeto una pipeta”, señala Pascual de Zulueta que, pese a haber colgado la bata blanca por un tiempo, sigue de cerca los proyectos de investigación de los asociados al BHC –empresas, universidades, centros tecnológicos- e incluso dinamiza algunos proyectos colaborativos. “El sector biociencias-salud es complejo y mi conocimiento científico y la experiencia en transferirlo a las empresas me ayudan a entender sus necesidades desde la gestión. Al tiempo, alimento mi curiosidad científica”.
En su caso, esta curiosidad viene de lejos; de hacer muchas preguntas y contar con un padre que intentó responder a todas. “La gran cuestión que me planteaba era: ¿de qué está hecha la vida? Por eso estudié Biotecnología e incorporé en mi tesis mucha ingeniería genética y biología molecular. Quería explicar la implicación de una pequeña proteína en el transporte inverso del colesterol”.
Tras ejercer la docencia en la Universidad de Burdeos y en la Universidad del País Vasco, en 2017 llegó hasta sus actuales responsabilidades como parte de una corriente favorable. Euskadi fue la primera Comunidad Autónoma que diseñó una estrategia específica para el desarrollo de las biociencias. Era el año 2002, y BioBasque 2010 mantuvo su vigencia durante una década, sorteando los envites de la crisis.
“Era un plan que respondía a la necesidad de diversificar nuestro tejido industrial y de aprovechar nuevas oportunidades basadas en el conocimiento y la innovación”, detalla Pascual de Zulueta, y añade algunos objetivos cuantitativos marcados entonces: la creación de 40 nuevas empresas y 3.000 puestos de trabajo. “El balance hoy es de 150 empresas y 7.250 empleos directos”.
Desde 2016, las biociencias-salud son una de las tres prioridades de la estrategia RIS3,liderada por el Sistema Sanitario Público Vasco y con participación activa del Basque Health Cluster. “Pretende afianzar el sector con el foco en la colaboración público-privada, el emprendimiento y la innovación abierta”, explica la investigadora, y añade que se trata de “una estrategia de especialización inteligente que persigue el desarrollo de un sector de alto valor añadido: beneficia a la salud de las personas, afianza el sistema sanitario como apoyo del ámbito empresarial y es tractor de avances científico-tecnológicos”.
El balance de la dirigente del BHC y las perspectivas de futuro invitan al optimismo. “Los ingredientes fundamentales de la receta son una buena base de conocimiento en nuestras universidades, centros tecnológicos, CICs (Centros de Investigación Cooperativa) e institutos de investigación sanitaria, así como el apoyo al sector empresarial sostenido en el tiempo”. En la parte pública, Pascual de Zulueta no olvida la importancia del Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco y de las tres diputaciones” “Todos ellos han impulsado el sector y fomentado el emprendimiento al crear las bioincubadoras, además de otros instrumentos”.
En los próximos 5 años, el clúster espera representar al 90 % de las empresas privadas del sector y contar en su ecosistema con todos los agentes de la ciencia, la tecnología y la innovación. “Creo que la biosalud tendrá un peso especifico muy relevante en la economía vasca y que algunas de nuestras empresas van a ser referentes internacionales”.
A ello ayuda que en cada una de las cadenas de valor ya sea posible localizar empresas que maduran a buen ritmo. “La terapia génica o la medicina regenerativa serán dos de los campos en lo que despuntaremos. Contamos también con buenas candidatas a convertirse en tractoras de la llegada al mercado de dispositivos médicos, robótica médica e inteligencia artificial. En los próximos años, en el ecosistema habitarán especies de mayor tamaño”, afirma la responsable del BHC.
Pese a que el de las ciencias de la vida es un sector con mayoría femenina, Pascual de Zulueta recuerda que el número de mujeres dirigentes “es todavía anecdótico” e invita a impulsar acciones que incrementen su presencia en puestos de primera línea en las empresas. “La participación de la mujer en la toma de decisiones conllevará actuaciones que reducirán la brecha de género”.
La directora del Basque Health Cluster cree que las más jóvenes deben estudiar aquello que les apasione , “solo así disfrutarán del aprendizaje a lo largo de toda su vida”. Si esas materias tienen que ver con las ciencias, la tecnología o las matemáticas, “les diría que el viaje merece la pena; y a sus padres, educadores y profesores, les hablaría de lo importante que es ser cuidadosos con los mensajes que transmiten y lo beneficioso de mostrar mujeres referentes en todos los campos”.