La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) es la gran referencia del empresariado madrileño. Alrededor de las 200 asociaciones que la forman aglutinan una cifra millonaria de empresas, con especial presencia de las pymes. Según sus estudios, solo entre un 10% y un 15% de las pequeñas y medianas empresas madrileñas realiza actividades con conciencia innovadora.
¿Cómo valora la innovación que se hace en la Comunidad de Madrid?Desde el punto de vista de las empresas, podemos estar satisfechos respecto al esfuerzo que han hecho en los últimos años para estar en la vanguardia respecto a la aplicación de la innovación en sus procesos. Sin embargo, desde las políticas públicas, aun nos encontramos en desventaja con otras comunidades en las que las apuestas de las administraciones por apoyar programas de apoyo a la innovación empresarial están mucho más desarrolladas. Es importante que convirtamos las amenazas en oportunidades y que, al impulso innovador surgido del tejido empresarial, se le sumen los incentivos públicos necesarios para que el conjunto de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, se apunten al carro de la innovación.
¿Qué hace CEIM por la innovación en Madrid?
CEIM es una extraordinaria entidad de enlace entre el mundo empresarial y todos los ecosistemas de la Comunidad de Madrid en cualquier materia, y es necesaria, indispensable e insustituible como actor en el ecosistema de innovación. CEIM, como gran entidad de enlace que es, difunde, informa, colabora con la formación y prospectiva educativa, con las políticas de financiación de la innovación, trabaja con el talento desde los primeros años, impulsa emprendedores y participa en todos los espacios de reflexión, desde los IMDEA hasta el Consejo de Ciencia y Tecnología.
¿Cuántas empresas hay en Madrid que innovan?
Por definición, todas las empresas que generan riqueza y crean empleo son innovadoras, porque, si una empresa hoy día no es innovadora, no es competitiva y eso la llevaría a desaparecer. Lo que pasa es que la inmensa mayoría no es consciente de que cada vez que mejora algo en sus productos, en sus servicios o en sus procesos, está innovando, y como le parece que forma parte del modelo de negocio el estar permanentemente alerta y mejorando, pues no se le da esa importancia innovadora a la actitud emprendedora del empresario. Ahora bien, si lo que queremos es saber cuántas empresas cuentan con departamentos que integren la innovación como tal, estimamos que solo entre un 10% y un 15% de pymes realiza actividades con conciencia innovadora. Estas cifras se podrían mejorar facilitando el acceso de las empresas a los programas de apoyo a la innovación que actualmente existen.
¿Consideran que la innovación en Madrid está suficientemente protegida para que se consolide como uno de los centros punteros de Europa?
El potencial del ecosistema de innovación de la Comunidad de Madrid es enorme. Pero si lo que queremos es convertirlo en un HUB de la innovación necesitamos fomentar las relaciones entre los actores públicos y privados de la región, así como apostar por las pymes, núcleo esencial donde focalizar la innovación. Hace falta ser muy innovador y colaborativo, mucha colaboración pública-pública, público-privada y privada-privada, para crear el gran HUB del ecosistema innovador de la región de Madrid y garantizar el futuro de la competitividad regional y el bienestar social para ésta y las siguientes generaciones.
¿Qué creen que falta para que se alcance ese objetivo, si es que no se ha logrado todavía, al estilo de París o Londres?
Crear el ecosistema implicando de forma activa a todos los actores de la innovación: ciencia, innovadores, empresas grandes, pymes, start-ups, sistema financiero e inversor, consultoras, reguladores, divulgadores, administraciones, academia y talento. La Comunidad de Madrid debería realizar una apuesta decidida para facilitar este paso. Es inadmisible que no se aprovechen algunos de los programas europeos de innovación por falta de cofinanciación desde las administraciones de nuestra región.
¿Se debería elegir un área de especialización para que las universidades madrileñas se volcaran en una investigación concreta?
