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Cosentino

Mario Picazo: "El click para pasar a la acción debe llegar antes de que el agua entre por debajo de la puerta de casa"

El meteorólogo ha intervenido en la XV edición de Greencities & S-Moving, que ayer concluyó en Málaga
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Mario Picazo y el Profesor de Investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales mantuvieron un diálogo después de la conferencia del meteorólogo. Imagen: @forogreencities.

MÁLAGA- Las ciudades son las principales ‘culpables’ de la crisis climática, pero, al tiempo, pueden tener la llave para mitigar el problema. El meteorólogo Mario Picazo ha pasado por Greencities & S-Moving, que ayer clausuró su XV edición en FYCMA (Palacio de Ferias y Congresos de Málaga), para detallar cómo las ciudades impactan en la climatología global sin cerrar del todo la puerta a la esperanza en un cambio de escenario cada vez más complejo. 

Lo que pasa en las ciudades no se queda solo en las ciudades”, apuntaba Picazo en alusión a cómo las zonas urbanas son responsables de entre el 70 y el 80 % de los gases de efecto invernadero a escala globlal. “Toda esa energía que generan las ciudades retorna en forma de climatología extrema con fenómenos cada vez más comunes”. 

El experto se remontaba una década atrás, cuando Naciones Unidas lanzó los ODS para intentar poner orden a las prioridades del planeta y marcar el camino a seguir. “¿Estamos avanzando al ritmo adecuado? Diría que no. Es preciso un esfuerzo mayor en las próximas décadas”. Así lo demuestra, entre otras muchas cosas, que ya hayamos superado los 1,5 grados de calentamiento y vayamos camino de los 2 grados. 

Responsabilidad de todos

En esta pescadilla que se muerde la cola, Mario Picazo ponía el acento sobre la responsabilidad de cada uno de nosotros y la tendencia a echar balones fuera o a frivolizar con una cuestión en la que nos jugamos el futuro. “La amenaza principal para el planeta es pensar que otro será quien resuelva el problema. Y aquí incluyo a individuos, empresas, ayuntamientos y gobiernos. Si el vecino ya recicla, ¿para qué me voy a involucrar? Si otra empresa o ciudad está haciendo los deberes, ¿tiene sentido que yo dedique esfuerzo y dinero a frenar la crisis climática?”.

A lo largo de las últimas tres décadas, la meteorología se ha hecho con las herramientas tecnológicas y el conocimiento necesarios para poder mostrar con objetividad lo delicado de la situación en función de la evolución de modelos que consideran distintas variables. Los datos hablan por sí solos. Las curvas de CO2 y metano, dos de los agentes más nocivos para nuestro planeta, se han disparado. 

Para Picazo el problema no es el cambio en sí mismo. La humanidad ha vivido otros momentos de profunda transformación. Lo relevante ahora es el ritmo desmedido en el que se producen esos cambios, con una población que crece y crece, y unos recursos limitados incapaces de reengancharse al timing que la regeneración natural exige.

Efectos y consecuencias 

“Por fortuna tenemos un pulmón verde, al vegetación; y otro azul, mares y océanos, que nos echan un cable para reducir CO2”. Pero de vuelta a los datos, el meteorólogo recordaba que los últimos 15 meses han sido los más cálidos desde que hay registros. “El enero más cálido, el agoto más cálido… Hemos entrado en una espiral de calentamiento que rompe la dinámica de altibajos que dominó las últimas décadas. 

Los océanos, ‘esponjas’ naturales que absorben hasta el 90 % de la energía generada por los humanos, también se están calentando a toda máquina. “A los científicos nos trae de cabeza los efectos que puede tener esa derivada”. Además, hemos perdido parte de ese espejo que es el hielo ártico, otro elemento absorbente. 

Mario Picazo explicaba que la transformación superficial de la tierra impacta en la dinámica atmosférica. “La corriente en chorro, responsable de mover y marcar los límites entre grandes masas de aire ha cambiado”. La consecuencia: olas de calor extremas, calima, precipitaciones intensas, fenómenos como Filomena y, de seguir así, huracanes en el Mediterráneo propios del clima tropical.

"Las supermanzanas de Barcelona tienen más ventajas que desventajas"

Entre las soluciones propuestas, algunas más obvias, como potenciar e invertir decididamente en energías limpias. “No es suficiente. Urge que las ciudades apuesten por una movilidad mucho más sostenible, con restricciones al trafico y más zonas verdes”. En este sentido, el experto ha defendido que las supermanzanas de Barcelona, “polémicas políticas aparte”, tienen más ventajas que desventajas para la ciudadanía. Además de los beneficios para el medioambiente, Picazo se detenía en cómo las supermanzanas fomentan la socialización y el contacto con los demás. “Y eso también es sostenibilidad”.

El progreso científico e innovador es otra baza a favor para echar el freno con más agilidad y garantías. La ingeniería climática ha pasado de moverse en la ciencia ficción a trabajar en varios experimentos cuyo objetivo es reducir la energía que llega al planeta. En las ciudades, la transformación digital de los procesos puede favorecer una reducción de emisiones que ya rondaría el 20 %, “siempre y cuando sean mejorados procesos todavía arcaicos”. Y en otra linea de acción, Picazo cree que existe mucho margen de mejora en la gestión de los residuos para lograr ciudades donde la economía circular sea un eje central reutilizando más porcentaje de las ingentes cantidades de materias primas que son desechadas. 

“El problema es simple”, concluía Mario Picazo. “Muchos queremos hacerlas cosas de forma diferente. Pero una cosa es pretender demostrar que eres una persona, una ciudad o una empresa dispuesta a emprender un cambio, y otra es tener verdaderamente la mentalidad para hacerlo. El click necesario para la acción ha de llegar antes de que el agua entre por debajo de la puerta de casa”.