Un páncreas artificial no invasivo para la diabetes

Medicsen cuenta con el primer dispositivo del mundo que administra fármacos sin agujas, desarrollado desde cero por la propia compañía
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Medicsen acaba de alzarse como finalista en los Premios Mapfre a la Innovación por su proyecto de salud: un páncreas artificial no invasivo para cuidar la diabetes. Lo hace administrando fármacos sin agujas –primer dispositivo del mundo en este sentido–, por lo que esta tecnología podría adaptarse a otro tipo de enfermedades. Haciendo uso de las ondas inocuas que emite se aparato, los poros naturales de la piel se abren permitiendo la entrada de macromoléculas.

La idea nació en 2015, cuando Eduardo W. Jørgensen, CEO de Medicsen, fundó la empresa. Una niña con diabetes dijo que no quería seguir usando el tratamiento de insulina por los pinchazos y la incertidumbre. Y eso le hizo pensar en un proyecto que ha derivado en el páncreas artificial no invasivo. 

“Conceptualizamos un páncreas artificial no invasivo para solucionar los problemas percibidos por los pacientes, contando con dos componentes tecnológicos”, explica Jørgensen. "El software se encarga de predecir la glucosa que tendrán los usuarios durante las próximas dos horas, aportando consejos de estilo de vida y solucionando dudas como ‘¿puedo tomar un zumo en 30 minutos?’, para mantener la glucosa estable”. Por otro lado, el hardware consiste en un dispositivo tipo parche que administra los fármacos a través de la piel “sin agujas ni dolor”.

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Eduardo W. Jørgensen, CEO y cofundador de Medicsen.

Una tecnología desarrollada desde cero

Para que la herramienta de Medicsen funcionen, desarrollaron desde cero una tecnología basada en ondas de sonido inocuas que generan microporos en la superficie de la piel y logran aumentar la permeabillidad de la misma a fármacos que, a día de hoy. se administran con inyecciones subcutáneas, como la insulina. “Además, esta tecnología ha sido incluida en un dispositivo tipo parche que permite recibir las dosis necesarias de fármaco en cualquier lugar y situación, con comodidad y discreción”, subraya. 

Pero, ¿qué son las ondas inocuas exactamente? “Las ondas de ultrasonidos –explica el CEO de Medicsen– no generan problemas para el ser humano mientras sus características energéticas estén dentro de unos límites. Para aumentar el tamaño de los poros, podemos mantenernos en rangos seguros, pues lo que necesita la piel para aumentar su permeabilidad es ser golpeada repetidamente, como si fuera un tambor que, al recibir multitud de impactos de sonido, se relaja y permite el paso de sustancias, cerrándose otra vez cuando se detiene la estimulación.

Y esto es lo que permite la entrada de macromoléculas de hasta 2000KDa. Los KDa o Kilo Daltons informan del peso de una molécula. “Es un peso muy pequeño, 1 Dalton es el peso aproximado de un protón. Esta medida es un buen indicador del tamaño que tendrá una molécula, y hemos visto que nuestra tecnología puede funcionar con las que tienen hasta 2000 KDa, es decir, la gran mayoría de las sustancias que se administran a través de la piel como la insulina, la heparina o los anticuerpos”, aclara Jørgensen. “Aunque no se podría administrar contraste radiológico por ejemplo”.  

Sobre el futuro de esta tecnología

De momento, el objetivo en Medicsen es mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas a través de una reducción del dolor y la incertidumbre. Para ello, cuentan con un prototipo operativo que ha sido validado en estudios en vivo con cerdos, demostrando un aumento de la absorción de fármacos sin dañar la piel ni disminuir la actividad biológica de la molécula. 

Del mismo modo, están completando los estudios de este páncreas artificial en animales para empezar en humanos a finales de 2021. "Hemos protegido la propiedad intelectual y estamos trabajando con el CSIC para hacer nuevas patentes relativas a la miniaturización”, asegura. “Y regularemos el dispositivo médico como clase IIB y obtendremos el marcado CE en 2022, comercializando en 2023 a través de un modelo de suscripción, inicialmente en Europa. Llegaremos a USA en 2025 y lograremos tener 20000 usuarios activos ese año”, vaticina. 

Así, una vez hayan logrado impactar en el mundo de la diabetes, el objetivo de Medicsen será poder estandarizar esta metodología de tratamiento para otras enfermedades crónicas que se puedan beneficiar de una reducción de pinchazos en el día a día, como la esclerosis múltiple o la anticoagulación. “Pero, para ello, –afirma, cauto– primero debemos demostrar el valor del dispositivo para el paciente con diabetes y la industria en general, algo para lo que, sin duda, será fundamental el apoyo de la Fundación Mapfre y el IE”.

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