El español Millán I. Berzosa fue uno de los encargados de transmitir la cultura corporativa en gigantes como Meta o Google, tótems disruptivos en el modo de entender y extender los valores y el propósito de las organizaciones. Desde su faceta como consejero independiente, el experto en relaciones institucionales (ver perfil completo) intervino ayer en Expoelearning, el evento que hoy concluye en el Teatro Goya de Madrid y que ha reunido a toda la comunidad educativa innovadora bajo un lema: “Únete a la revolución digital de la formación”.
Durante una conversación con Innovaspain, Millán Berzosa afirma que, en el salto hacia un mundo nuevo, el grado de madurez es muy variable entre las empresas españolas. “Por eso, antes de entrar con la tecnología como un buldócer, es importante entender las dinámicas de cada organización. No se trata tanto de qué nuevas herramientas voy a implementar sino de para qué lo hago. Por ejemplo, el enfoque del ahorro de costes a medio plazo acometiendo inversiones moderadas en tecnología, es una buena vía para convencer a la dirección e iniciar procesos de cambio”.
De las grandes a las pymes
En el caso de las grandes corporaciones, el experto habla de la necesidad de “contar al mundo que son innovadoras” y destaca la importancia de que los beneficios de la transformación atraviesen a las organizaciones de arriba abajo. “Solo así encontraremos personas motivadas. El momento de disrupción es grande y la oportunidad formidable si hacemos bien las cosas”. ¿Cómo? Millán Berzosa distingue tres variables que propician el éxito en esta transición: un departamento de Talento/RRHH integrado, una buena comunicación y, “sobre todo”, conectar misión, visión y valores corporativos con la estrategia en tecnología.
En España, las pymes son mayoría y deben, a su juicio, dedicar más tiempo a la formación en estos asuntos. “El hype del momento es la IA generativa, de eso no hay duda. Ahora bien, incluye aspectos muy delicados y muchas aristas (protección de datos, propiedad intelectual, uso indebido) que, mal manejados, pueden echar por tierra la mejor de las reputaciones sea cual sea la marca. En esta escalada de la automatización, capaz de facilitar procesos tediosos y acelerar determinadas tareas, es oportuno hacer valer el liderato individual y no ceder bajo ningún concepto el discurso comunicativo a una inteligencia artificial. Si no es así, perderemos lo que nos hace humanos. Por supuesto que recomiendo usar herramientas de IA generativa, pero siempre con cabeza porque, a la hora de crear, somos únicos”.
El talento como base
Es en ese valor diferencial donde la captación (y retención) del mejor talento se ha convertido en una carrera de fondo donde participan las organizaciones de todo el mundo. “La salud mental ha adoptado mayor relevancia. En el entorno laboral hablamos más de tiempo de calidad, eficiencia, conciliación… El empleado es feliz porque siente que rinde al máximo en la empresa sin que ello impida que pueda estar al cien por cien con su familia y amigos en su tiempo libre. Debemos pensar más en las personas, en su estabilidad, en alinear intereses y propósito. De ahí que lo fundamental sea invertir en talento entendiendo bien qué es aquello que nos diferencia, que a buen seguro no será una commodity como la tecnología”.
Berzosa opina que esa apuesta revitalizada por el talento está conectada a su línea argumental que marca nítidamente la distinción entre humano y máquina, por mucho que avance la IA. “La mayoría de las personas no dejamos de sorprendernos, algo que las máquinas no pueden experimentar. El momento es vibrante en todos los sectores, incluidos los más áridos, y en todas las capas de las organizaciones, más allá de la alta dirección”.
Dentro su experiencia reciente, Millán Berzosa nos habla de la colaboración con el Máster de La Voz de Galicia y el proyecto En Aldea, que beca a 15 alumnos de audiovisuales y otros 15 de periodismo procedentes de Portugal, Latinoamérica y España. “Todos ellos tienen que presentar su propio proyecto y mi tarea es trabajar con ellos el apartado de los valores. ¿Por qué alguien querría trabajar contigo? Al final es lo que importa. No recuerdo detalles todo lo que hice durante mi etapa en Meta o Google, pero sí son inolvidables los buenos jefes con los que me crucé en el camino. Soy vitalista, y quiero contagiar mi optimismo a las nuevas generaciones. Somos privilegiados en un mundo patas arriba. Podemos hacer cosas muy positivas para la sociedad”.
Público-Privado
En el proceso de cambio, Berzona cree que es el ámbito público el que debe pisar con más intensidad el acelerador. “La administración hereda retos del pasado nunca solventados. Las empresas privadas viven en una fiscalización más directa, sobre todo las cotizadas. El riesgo de la empresa pública pasa por acomodarse. Evitarlo depende de instrumentalizar mecanismos atractivos para los empleados públicos, que entiendan que pueden hacer muchas cosas por el bien de todos, que su trabajo tiene sentido, ya sea en Correos o en RTVE”.
De vuelta al ámbito privado, Berzosa destaca sectores que están jugando especialmente bien sus bazas. El turismo lleva la delantera. Ha mostrado su cara más creativa, ha roto con el modelo tradicional, más aséptico, y apuesta por la experiencia de calidad. En teleco, Telefónica e Indra son punta de lanza de estos avances”.
Curiosidad innata
Doctor en periodismo, licenciado en derecho… Millán Berzosa admite que siempre ha estado sanamente poseído por una curiosidad que le llevaba a montar sus propias placas base. Celebra ser parte de una generación, nacida a finales de los 70, testigo de la transición de un mundo analógico a un escenario nuevo. “No nos llegó todo de golpe. Por suerte tuvimos tiempo para tocar las cosas; para aburrirnos”.
Con todo, y aunque el ritmo endiablado al que nos empuja el cambio tenga una cara insalubre, Berzosa es muy consciente de que Europa no puede perder el tren de la IA. “Estamos centrados en el tren y no nos fijamos en las vías. Por ello la regulación es fundamental. Urge establecer qué se puede y qué no se puede hacer. Ayudará a eliminar prejuicios en torno a la IA. Por mucho que algunos vean en este rol de Bruselas un déficit, considero que es una verdadera oportunidad para mejorar el contexto”.