Marlon Ferreira y el chocolate capaz de transformar vidas

Hablamos con el joven colombiano, fundador de Maluwa, la empresa chocolatera reconocida por la calidad de sus productos y el impacto positivo en los productores locales. Ferreria participó en “Sembrando futuro”, el encuentro organizado en Madrid por la Fundación Microfinanzas BBVA
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Marlon Ferrerira, con algunas de las variedades que ofrece Maluwa.

Aunque la chocolatería colombiana Maluwa nació en 2019, su historia empieza mucho antes, dice su artífice, Marlon Ferreira. “Cuando estaba en el colegio, solía fundir y moldear chocolates para venderlos entre mis compañeros. Todas las tardes dedicaba mi tiempo a perfeccionar pequeños detalles, sin imaginar que ahí estaba naciendo un sueño”, relata en una entrevista con Innovaspain

Tras finalizar la escuela, se formó como tecnólogo en transformación de cacao y productos de chocolatería industrial, y fue chocolatero, instructor y asesor de empresas y asociaciones. “Durante esos primeros años, también me involucré en proyectos que me conectaron profundamente con los agricultores, aprendiendo de sus desafíos y realidades. Fue ahí cuando comprendí que mi propósito iba más allá de hacer chocolate: quería contar historias, rescatar tradiciones y transformar vidas”, relata. Marlon Ferreira tomo esta decisión desde su pequeño municipio norteño de San Gil, Santander, trabajando con cacaoteros de ocho departamentos. 

En pocos años, no sólo ha acumulado reconocimientos por la calidad de sus productos (como sus premiadas barras 80 % de origen Chocó y chocolate blanco con maracuyá), sino que ha puesto en marcha una fundación que apoya a niños y jóvenes de familias productoras. Por esta labor, Ferreira fue uno de los cacaoteros invitados al evento “Sembrando futuro”, de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), que nucleó historias de emprendedores que recibieron financiación y lo transformaron en impacto positivo. 

“Desde el principio, nuestra misión ha sido no sólo crear un chocolate de calidad premium, sino también generar impacto social y ambiental”, añade el emprendedor. 

El Juan Valdés del chocolate

“Cumplimos ya seis años dentro del sueño de unir lo mejor del campo colombiano con un enfoque innovador”, dice Ferreira. Compran directamente el cacao a productores de Santander, Arauca, Huila, Antioquia, Norte de Santander, Chocó y Meta, y lo procesan en San Gil. De esta forma, ofrecen “diferentes tipos de chocolate partiendo de las características propias del sabor de esos cacaos”. Sus barras de chocolate tienen el mapa del país con las cordilleras en 3D, y dentro de cada empaque se puede conocer la historia de los productores

Malawa recibió su primera financiación de Bancamía, entidad de la FMBBVA, que les permitió comprar sus equipos y comenzar a trabajar sus productos. “Ellos fueron los primeros que creyeron en nosotros y han sido un apoyo fundamental”, remarca Ferreira. El mensaje, dice, es que el trabajo en equipo y el apoyo con claves para este tipo de emprendimientos y proyectos. 

El objetivo próximo es ser referente de chocolatería tanto en su país como a nivel internacional. “Cuando se habla de, por ejemplo, Juan Valdés en el café, se sabe que es café colombiano. Que cuando hablemos de Malwa a nivel nacional e internacional, sepamos que es chocolate y cacao colombiano”, indica. 

Apuntan a aumentar el volumen de producción, lo cual va a implicar comprar a más productores, dar más oportunidades, pagar mejor y cumplir, también, su otro gran objetivo: contribuir al desarrollo de las comunidades. 

Antes coca, hoy cacao

“En Maluwa estamos convencidos de que el chocolate tiene un poder transformador”, dice. Un ejemplo, que le da esperanza, es que en Colombia el cacao está sustituyendo hectáreas que antes eran dedicadas a la coca y cultivos ilícitos, mostrando su poder en generación de empleo.  

El cacao también puede ser un medio para la reintegración de aquellos que fueron víctimas del conflicto armado o que estuvieron involucrados en el mismo, dice Ferreira. “Es un puente para un nuevo comienzo”. 

“Nuestra frase insignia en Maluwa es que vemos al cacao y al chocolate no como un fin, sino como un medio para generar desarrollo social, económico y ambiental en nuestro país”, dice el joven. 

Pintar con chocolates nuevos comienzos 

Maluwa lleva adelante la fundación Pinta Tus Sueños de Chocolate con programas educativos para los niños y jóvenes de las comunidades cacaoteras, especialmente a aquellos que provienen de entornos rurales o de sectores marginados. Aprenden sobre cómo trabajar con el cacao, pero también el valor que tiene en su entorno. 

“Les mostramos que son parte esencial de la cadena de producción del chocolate, y que su trabajo tiene un impacto positivo en su comunidad y en su país”, indica. Además, aprenden habilidades de emprendimiento y liderazgo para que puedan crear su propio proyecto de vida. 

“Nuestro objetivo es llegar a más niños, niñas y jóvenes en comunidades cacaoteras”, cuenta el joven, ya que su visión es que “el crecimiento de Maluwa y de la fundación van de la mano”.

Historias de personas “echadas p'alante”

Ferreira cuenta que en todo su camino ha sido esencial el apoyo de su madre y su padre. “El poder que tiene la familia como motor para motivar, sostener y animar a seguir adelante es invaluable”, dice Ferreira. 

“Además, me inspiran profundamente las comunidades de agricultores con las que trabajamos. Ellos, con su dedicación y amor por el cacao, me recuerdan a diario que nuestro propósito es más grande que el producto mismo: es la posibilidad de transformar vidas, rescatar tradiciones y construir un futuro sostenible para nuestro país”, agrega.

Por ese motivo, está trabajando en una serie de historias de esos productores. “Queremos que estas historias de cambio y desarrollo se conozcan tanto en Colombia como fuera del país. Historias de personas ‘echadas p'alante’ que, a pesar de las dificultades, logran salir adelante a través del cacao y del trabajo en equipo. Estas historias de esfuerzo, valentía y resiliencia son las que realmente muestran el verdadero rostro de Colombia y son las que nos dan la esperanza de que, con trabajo y dedicación, este país puede crecer y seguir avanzando”, concluye. 

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