En un artículo publicado en su página web el pasado agosto, BBVA destacaba algunas de las razones por las cuales la 8ª edición de su programa de apoyo al emprendimiento social Momentum sería diferente a las siete anteriores. Tras más de cinco meses de formación, acompañamiento estratégico, financiación, colaboración, networking y visibilidad, entre otros aspectos, la entidad bancaria reunió ayer en Madrid a una selección de las mejores empresas de la última edición ratificando lo que en palabras de su responsable global de BBVA Momentum, María Erquiaga, ha sucedido: «sin duda, no ha sido una edición más».
El programa inició su andadura en 2011 y se ha convertido en un ejemplo de exportación del concepto emprendedor. Tanto es así, que lo que comenzó siendo un programa con el foco puesto en España y posteriormente en México [pincha aquí si quieres conocer el informe de impacto en ambos países] ha ido expandiendo a países como Colombia, Estados Unidos y Turquía. En todos estos puntos del mundo se están dando soluciones innovadoras a los retos sociales y medioambientales de la actualidad. «En BBVA buscamos siempre ayudar a nuestros clientes a tomar las mejores decisiones. Y lo mismo sucede con los emprendedores», señaló Erquiaga.
Los coordinadores locales de BBVA Momentum en los países donde ha tenido lugar esta última edición (Estados Unidos, Turquía, México y Colombia) compartieron durante el evento su experiencia al frente del programa, el impacto que está teniendo y los retos que afrontan sus países en materia de emprendimiento, entre otros temas. Irma Acosta, directora de Responsabilidad y Reputación Corporativas de BBVA México, destacó el papel que juegan los emprendimientos sociales en el desarrollo del país y detalló que «el banco ha impulsado su crecimiento a través de la generación de programas de alto impacto en este colectivo que les ayude a ampliar su campo de acción, en beneficio de un mayor número de personas».
En Latinoamérica, concretamente en Colombia, «un país particular», como lo describe su gerente de Responsabilidad Corporativa, Liliana Corrales, el esfuerzo también ha sido significativo. «Emprender no es solo tener una empresa, sino ser capaz de sostenerla. Debemos ser capaces de formar en cultura emprendedora a nuestro país, porque son los emprendedores quienes contribuyen a que las cosas cambien, también en tiempos convulsos como los que se viven en nuestro continente».
El caso de Estados Unidos, sin embargo, parece más asentado, como destacó Tony Moraga, VP Manager de Social Impact de Corporate Citizenship en BBVA USA. Tras 15 años trabajando en el mundo del emprendimiento, reconoce que «pese a que ha sido complicado detectar a los mejores emprendedores para el programa –debido a la cultura de startups en el país–, formar parte de su día a día es la mejor manera de conocerlos y saber a qué retos se enfrentan. Nuestra misión es facilitarles el camino, pero también abrirles los ojos». Lo opuesto, sin embargo, ha ocurrido con Turquía: «un país en donde emprender es un concepto joven, tan joven como su sociedad, pero que es una vía para satisfacer con éxito las necesidades de la población», señalaron las representantes Ipek Aybay, Strategic Planning & Responsible Business de Garanti en Turquía, y Selin Öz, Entrepreneurship Banking Manager de Garanti en Turquía.
Las empresas sociales más prometedoras de la edición
Bir Yudum Kitap (Turquía): es un servicio de suscripción cuyo objetivo es ser el “Netflix de los libros”. Sus suscriptores reciben, cada mes, una caja con libros seleccionados exclusivamente para ellos.
Cielo Hammocks (México): es una organización social que busca aliviar la pobreza y promover la igualdad de género a través de la fabricación y distribución de hamacas en todo el mundo.
Experiencias (Colombia): ofrece experiencias educativas, culturales, interactivas e itinerantes de alta calidad y bajo coste para personas de municipios pequeños o alejados.
Mevet (Colombia): proporciona un trabajo digno a las reclusas y les facilita la reinserción y normalización de sus vidas, tras superar el periodo de encarcelamiento.
Skratch (Estados Unidos): ayuda a jóvenes de todos los estratos socioeconómicos, a través de una aplicación móvil, a realizar tareas de trabajo remunerado en su comunidad.
Surdoz (Colombia): centro de estimulación, fisioterapia y fonoaudiología infantil, guiado por un personal especializado.
Cesmach Café (México): cooperativa de 632 productores dedicados a la producción y comercialización de café orgánico y comercio justo.
Engelsiz Çeviri (Turquía): la tecnología que ofrece permite que las personas con discapacidad auditiva puedan comunicarse y eliminar barreras para acceder a la educación y las oportunidades de emprendimiento.
Hábvita (México): su misión es innovar en la autoproducción de casas y dar la oportunidad a las personas, que tengan un terreno, de construir una vivienda segura.
On The Road Lending (Estados Unidos): proveedor de préstamos asequibles para que los usuarios puedan comprar automóviles sostenibles y de bajo consumo.
Pathlight Home (Estados Unidos): su modelo de formación para personas con problemas para acceder al mercado laboral, le permite administrar viviendas de alquiler asequibles para la población más vulnerable.
Tolkido (Turquía): fabrica tarjetas ‘flash’ personalizadas para niños con autismo o problemas de comunicación, para que puedan relacionarse con sus familias.