¿Cómo mejorar el aire de Madrid?

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Óxido de nitrógeno, partículas en suspensión, dióxido de azufre. Todas estas emisiones son las principales causas de problemas de salud de las ciudades europeos. Por ello, la Fundación Gas Natural Fenosa, junto con la Comunidad de Madrid, ha organizado una jornada llamada La calidad del aire urbano: diagnóstico y respuestas en Milán, Berlín y Madrid, donde varios expertos han debatido sobre la situación actual de la calidad del aire en las ciudades españolas, concretamente en la capital, analizando las causas de la contaminación y presentando diferentes soluciones.

¿Y qué soluciones puede haber para un problema tan extendido? No es una pregunta fácil, como tampoco es fácil la respuesta. “La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, pero puede reducirse con la introducción de combustibles alternativos para el transporte, como por ejemplo, el gas natural”, ha asegurado Martí Solà, director general de la Fundación Gas Natural, en el seminario, celebrado la pasada semana. Según él, el gas natural, en comparación con otros combustibles, reduce “un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y casi completamente las emisiones de partículas en suspensión y dióxido de azufre (SO2), principales causantes de problemas de salud respiratorios”.

Para el profesor de investigación del Consejo Superior Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), Xavier Querol, el problema de la calidad del aire se debe a factores como la alta densidad de vehículos de ciudades como Madrid (con 2.100 turismos matriculados por kilómetro cuadrado) y Barcelona (5.700), la alta proporción de turismos diésel en nuestras flotas (65%), “el fracaso de la política europea en cuanto a reducción de emisiones de NO2 de los turismos diésel, y también el escaso desarrollo de políticas que generen un transporte público metropolitano atractivo (económico, rápido y confortable) y que desarrollen una logística de reparto de mercancías y de despliegue del taxi que incluyan seriamente criterios ambientales”, ha apuntado.

Algo con el que el jefe de Área Calidad Atmosférica de la Comunidad de Madrid, Ricardo Vargas, no ha estado del todo de acuerdo. “La mejora constante de la red de medición de calidad del aire de la región o la renovación del parque de vehículos institucional y la flota de autobuses interurbanos de bajas emisiones o 100% eco son iniciativas que ya se han puesto en marcha”, como también se ha puesto en marcha la Comisión de Cambio Climático y Calidad del Aire, ideada por la Comunidad de Madrid. Este será un órgano interdepartamental que integrará y coordinará las actuaciones de las diferentes consejerías en estas materias, y que tendrá entre sus funciones la integración de las políticas sectoriales del Ejecutivo en materia de cambio climático, impulsando nuevas medidas o desarrollando la labor de interlocución con los agentes económicos y sociales.

Por último, el viceconsejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Ruiz, ha adelantado que “se está revisando la Estrategia de Calidad de Aire y Cambio Climático”, conocida como Plan Azul+, que entre otras medidas incluye la concesión de ayudas para sustituir taxis y furgonetas de reparto por vehículos menos contaminantes. Unas ayudas que en 2018 “pasarán de un máximo de 6.000 euros hasta los 8.000 para los profesionales del taxi que sustituyan su vehículo por otro 100% eléctrico”.

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