Mathieu Carenzo (IESE): “No podemos esperar a que el Ibex 35 cree empleo, la gente tiene que moverse”

Entrevistamos a Mathieu Carenzo, cofundador de Venture Hub, profesor asociado en IESE y autor el libro "Hablando en plata". Analiza para Innovaspain qué le falta al tejido empresarial e industrial español para ser una "locomotora de innovación"
Mathieu Carenzo Ibex
Mathieu Carenzo, socio fundador de Venture Hub y profesor asociado en IESE Business School.

Tras comenzar su carrera en Danone, Mathieu Carenzo se sacó los galones en gestión del crecimiento empresarial dirigiendo la expansión de Airbus Helicopters en Centroamérica. Hoy, este profesor asociado del IESE Business School es también socio fundador de Venture Hub. Se ha significado en el panorama inversor español con presencia en unicornios como Glovo y en scaleups como Bizaway, Amphora o Trioteca. Acaba de lanzar el libro Hablando en plata, “estamos ya en la segunda edición en tres semanas. No me lo esperaba, para serte transparente, es una grata sorpresa”.

Pregunta: Es algo remarcable, sí, ¿a qué lo atribuyes?

Respuesta: El emprendimiento cada día tiene más importancia, no podemos contar con que las empresas del Ibex creen empleo, la gente tiene que moverse. Hay un cambio generacional, con aspiraciones diferentes, y un interés cada día mayor entre los jóvenes. También influye de alguna forma la cultura americana y la búsqueda no tanto de seguridad, sino más bien de libertad. Creo que estas son las principales razones, más allá de los méritos del contenido del libro. Parece que es muy complicado emprender y da miedo, pero no tiene ningún sentido. Hace 30-40 años, si tú emprendías, te marcaba para volver al mercado del trabajo, pero esto ha desaparecido. Hoy puedes emprender a los 25, luego a los 35 trabajar en una empresa y luego volver a emprender.

Pregunta: Mario Nemirovsky me decía hace un año que hay pocos talentos tecnológicos de alto nivel en España, pero aún hay menos CEO. Estás en la tercera mejor escuela de negocios del mundo, el IESE, ¿por qué las escuelas de negocio no crean en España CEO capaces de escalar las grandes ideas a nivel global?

Respuesta: Creo que estamos mejorando y la pregunta toca un punto súper relevante. Yo llegué a España hace 20 años y emprender era para la gente que no encontraba trabajo en banca o consultoría. Estamos mejorando, pero todavía nos queda mucho. Si observas a nuestros unicornios, no tenemos tantos como necesitaríamos, pero tenemos. Y han salido del IESE, de Esade, del IE, estas empresas se han montado y han creado decenas de miles de empleos. Estamos en la fase inicial de crecimiento, pero nos queda bastante.

"Aparte de Juan Roig, a nuestros grandes empresarios les falta empuje"

Pregunta: Una de nuestras mejores empresas de fotónica ha tenido que fichar como CEO a un ex de Texas Instruments.

Respuesta: El número tres de Meta estudió en la Universidad de Navarra. No son tan visibles, eso es otro de nuestros retos. Aparte de Juan Roig, que ha montado Lanzadera y está visible en este ecosistema, a nuestros grandes empresarios les falta empuje. No sé por qué no están más presentes. Y si no, el Ibex 35.

El Ibex 35 debería ser una locomotora de innovación como lo es el tejido industrial centroeuropeo.

Llegué a España hace 20 años y el Ibex de hoy lo componen las mismas empresas.

Si las grandes corporaciones españolas que más solicitudes de patente europea presentan no pasan de las 15, hay poco que hacer.

Tienen un rol absolutamente clave que debe mejorar, en el sentido de que, si las decisiones estratégicas como empresa se toman siempre con dos criterios, el dinero y el corto plazo, siempre van a ir en contra de la innovación. Tiene que haber una visión estratégica más amplia, que no sea únicamente de defensa de lo que una empresa tiene, sino de crecimiento.

Si en lugar de invertir en tecnología hubieras invertido en ladrillo, ¿habrías ganado más dinero?

Yo he ganado más. Invertir en ladrillo o en bonos sigue una campana de Gauss, pero hacerlo en empresas emergentes supone que las que funcionan bien generan un retorno que cubre a las que no dan retorno. Esto va de cuartiles: el cuarto superior de los inversores en startups gana más que si hubieran puesto el dinero en ladrillo, pero el 75% gana menos.

"Las grandes empresas españolas tienen una aversión al riesgo mayor"

En España es más fácil captar inversión si te diriges al consumidor final, al que puedes acceder vía redes sociales, que si desarrollas una investigación científico-tecnológica y lanzas una deep tech.

Me gustaría tener una respuesta muy contundente sobre esto. El problema fundamental, viéndolo desde la parte más inversora, es de salida. No tenemos en España las empresas grandes que al final del camino compren estas tecnologías. Quién me devuelve el dinero, quién lo lleva a mercado. Las españolas tienen una aversión al riesgo mayor. Si acabamos vendiendo a Roche, la parte la más importante del valor, al final se va fuera y esto desanima. La ventaja intrínseca de la ciencia es el desarrollo, pero cuanto antes metamos una dimensión de mercado, mejor.

