Minicoders, proyecto lanzado en 2021, convierte el metaverso en un espacio en el que aprender a programar. La startup fundada por Rubén Aparicio y Carlos Moreno es la primera plataforma educativa que enseña a los niños las nociones básicas de la programación informática mediante experiencias de juego supervisadas por los padres. Para ello ha lanzado Minicoders Kids, una app educativa con vídeos y un asistente virtual para introducir los conceptos didácticos; y Experiencias de juego en Roblox para practicar los conceptos aprendidos.
Magic School es la primera experiencia de juego desarrollada en el metaverso de Roblox y ha logrado tener más de 20 mil jugadores en apenas un mes. Inspirada en las famosas historias de Mundos Mágicos, los jugadores se ponen en la piel de un verdadero aprendiz de magia para explorar un metaverso repleto de experiencias de todo tipo. Para poder usar todos los poderes mágicos y disfrutar de todas las experiencias del juego, los niños deben resolver retos mediante bloques de programación
Se trata de una plataforma lúdico-formativa que entra de lleno en el desarrollo de una de las competencias digitales más demandadas: la programación informática. Una realidad constatada por el Gobierno, que ha anunciado la puesta en marcha del programa ‘Código Escuela 4.0’, orientado a desarrollar las competencias digitales de los alumnos y alumnas de Infantil, Primaria y ESO con un especial enfoque en el pensamiento computacional, la programación y la robótica.
El anuncio del Ejecutivo “era un paso necesario que ya había sido iniciado por otros estados antes como la India, el Reino Unido o Korea, donde la programación es obligatoria. Desde Minicoders estamos convencidos de que los fundamentos de programación son conceptos lógicos de gran utilidad. Con independencia del futuro profesional de cada niño, le ayudarán a tener mejores herramientas para crear y colaborar en los equipos que creen el futuro”, apunta en declaraciones a Innovaspain Rubén Aparicio, CEO de Minicoders.
Llevar el aprendizaje de la programación al metaverso permite hacerlo en un espacio rico en interacción y altamente visual donde los alumnos se sienten cómodos. “El elemento social es muy útil para aprender. En nuestras experiencias los niños colaboran y, aunque también puedan competir entre sí, es esta colaboración la aportación social más novedosa e interesante del metaverso a la educación. Además, el 3D ofrece la posibilidad de que los niños trabajen con bloques de programación muy visuales evitando tener que leer o escribir. Así, pueden adquirir conceptos a muy temprana edad de un modo que antes era imposible, suponiendo una ventaja clara también para niños con dislexia y TDA”, asegura Aparicio.
"No deja de asombrarnos el enorme desconocimiento que muchos padres tienen sobre qué hacen sus hijos delante de la pantalla"
“El uso de metaversos regulados como Roblox junto a tecnologías como asistentes virtuales y apps de streaming de vídeos permite ofrecer a los niños una experiencia de aprendizaje más completa y efectiva que nunca, siempre bajo control parental”, explica el fundador y CEO de Minicoders.
El papel de los tutores es otra gran barrera romper ya que, como reconoce Carlos Aparicio, “la gran mayoría de los padres no están preparados para aprender de esta manera y no deja de asombrarnos el enorme desconocimiento que tienen sobre qué hacen sus hijos delante de la pantalla”.
“Plataformas como Roblox, con más de 300 millones de usuarios y un nivel de interacción social impresionante, son del todo desconocidas por los padres. A menudo las definen como un juego pero no es así; se trata de auténticas y riquísimas redes sociales con niveles de interacción enormes”. Ayudarles a navegar en el metaverso de los niños es un objetivo capital que tratamos de resolver con un panel de control en el que ver el provecho que están sacando los niños de las experiencias de juego y aportando capacidad de inspección sobre los conceptos lógicos aprendidos: cómo de colaborativos son los niños, qué tipo de recursos utilizan cuando necesitan ayuda”.
Minicoders también apuesta por una educación inclusiva. “La programación, a pesar de ser una disciplina iniciada por mujeres en los años 40, ha sido muy masculinizada a partir de los 70. Estamos determinados a contribuir a eliminar el sesgo actual de género con un producto atractivo para todas y todos” concluye Rubén, Aparicio.