Mariana Costa, cofundadora y directora ejecutiva de Laboratoria

“Somos una región con demasiado talento perdido”
Mariana Costa, cofundadora y directora ejecutiva de Laboratoria
Mariana Costa, cofundadora y directora ejecutiva de Laboratoria

Antes de fundar Laboratoria en Perú, Mariana Costa ya trabajó en programas de desarrollo social en países como El Salvador, Guatemala, Haití y Kenia, con instituciones como TechnoServe o la Organización de Estados Americanos. Su trayectoria, por tanto, ha apuntado siempre en la dirección del compromiso con un mundo más justo, lo que le ha llevado a recibir múltiples reconocimientos por su trabajo como emprendedora social. Entre ellos destaca el premio del MIT Technology Review para Innovadores Menores de 35.

Laboratoria es una empresa social que empodera a mujeres jóvenes  que no han tenido acceso a educación superior de calidad, formándolas como desarrolladoras web e insertándolas laboralmente en la industria tecnológica. “Nuestra meta es convertir al creciente sector de tecnología en una fuente de oportunidades para más mujeres en América Latina”, dice esta bachiller en Relaciones Internacionales por la London School of Economics, que también tiene una maestría en Administración Pública y Desarrollo en la Universidad de Columbia en Nueva York.

Aunque nació en el Perú en 2014, en la actualidad Laboratoria también opera en México y Chile. “En 2016 estaremos graduando a 300 mujeres jóvenes en desarrollo web, con el compromiso de que el 70 por ciento de las egresadas logre insertarse en el sector digital y triplique sus ingresos”, añade Costa en una entrevista a innovaspain.com.

Para llegar aquí, el camino no ha sido fácil, aunque sí “gratificante y divertido”. “Hemos aprendido cómo encontrar talento donde nadie más lo está buscando, cómo crear un modelo educativo que capacite en meses en lugar de años, y cómo insertar a jóvenes excluidas de la economía formal en empresas de tecnología –señala-. Desde el primer día hemos puesto muchísimo esfuerzo en construir un modelo de impacto sólido; ahora nuestro reto es hacerlo sostenible”.

Mariana Costa califica como “increíble” todo el apoyo que han recibido desde diferentes frentes, desde empresas que emplean a sus egresadas, hasta los líderes de la industria tecnológica. “Es muy motivador ver cómo tantos actores se quieren sumar al crecimiento de Laboratoria, ayudándonos así a impactar en la vida de más jóvenes en la región”.

Talento perdido

El proyecto se encuentra en un momento de pleno crecimiento. “Continuamente vamos mejorando nuestra operación actual, pero a la vez aprendiendo de la experiencia para evolucionar nuestro modelo”, afirma la fundadora. En 2016 han duplicado su capacidad de formación, capacitando a 300 jóvenes, y en 2017 esperan llegar a los 600. Además, están pensando en extenderse a un cuarto país de América Latina. 

En su opinión, “la educación es una de las soluciones clave a algunos de los principales problemas” de América Latina. “En el caso de Laboratoria, creemos firmemente que necesitamos más educación orientada al trabajo, que responda a una demanda de mercado y que prepare a jóvenes de manera integral para tener éxito en el mundo laboral”. “Somos una región con demasiado talento perdido por la falta de oportunidades, y la educación es fundamental para cambiar esta realidad”, añade.

Las dificultades se multiplican en el caso de las mujeres. Costa asegura que algunas estudiantes pasan cuatro horas diarias en transporte público para poner estudiar en Laboratoria. “Hay contextos familiares y culturales complicados que hacen más difícil la transición a un empleo formal –continúa-. La gran mayoría de ellas se enfrenta por primera vez al mundo de la tecnología, aprendiendo algo completamente nuevo y retador”. Por eso, “deben aprender a confiar en su capacidad de aprender, y a proyectarse en una carrera en una industria todavía dominada por hombres”.

Y siguen afrontando nuevos retos, como extender significativamente su oferta curricular ofreciendo a sus egresadas “un programa de capacitación continua para que sigan creciendo como desarrolladoras una vez ya están trabajando”. “Además, tenemos que seguir fortaleciendo nuestro modelo negocio, avanzando hacia la sostenibilidad sin perder nuestro impacto. Manejar el crecimiento también es un reto importante: debemos de lograr llevar nuestra solución a muchas más mujeres en muchos más lugares, de la manera más consistente y efectiva posible”.

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