Se enseña Economía en las carreras de ciencia, pero no ciencia básica en Derecho y Económicas.

Nos queda bastante trabajo para que en España los dos mundos conecten. Cuando analizo una nueva inversión, lo que estoy buscando en el equipo es diversidad, de conocimiento, de formas de hacer, de capacidades. Quiero alguien que sepa desarrollar ciencia, producto y otro que sepa venderlos. Si el equipo reúne todas estas habilidades, obviamente tendrá más probabilidad de éxito.

Las herramientas tecnológicas facilitan emprender, porque son mucho más accesibles que nunca, pero es difícil conectar con la inversión española, especialmente cuando las rondas suben de los 5-10 millones de euros.

Tenemos más un problema de inversor que un problema de emprendedores. La economía de España está entre las 15 primeras del mundo, pero en intensidad de inversión en empresas emergentes somos la número 26. Hay un gap enorme entre la realidad de nuestro ecosistema inversor y la de nuestro ecosistema emprendedor. Esto tiene consecuencias, a veces el capital se encuentra fuera de España y mucha parte del valor creado se va. Los inversores en España, en Europa en general, suelen invertir más en acciones del Ibex 35 o en el sector inmobiliario. En un país con un 30% de paro juvenil, hasta cierto punto creo que hay una responsabilidad de los inversores de no únicamente ver el rendimiento a corto plazo, sino dedicar una parte a nuevas empresas, a la innovación.

"Crear un ecosistema emprendedor e inversor potente va de trabajo, no de suerte"

Es muy difícil ser valiente en España. Tenemos claro lo que hay que hacer, pero pasar de las ideas a la acción es tan difícil... hay multitud de obstáculos, desde la universidad hasta la Administración o el cierre a la competencia en sectores. Eso espanta a los inversores.

Hace algunos años estaba dando una charla y un private equity que estaba festejando sus 10 años en España. Había unas 200 personas y pregunté quién en los cinco últimos años había invertido en una empresa emergente o en proceso de escalado que no hubiera lanzado un familiar. Se levantaron cinco manos. Eso lo haces en Estados Unidos o en Israel y se levantan 50 o 60 manos. Nos podemos quejar mucho, podemos lamentarnos de que los impuestos son altos, que lo son, pero qué estamos haciendo cada uno de nosotros para que esto cambie.

La inversión en emprendimiento tecnológico corre el riesgo de dejarse llevar por modas, que muchas veces conducen a la decepción.

En las empresas nuevas, la innovación no es la búsqueda de la ganga, de pagar barato, del “a ver si tengo suerte y tengo un pelotazo”. Es trabajo, es montar un porfolio, invertir en emprendedores que tienen no únicamente ideas, sino que han identificado oportunidades. Hay una cosa que tenemos que desmitificar: si quieres tener la oportunidad de invertir en Glovo como yo, o de invertir en Cabify, tienes que haber invertido en 20 otras que no han funcionado igual de bien. Esto de crear un ecosistema emprendedor e inversor potente va de trabajo, no de suerte. Hay que actuar seriamente para aumentar la probabilidad y no esperar a que te toque la lotería.

Alguien me dijo: “estoy invirtiendo en IA”. Tal cual.

No significa absolutamente nada. Ahora estamos en la IA, hace dos años era cripto, hace cuatro era el blockchain, antes el Metaverso. Todo esto son tecnologías empoderadoras, invertir en IA no significa nada si no tienes claro para qué.

¿Cómo serán los emprendedores del futuro?

La clave es qué necesidad vas a cubrir.

Esto de las modas… hay un tema que a me impacta mucho: en España existe un mecanismo por el que si se invierte en empresas emergentes, con algunas características específicas de capital y de menos de tres años, básicamente se puedes eliminar de la base imponible el 100% de esta inversión, que en función de la tasa impositiva puede suponer más del 50%. Esto es algo que existe desde hace más de 10 años, pero la gente no lo utiliza, entonces la gente no lo utiliza porque no lo sabe o porque no quiere.

¿Cómo tiene que ser el emprendimiento en la segunda mitad de la década?

Los próximos años, el reto es cómo la inteligencia artificial modifica el panorama. Va a ser transformador, absolutamente seguro. En mi portfolio de startup, veo que la adaptación ahí es importante. Puede que funcione para algunos procesos específicos y para otros no.

Los emprendedores de éxito en el futuro serán capaces, desde muy pronto, de montar equipos que abracen a toda la sociedad. Una startup, por su propia naturaleza, cuando comienza, es un proyecto económico no muy atractivo para la gente con talento en el mercado. No pagan bien, no dan seguridad en el trabajo, no ponen una marca de prestigio en el currículum. Si quieren credibilidad se van a Telefónica o McKinsey. Pero las startup pueden dar un propósito atractivo, pueden acceder a talentos que a lo mejor no cuadran dentro de las grandes compañías, no tienen que limitarse en el proceso de selección. Y eso es maravilloso, totalmente abierto, es una fuerza competitiva brutal frente a los grandes dinosaurios.

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