Mirco Wolf Wiegert recuerda con cariño aquellos días de boy scout junto a su amigo Lorenz Hampl. Eran dos niños alemanes que por aquel entonces poco sabían de negocios. Aunque siempre les unió algo que perdura hasta hoy: la curiosidad. El destino decidió que sus caminos no se separasen al comenzar la universidad. Fue entonces cuando decidieron montar su propio proyecto. "Llevábamos un cuaderno de ideas en el que apuntábamos posibles negocios que iban desde una tienda de bocadillos al estilo español hasta un equipo de limpieza. Una noche en la cocina, entre pizza congelada y refrescos de cola, se nos ocurrió desarrollar una cola mejor que la líder del mercado. Con más cafeína, un poco menos de dulzor y un toque cítrico", recuerda Wolf Wiegert.
El resultado de estas ideas casi utópicas de aquel estudiante se convirtió en uno de los proyectos más exitosos del sector de los refrescos en los últimos 20 años. fritz-kola nació con apenas 7.000 euros y su primera aparición fue en 2003. "Como no había dinero suficiente para desarrollar un logotipo profesional, simplemente imprimimos nuestras propias caras en las botellas", cuenta Wolf Wiegert, CEO de la marca, que ha atendido a este periódico desde su Hamburgo natal. La misma ciudad desde donde conducía junto a su amigo Lorenz Hampl una furgoneta Volkswagen ofreciendo su producto de bar en bar.
"Esta sencilla idea se ha convertido en una empresa con unos 300 fritzees (empleados), con una presencia creciente en muchos países europeos y 13 productos en cinco categorías", explica. El producto estrella, la fritz-kola original, se elabora únicamente con agua mineral natural, cafeína natural procedente de granos de café Arábica, extracto de nuez de cola real, una sutil nota cítrica y menos azúcar. Además, la marca parte de un compromiso incondicional con el medioambiente. Los productos fritz-kola están disponibles exclusivamente en botellas de vidrio. Éstas no solo son más higiénicas y tienen un sabor neutro, sino que también son 100% reciclables y contienen entre un 60% y un 90% de vidrio reciclado. Tampoco liberan microplásticos ni plastificantes al medioambiente.
Para sus fundadores, fritz-kola es un bien cultural y no un producto de masas barato. Su premisa es que elegir fritz-kola significa elegir un consumo responsable y una bebida de lujo para el disfrute ocasional —está disponible exclusivamente en tamaños pequeños: 0,2l o 0,33l—. "Hemos sabido ganarnos la simpatía de consumidores, restauradores y clientes como una marca rompedora y con un claro enfoque de proximidad y actitud. La K de kola no es solo una letra, sino que simboliza todo lo que fritz-kola quiere hacer de forma diferente", valora Wolf Wiegert.
España, un mercado fundamental
Actualmente, la firma usa sus botellas de vidrio en España para el reciclado. "En un futuro próximo también queremos rellenar botellas de vidrio retornables en España como lo hacemos en Alemania y para ello estamos buscando socios locales", anticipa el fundador, que hace un balance muy positivo de fritz-kola en el país. "Los consumidores de fritz-kola en España son una comunidad en constante crecimiento y en sintonía con sus valores, por lo que se preocupan por la sostenibilidad, la calidad y el papel que juegan las marcas en la sociedad. Buscan y demandan firmas que estén alineadas con lo que les importa y que se esfuercen por devolver algo a la sociedad".
Los consumidores españoles han entendido bien el mensaje de la marca: las ventas han aumentado un 50% en 2022 respecto al año anterior. Al mismo tiempo, fritz-kola ya ha sido acogida por más de un millar de bares y restaurantes españoles. "Seguiremos conectando con aquellos clientes de toda Europa que quieran ofrecer productos de alta calidad a su clientela y que estén alineados con nuestros valores. Queremos consolidar el posicionamiento de nuestro producto estrella (kola original y sin azúcar) como la kola artesanal alternativa preferida y servida únicamente en vidrio, y seguir ofreciendo a nuestros clientes la forma más respetuosa posible con el medio ambiente", añade Wolf Wiegert.
Pese al buen balance, la empresa asegura no relajarse. "Cada vez más consumidores dan importancia a la sostenibilidad y exigen más a las empresas en términos de calidad, responsabilidad y transparencia. No solo quieren saber de dónde proceden los productos, sino también, cada vez más, con qué actitud y valores y en qué condiciones se producen. Los consumidores de hoy son mucho más conscientes de la salud que hace unos años", considera Wolf Wiegert. Esto se refleja en su propia iniciativa Drink from Glass, con la que fritz-kola colabora con distribuidores y restauradores para hacer las cosas de forma diferente en el sector y luchar contra la cultura de usar y tirar.
"También vemos que las variantes menos dulces y sobre todo de sabor natural, son cada vez más populares entre los adultos, como nuestras variedades fritz-spritz o fritz-kola sin azúcar. El disfrute consciente y moderado es importante para nosotros. Por eso, nuestros productos solo están disponibles en porciones pequeñas y en botellas de cristal", concluye Wolf Wiegert.