La mariposa hormiguera (Phengaris alcon) es una especie amenazada que se encuentra en declive, sobre todo en Cataluña. Pero la naturaleza es sabia, y estos lepidópteros han encontrado una manera de sobrevivir: bajos las líneas de Red Eléctrica, que se han convertido en un mosaico discontinuo de refugios singulares para animales amenazados.
A estas mariposas, denominadas como amenazadas en el catálogo de fauna de Cataluña y en el Atlas y Libro Rojo de los Invertebrados de España, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las han encontrado investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Y lo han hecho en este lugar inesperado que ahora sirve como refugio de biodiversidad para luego poder gestionar su conservación.
“Las líneas eléctricas crean un mosaico discontinuo de refugios singulares para especies de espacios abiertos. Estas islas de biodiversidad, en muchos casos, son espacios vitales, debido al grado de amenaza actual de algunas especies de flora y fauna. Este estudio ofrece una nueva visión de las zonas con gestión forestal bajo el tendido eléctrico, que permite mantener y gestionar especies polinizadoras y flora singular”, explica la profesora del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y Ecología de la UAB Ana Morton.
Financiado por Redeia, a través del proyecto Naturaleza en Red, también ha contado con la colaboración de la entidad ambiental Bufalvent. Con esta iniciativa se realiza un proyecto conjunto con la finalidad de investigar la biodiversidad existente bajo las líneas eléctricas; evaluar el efecto de la gestión sobre la fauna y flora y cartografiar las líneas con un mayor interés como refugios de biodiversidad de especies de zonas abiertas.
Además, los resultados de este estudio van a permitir evaluar “la riqueza y abundancia de fauna y flora que se concentra en estos espacios bajo las líneas, la presencia de especies amenazadas o en peligro y el efecto de las líneas como puntos de biodiversidad. Se espera que estos resultados ayuden a realizar una gestión que tenga en cuenta las especies más vulnerables, con el fin de favorecer su conservación y dispersión”.
Por qué están desapareciendo
Cabe recordar que, como otros muchos insectos y polinizadores, la mariposa hormiguera está en declive en Cataluña, donde su distribución “se limita a zonas concretas del Pirineo y otras localidades en zonas abiertas, a menudo ligadas a la ganadería extensiva de montaña, y también en prados de siega”, indican en el estudio
Asimismo, detrás de su descenso poblacional están, en gran medida, los cambios de uso de suelo y otras modificaciones provocadas por el ser humano. “En concreto -indican desde la UAB-, la disminución de los usos ganaderos tradicionales ha comportado un crecimiento del matorral y la expansión del bosque, la fragmentación de su hábitat que, unido al pequeño tamaño de algunas de sus poblaciones, está provocando la desaparición de las poblaciones de esta especie”.
De ahí que, en los últimos veinte años, los polinizadores hayan sufrido una reducción de sus poblaciones a nivel local, europeo y mundial. Sin embargo, este grupo de insectos es fundamental para el ecosistema porque "no solamente lo mantienen sano y resiliente, sino que son claves para la agricultura y la salud de las personas”.
Como recogen en el propio dossier, Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad de Redeia, cree que esta colaboración científica permite demostrar que las líneas eléctricas “se comportan como corredores de biodiversidad, creando espacios y oportunidades para la fauna y la vegetación. Son ‘oasis’ que proporcionan refugio y alimento a una fauna muy variada. Así, bajo los tendidos de las líneas eléctricas muchas especies se desplazan por el territorio. De hecho, la red de transporte de energía eléctrica en España podría llegar a conectar el 60% de los espacios de la Red Natura 2000”.