El ictus es la principal discapacidad neurológica entre adultos. Cada año se producen 120.000 casos nuevos en España y, la mayoría de ellos, no tienen acceso a una tecnología adecuada para rehabilitarse. Como solución a este problema, en octubre de 2018 abría sus puertas en Badajoz Neurofit, un gimnasio pionero en España por combinar tecnología puntera con un método de trabajo propio basado en la gamificación, la eliminación de barreras y la progresividad.
Su artífice es Maripaz Bureo, a quien un traumatismo craneoencefálico le produjo a muy temprana edad diferentes secuelas por las que hoy tiene reconocido un 53 % de discapacidad. Lejos de bajar la guardia, y tras trabajar en diferentes centros de rehabilitación y hospitales, Bureo vio como, casi sin darse cuenta, empezaba una carrera emprendedora de éxito.
Su primera aventura empieza en el año 2008. “Percibí que abundaban los pacientes que tenían dificultades para desplazarse a hacer rehabilitación en las primeras fases, después de recibir el alta hospitalaria, ya que muchos dependían de que alguien les llevara”. Ese fue el principio de Fisioasistencia, un negocio vigente que ha atendido a más de 4.000 pacientes en los últimos diez años.
Diplomada en Terapia Ocupacional y en Fisioterapia, en 2014 Bureo empezó a darle vueltas a llevar el concepto rehabilitación a otro nivel. Y fue tan lejos que parte de la tecnología del gimnasio Neurofit es utilizada por la NASA. “Nuestro objetivo es que cualquier persona pueda trabajar sobre sus capacidades motoras independientemente de la lesión que haya sufrido o del grado de control que tenga, y eso requiere utilizar tecnología específica para este propósito, que no es habitual en clínicas o centros de rehabilitación tradicionales”.
Cuando el proyecto tomaba forma, montaron un taller en el que adaptaron todo tipo de equipos de rehabilitación ‘corrientes’ para que fueran accesibles y útiles para personas con dificultades motoras. En paralelo, el equipo de Neurofit realizó decenas de viajes a fin de conocer el trabajo de empresas y grupos de investigación ubicados en Estados Unidos, China, Canadá y Europa. “Queríamos ver de cerca la tecnología más puntera y desarrollar un método de trabajo a la medida de cada perfil de paciente”, apunta Bureo.
Las satisfacciones llegaron a finales de 2018, cuando los primeros pacientes –con los que habían testado su particular modus operandi de manera intensiva- les transmitieron su alegría al comprobar cómo recuperaban capacidades que consideraban perdidas. En el año que acaba de concluir, Neurofit ha ayudado a más de 200 pacientes.
Dentro de las innovaciones de las que se han podido beneficiar estos pacientes, Bureo destaca un brazo de compensación de la gravedad para el miembro superior afectado en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular. “Compensa el peso del miembro afectado del paciente, permitiéndole movilizarlo de forma autónoma 360 grados y realizar ejercicios progresivos de todo tipo”. Esta tecnología está basada en una patente de la NASA, que utilizaba el brazo para enseñar a los astronautas a realizar trabajos en condiciones de ingravidez.
Neurofit cuenta también con una cinta sensorizada que detecta la forma de caminar del paciente, y que combina señales sonoras y visuales para educar la marcha; un sistema de electroestimulación funcional para el tratamiento del pie equino y otras soluciones para facilitar el proceso de rehabilitación del paciente neurológico.
En la primera mitad de 2020, Neurofit abrirá un centro en Madrid. “Estamos desarrollando un plan de franquicias con el que esperamos llegar a más lugares y un interesante proyecto de formación para profesionales. Nuestra intención es implantar un centro de desarrollo tecnológico en nuestras instalaciones de Badajoz donde trabajar en el diseño de tecnología para la rehabilitación”. La empresa ha abierto una ronda de inversión participativa a través de la plataforma de impacto social, la Bolsa Social, donde espera recaudar entre 150.000 y 188.000 euros.