Fundación Telefónica ha vuelto a organizar su ‘Foro Cultura en Digital’, donde ponen en pie los retos y las oportunidades de la cultura digital. En su presentación, han escogido el tema ‘Fondos europeos para la digitalización de la cultura’, una sesión donde ha destacado la participación de Adriana Moscoso del Prado, directora general de Industrias Culturales, Propiedad Intelectual y Cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte.
“Hay que recordar de dónde venimos y por qué tenemos estos fondos europeos”, ha querido subrayar Moscoso del Prado. La crisis por la covid-19 provocó un parón en el que, según ella, “también hubo cosas buenas”. Como que desde el ámbito de la Unión Europea se llevara a cabo este proyecto solidario para invertir en la transformación de las economías, de la sociedad, acelerar el paso hacia la digitalización. Uno de los vectores elegidos fue el protagonista de la sesión, el de la cultura.
Por primera vez, en una estrategia país, la industria cultural y creativa, el sector cultural, junto con el deportivo, ha constituido una de esas políticas palanca. “Son aquellas que nos van a permitir salir de esta crisis transformados. No hay que utilizar estos fondos para paliar situaciones de manera más conyuntural, sino para transformar nuestra sociedad, nuestra manera de generar riqueza, de vivir en el mundo”, ha recordado.
La palanca número nueve
“La cultura está en el mapa, en la hoja de ruta hacia la salvación. Siento ponerme dramática. Es un hito muy importante que se dibuje esa política palanca número nueve, que es la del sector cultural y creativo”, ha afirmado Moscoso del Prado.
Para ella, se ha llegado a este punto porque ha habido una maduración en estos últimos años. Ha señalado la crisis económica de 2008, donde se vio cómo se hundieron muchos de los sectores culturales que vivían bajo el modelo analógico, como el detonante para asumir esa transformación, esa reconversión hacia lo digital. Por el camino, ha recordado también, se quedó mucha gente.
“Se perdió mucho tejido de pequeñas y medianas empresas, locales, sobre todo en países como España. Tuvimos un momento de especial pérdida en el sector cultural, que sufrió muchísimo. Aunque a nivel global hubo muchas transformaciones, como el mundo de la música, o lo audiovisual”.
Moscoso del Prado, por otro lado, ha creído ver una madurez en la sociedad, en general, en las clases dirigentes, de ver que la cultural, en un país como España, tenía muchísimo que ganar si la cuidaba –“y, sin desproteger esos aspectos más vinculados al desarrollo social e individual, también desarrollar los aspectos económicos de la cultura”-.
Esto se tradujo en que la partida del dinero que ha llegado de los Fondos Next Generation. En concreto, en torno a 125 millones de euros se han destinado al Ministerio de Cultura y Deporte, más otros 200 millones que están compartidos con el Ministerio de Economía para lo que se denomina el Hub Audiovisual -el componente 25 en la jerga de los Fondos-.
Digitalización de la cultura
Una parte muy importante de estos fondos europeos, ha recordado, es el de la digitalización, donde hay varias líneas de trabajo desde distintas unidades del Ministerio: ámbito de bellas artes, todo lo que es digitalización de los museos, de los procesos de documentación, de archivos, libros… “Por ejemplo, dotar a los recintos de las herramientas que les permitan, como vivimos en el confinamiento, poder plantearse fórmulas híbridas, incluso fórmulas de llegar a públicos donde antes no se llegaba directo”, ha apuntado.
Concretamente, en la Dirección General de Inndustrias Culturales han intentado diseñar un plan que reforzase aquellas debilidades que veían en este sector, un sector que es muy heterogéneo: no se puede comparar la industria del libro con la industria de la música.
“Pero, en general, sí que se puede identificar una serie de comunes denominadores. Es un sector que tiene mucha atomización, muchas pymes y micropymes -en torno a un 80%-. Mucho talento, mucho empuje, pero hace falta más clase media, más consolidar esa estructura empresarial, que crezcan puestos de trabajo en las empresas, que puedan acceder a la financiación, que es un elemento clave y que, hasta ahora, es difícil, porque se basa en un sector que se basa en intangibles, en los derechos de propiedad intelectual”, ha explicado.
Además, Moscoso del Prado, ha señalado que, muchas veces, cuando se va a vender un videojuego o una película, existe un guion. “Eso genera un recelo de entrada por parte de las entidades financiaras que hay que, un poco, trabajar para que se vaya corrigiendo”.
Proyectos con comunidades autónomas
En el Ministerio, ha indicado, también están trabajando intentando integrar a las comunidades autónomas territorializando los fondos. “Tenemos dos proyectos estrellas ahí. Uno es el de generadoras culturales, en el que hemos querido integrar los procesos que ya existían en contextos más tecnológicos de las startups, incubadoras de empresas, llevarlo al sector de la cultura y que aquellas aceleradoras que ya estaban funcionando en las comunidades autónomas más tecnológicas miren al sector cultural como un sector que también aporte innovación”.
El otro proyecto, de 20 millones de euros, que se ha territorializado también a través de las comunidades autónomas es la lucha contra el vaciamiento de España. “Lo sabemos porque tenemos un proyecto desde hace años que es Cultura y Ciudadanía, Cultura y Ruralidades que pone en valor a quienes están trabajando en el medio rural a través de la acción cultural y cómo hay ejemplos fantásticos de pueblos que regenerado económicamente zonas que estaban muy deprimidas”.
El ámbito de la propiedad intelectual es otra de las cuestiones que ha querido rescatar Moscosa del Prado. Hay que ser protectores, ha señalado, con lo que ella llama “la protección de nuestros repertorios en los contextos digitales”. Al final, que las obras musicales estén en plataformas online u obras como en los NFT requiere toda una codificación de quiénes son los titulares para que todas las microtransacciones que se producen en el contexto digital lleguen a los que lo hacen posible.
El último proyecto que ha querido destacar es el de la formación en capacidades emprendedoras a los profesionales del sector. “Es un sector donde hay muchísima iniciativa. Hay muchos creadores que dan el salto y que se vuelven empresarios, pero necesitan una formación para dar ese paso. A veces, esa formación se hace sobre la marcha, por lo que hay que profesionalizarlo”.