El 69% de las empresas españolas tiene en marcha o tiene previsto iniciar proyectos de inteligencia artificial de forma inmediata y un 81% de los directivos considera que la inteligencia artificial supondrá una ventaja competitiva para sus organizaciones. Así se desprende de un estudio elaborado por PwC y Microsoft. Y estas cifras son en las que se apoya la multinacional tecnológica que ha presentado su hoja de ruta en este ámbito ante representantes de cerca de 300 empresas españolas.
Pilar López, presidenta de Microsoft España, ha explicado que el objetivo de la compañía es impulsar una inteligencia artificial segura, transparente e inclusiva, que tenga en cuenta criterios éticos en su desarrollo y su uso bajo la idea de que hay “una gran oportunidad en la inteligencia artificial, pero sabemos que requiere de una gran responsabilidad”. En su opinión, aplicar soluciones de inteligencia artificial facilitará “un incremento del volumen de negocio superior al billón de euros a nivel mundial”. Es decir, que “abre innumerables oportunidades, así como desafíos importantes que exigen crear un marco ético para diseñarla y utilizarla de manera responsable”.
Se trata, ha incidido López, de una tecnología que “está disponible” ya que su investigación y desarrollo lleva varias décadas en marcha. Sin embargo ahora “es el momento” de apostar por la inteligencia artificial y transformar las empresas de la mano también del cloud computing, el big data o el desarrollo de algoritmos cada vez más sofisticados. Pero todo debe hacerse con criterios éticos y de inclusión que ayuden a resolver los nuevos desafíos.
En este sentido, Microsoft ha puesto como ejemplo dos de sus programas. El primero de ellos, AI for Accesibility, con 25 millones de dólares de inversión, busca aprovechar la inteligencia artificial para ayudar a personas con discapacidad, a través de proyectos como Seeing AI, una app para invidentes, capaz de leer textos, describir escenas, identificar objetos, expresiones o estados de ánimo.
El otro programa que ha resaltado Microsoft es AI for Earth: 50 millones para desarrollar, durante los próximos 5 años, soluciones basadas en inteligencia artificial a personas y organizaciones que trabajan por la sostenibilidad del planeta. Ejemplo de ello es el proyecto Project Premonition, que a través del análisis de los insectos buscar comprender y proteger la biodiversidad, siendo capaz de analizar mosquitos para encontrar nuevas enfermedades antes de que se propaguen y así desarrollar vacunas o curas con antelación.
Ejemplos, todos ellos, que para la presidenta de Microsoft España, demuestran el compromiso con el desarrollo de un marco ético de los más de 5000 científicos e ingenieros que conforman el equipo en inteligencia artificial de la compañía. Una filosofía que Pilar López ha resumido en tres cuestiones “esenciales” para el diseño ético de la IA: “si la aplicación se utilizará para amplificar las capacidades de los individuos y supondrá un impacto positivo en las personas y la sociedad; si la tecnología de IA es capaz de dar respuesta de manera efectiva a las tareas que la aplicación debería cubrir; y por último, si la tecnología será diseñada, operada y mantenida de manera responsable”.
LA “TORMENTA PERFECTA”
Por su parte Jordi Ribas, vicepresidente corporativo de IA de Microsoft, ha defendido que “estamos viviendo una revolución de la inteligencia artificial que se está acelerando en los últimos años”. Una “tormenta perfecta” que se basa en tres factores: “la capacidad computacional ha crecido de una manera enorme, la cantidad de datos que tenemos para procesar también ha crecido exponencialmente y hay una nueva generación de algoritmos de inteligencia artificial”.
En definitiva, ha resumido Ribas, ha aumentado el conocimiento de empresa, de usuario y de conocimiento. Y todo ello a pesar de que “la inteligencia artificial es, probablemente, una de las tecnologías menos comprendidas debido a su intangibilidad, a pesar de que muchas personas ya la están utilizando sin darse cuenta de ello. La IA engloba a todas aquellas tecnologías capaces de hacer cosas similares a las que hacen las personas”. Esta nueva realidad, ha resaltado, representa “una gran oportunidad para las empresas” que se incrementa de la mano del machine learning ya que “ahora las máquinas pueden aprender de nosotros y adaptarse a cómo trabajamos, para interactuar de una forma más natural y potenciar las capacidades humanas”..
A su juicio, la inteligencia artificial debe entenderse como “una forma de complementar y mejorar las capacidades humanas” y a la hora de facilitar la vida de las personas “puede tener un papel muy importante”. Sin embargo, Ribas ha reconocido que la aplicación de esta tecnología no está exenta de riesgos y “como en cualquier revolución tecnológica habrá cambios”. El primer impacto, a nivel laboral. Muchos empleos actuales desaparecerán pero, “si las tareas más sencillas podrán ser reemplazadas por la inteligencia artificial, se crearán más trabajos y más interesantes”. Además, ha concluido, las labores más complejas seguirán en manos de las personas.