En el 2013, la Junta de Extremadura lanzó el proyecto Medea, una iniciativa que consiste básicamente en una iniciativa de medicina personalizada centrada en el paciente que busca optimizar la prescripción en condiciones habituales de la práctica clínica. Para ello, además del análisis genético, deben integrarse otros datos relevantes de la respuesta a fármacos (antecedentes, datos analíticos y otros factores relevantes).
Ahora, diez años después, el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha visitado el laboratorio Medea, en el Hospital Universitario de Badajoz. “El Proyecto Medea lo que hace es estudiar a la población extremeña para poder conjugar variables genéticas y variables clínicas que permitan predecir que el tratamiento, que les va a prescribir el médico, sea más efectivo y seguro”.
“Medea es un proyecto que se configura dentro de la compra pública innovadora en la que colaboran el sector público y privado, desde el ámbito de la investigación y de la innovación, para cuando no hay un programa, un producto en el mercado poder construirlo las empresas y los investigadores”, ha explicado.
“Está centrado en el paciente y no en la enfermedad. Constituye un sistema de apoyo a la toma de decisiones de los profesionales sanitarios”.
Clínica y genética, de la mano
Como ha indicado Vergeles, el objetivo fundamental de Medea, es que aquellos profesionales que prescriben en su estación clínica de su sistema de información puedan disponer de los datos de genética y clínicos de cada paciente. “Y que eso pueda orientarles para hacer la prescripción de un determinado medicamento y evitar que produzcan reacciones adversas o que, estando tomando más fármacos, interaccione con esos otros”.
Del mismo modo, ha asegurado que “la clínica y la genética tienen que ir de la mano”. Y es que Medea estudia a la población, de la cual ya hay en el sistema una parte de análisis clínicos y antecedentes personales. “Hay una base muy importante en el programa Jara hecha por los profesionales del Sistema Extremeño de Salud y ahora falta la parte genética y eso es lo que desarrolla el laboratorio Medea. Incorpora, a cada uno de los pacientes, un análisis genético de aquella parte relacionada con el metabolismo de los diferentes fármacos”.
Por último, Vergeles ha destacado que el pasado viernes se constituyó la Asociación para la Innovación en Medea, que ya está formada por aquellas empresas -seis- «que están interesadas en trabajar con el SES y en desarrollar los productos; primero, el sistema informático que se incorpora a Jara y, en segundo lugar, todo lo relacionado con una medicación más efectiva y más segura».
Cabe recordar que en el proyecto participan actualmente 183 profesionales sanitarios en ejercicio de las ocho áreas de salud de Extremadura. El 45% son médicos de Atención Primaria, el 25% de Oncología, otro 25% de Salud Mental y el 10% del resto de especialidades. Un total de 66 centros sanitarios de Extremadura están comprometidos en el desarrollo del proyecto.
A día de hoy hay 3.616 personas estudiadas, de los que el 30% presentaron alguna reacción adversa, por la cual tuvieron que realizar algún tipo de consulta al profesional sanitario. El 16,7% de las reacciones documentadas fueron graves o muy graves. El consumo de fármacos por paciente de media observado es de seis fármacos.