Anticiparse a las enfermedades que puedan sufrir los animales criados para el consumo humano para tratarlas antes de que sea demasiado tarde. Éste objetivo es el que ha movido a investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que han desarrollado un nuevo sistema que monitoriza en tiempo real el estado de salud de los cerdos, para que los profesionales puedan actuar antes de que se aparezcan los primeros síntomas febriles.
El cerdo es la especie ganadera más importante de España en cuanto a réditos económicos y supone más de un tercio de la producción en este sector. Sin embargo, presenta altas tasas de mortalidad por enfermedades como la peste porcina africana. Ahora, gracias a este nuevo sistema, se podrá monitorizar online y en tiempo real el estado de salud del animal.
Para realizar este trabajo, se ha monitorizado a diez cerdos antes y después de ser infectados con el virus de la peste porcina africana. Según el investigador de la UCM José Manuel Sánchez-Vizcaíno, “la clave de nuestro sistema se basa en obtener información de imágenes y biosensores a cada segundo y en procesarla en tiempo real”. Una técnica que permite “monitorizar el movimiento del animal a lo largo de varios días consecutivos mediante el uso de acelerómetros y sistemas de visión artificial, y establece alertas cuando estos llegan a niveles relativamente bajos”.
Asimismo, los autores de la investigación han afirmado que el nuevo sistema es efectivo tanto en enfermedades muy contagiosas como peste porcina africana, peste porcina clásica o fiebre aftosa, como en infecciones propias de la industria ganadera porcina (actinobacilosis, síndrome respiratorio y reproductor porcino o circovirosis). Dolencias, todas ellas, que suelen presentar estados febriles que debilitan al animal y ralentizan sus movimientos hasta, incluso, inmovilizarlo.
La recogida de datos se realizó tras insertar microchips en los cerdos investigados, que medían constantemente la temperatura corporal y sus movimientos. Posteriormente, los resultados se enviaban a un ordenador mediante radiofrecuencia. “También se monitorizó el movimiento grupal de los animales mediante el análisis de las imágenes grabadas por video, conectadas durante 24 horas al día, y el consumo de agua mediante biosensores colocados en los bebederos”, ha incidido Sánchez-Vizcaíno.
De esta forma, podían detectar a tiempo real y a distancia si se producía una infección, ya que en los primeros cuatro y siete días, los animales infectados reducen considerablemente el tiempo que invierten en comer o jugar. Se trata de un decrecimiento de entre el 25% y el 37% en el movimiento a lo largo de un día entero, que según este investigador, “es difícil o casi imposible estimarlo para un veterinario sin herramientas como esta, a menos que esté el día entero vigilando al animal”.
Rentabilidad económica y menos invasivo
Los principales puntos fuertes de este nuevo sistema, han destacado sus creadores, es que ofrece rentabilidad económica a largo plazo, es menos invasivo que otras técnicas habituales como la extracción de muestras de sangre y que tiene una aplicación directa en tiempo real. No obstante, José Manuel Sánchez-Vizcaíno ha recomendado compaginarlo “con las técnicas usadas hasta ahora” ya que, si bien “permite una actuación más rápida y puede evitar que otros animales se infecten”, cada sospecha de infección “debe ser siempre confirmada con los resultados de laboratorio”.
Asimismo, los expertos de la UCM han mostrado su convencimiento de que el nuevo sistema podrá utilizarse en otros animales, sobre todo en granjas cerradas y siempre y cuando los procesos infecciosos impliquen estados febriles.