La investigación básica debe reorientarse para que su objetivo sea formar y desarrollar en el futuro investigador las competencias necesarias para la investigación aplicada, ya sea en humanidades o en el ámbito STEM. Y en cuanto a la investigación aplicada, entendiendo aplicada como previamente demandada para aplicar a una necesidad o interés, deberíamos dejar que las demandas de investigación vengan de los mundos público y privado, sea cual sea el ámbito de estudio, desde las humanidades o la sociología hasta la política o la salud. Sea cual sea la rama de estudio escogida ya estaríamos hablando de una investigación aplicada dual y compartida entre los científicos de la especialidad y los expertos en tecnología, inteligencia artificial, big data, digitalización, robótica, etc. Tengamos en cuenta que Internet nos ha convertido en un mundo descentralizado, así que cualquier región del mundo puede albergar el liderazgo en innovación de cualquier tema.
¿Puede ser Madrid una plataforma para las empresas americanas que quieren vender en Europa?
La Comunidad de Madrid ocupa una posición geoestratégica singular, incluso para este nuevo mundo descentralizado, y cualquier empresa, sea americana o no, puede y debería aprovecharse de esta posición. Madrid es un punto de conexión Euro-LATAM-Magreb relevante, porque estas tres dimensiones valen más que las de cualquier otro país europeo que solo disponga de dos (siempre les faltará LATAM) y eso es un extra a sumar para Madrid, nuestra capacidad conectora tridimensional que puede beneficiar a las empresas americanas o del resto del mundo.
Una encuesta de World Economic Forum entre directivos expatriados señalaba Madrid como la segunda ciudad del mundo más deseada para trabajar después de Copenhague. ¿Qué le falta a Madrid, si es que le falta algo?
Madrid cuenta con todo tipo de equipamientos y servicios que hacen que sea una ciudad llena de vida. Su flexibilidad en horarios y el buen clima con el que cuenta todo el año hacen de Madrid una ciudad buena para vivir y trabajar. Asimismo la ciudad cuenta con muy buenas infraestructuras de transporte, lo que facilita la movilidad diaria de los ciudadanos. La política de impuestos bajos que se aplica en la Comunidad de Madrid es el mejor atractivo de nuestra ciudad. En definitiva, solo nos falta promoción, vendernos mejor.
¿Qué puede pedir CEIM a las administraciones para que el impulso empresarial, que siempre lleva consigo el hecho innovador, sea aún mayor
Creo que debemos convencer a los políticos, administraciones y técnicos públicos de que es muy importante reflexionar conjuntamente con los empresarios y su entidad de enlace, CEIM, para trabajar en innovación desde el diagnóstico, pasando por el diseño de estrategias, planificación, organización, hasta la ejecución de las políticas innovadoras, su control y métricas de evaluación. Mientras que los empresarios estén fuera del proceso íntegro y compacto de la política de innovación, no tendremos ni Think Tank, ni ecosistema, ni innovación, ni competitividad a medio largo plazo, ni futuro, ni bienestar social para mañana.
¿Qué falta para hacer crecer el número de pymes innovadoras ?
Las administraciones no son conscientes de que muchas de las pymes desconfían de las políticas públicas de innovación, y cuando se apuntan a una convocatoria o ayuda, la mayoría se arrepienten y no quieren volver a trabajar con la administración. Esto se debe a que, pese a que los políticos quieren poner en marcha acciones para potenciar la innovación de las pymes, la burocracia y la cantidad normativa que hay detrás de estas ayudas hace muchas veces imposible y tediosa la concesión de dichas subvenciones a grandes apuestas por la innovación. Por tanto, para que desde las administraciones se fomente el acceso a la innovación de las pymes primero habría que revisar los procesos burocráticos que hay detrás y que en muchas ocasiones lastran a las empresas.
Esta entrevista ha sido publicada en la edición impresa del Anuario de la Innovación en España 2018