Es difícil ver un reloj solitario en las oficinas de Onyx Solar. Suelen ir de cuatro en cuatro y cada uno de ellos con una hora diferente: Madrid, Nueva York, Dubai y Singapur. No podría ser de otra forma en una compañía que ha realizado más de 60 proyectos en 20 países y que baraja otro medio millar de oportunidades en 50 mercados internacionales.
Onyx Solar desarrolla materiales fotovoltaicos para su integración en edificios, reemplazando así materiales convencionales en distintas partes del exterior (lucernarios, fachadas, ventanas, muros cortina o cubiertas, incluso suelos y mobiliario). Su vidrio, además de generar electricidad, filtra la radiación ultravioleta e infrarroja. Una de sus principales ventajas competitivas es que los diseñan con todo tipo de formas, totalmente personalizado para cada proyecto.
La compañía también desarrolla suelo fotovoltaico. Además, los últimos productos que han lanzado se centran en el mobiliario urbano. Ellos facilitan el vidrio fotovoltaico y el sistema de baterías para empresas que estén interesados en aplicar este tipo de innovación en objetos cotidianos. Ya cuentan con algunos prototipos, como, por ejemplo, una mesa capaz de cargar el teléfono móvil o iluminar la habitación.
En expansión
Sus productos se dirigen a grandes proyectos (edificios de oficinas, centros comerciales, hoteles, etc.). Están integrando su vidrio en el que, una vez acabado, será el edificio más alto de Singapur, el Tanjong Pagar. También en el Dubai Frame, un enorme ‘marco’ de 150 metros de altura diseñado como mirador y, al mismo tiempo, como fondo para las fotos de los turistas. Suyos son los lucernarios que se pueden ver en el estadio de los Miami Heat o en la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de Viracopos-Campinas (Sao Paulo), y también están presentes en el edificio de Novartis en Nueva Jersey.
Son solo unos ejemplos de los muchos proyectos que Onyx Solar lleva a cabo en Panamá, Italia, Francia, Brasil, Estados Unidos… no hay límites para esta compañía española. Trabajan con algunas de las empresas más potentes del mundo (como Samsung, Coca Cola o la farmacéutica Boots) y con arquitectos de prestigio internacional (Norman Foster, Rafael Viñoly, etc.).
El año pasado no ha sido un ejercicio más para esta firma. Además de recibir varios premios importantes (concedidos por publicaciones especializadas como Popular Science, Engineering News-Record o The Architect’s Newspaper, o incluso por por la asociación de empresas del vidrio de Estados Unidos), “más de la mitad de los proyectos ejecutados desde que se fundó la empresa se han hecho precisamente en 2015”, señala Álvaro Beltrán, fundador y CEO de Onyx Solar. “Ya tenemos cerca de 30 distribuidores a nivel global y somos bastante optimistas respecto al futuro”.
Beltrán defiende su optimismo a base de cifras. La compañía ha desarrollado una herramienta para calcular el retorno de la inversión según el país en el que te encuentres. “Los datos son espectaculares –afirma Beltrán-. En Miami, por ejemplo, podemos ahorrar hasta un 95 por ciento de las necesidades energéticas de un edificio en climatización, en una ciudad en la que se usa muchísimo el aire acondicionado, y consigues que, combinando las propiedades activas (generación energética) y pasivas (ahorro energético) de nuestro vidrio, el kilovatio por hora cueste menos de un céntimo, cuando el precio habitual supera los 20 céntimos”.
Desde Ávila al mundo
La compañía nació en 2008, fruto del espíritu emprendedor de Álvaro Beltrán. Poco después se sumó al proyecto como socio de la empresa Teodosio del Caño. Los dos son abulenses y, sin embargo, se conocieron en una feria energética celebrada en Abu Dabi. Desde entonces han trabajado por hacer realidad un proyecto que al principio solo estaba en su cabeza: convertirse en “una empresa líder a nivel global”. “Hemos sido muy ambiciosos desde el principio”, afirma el fundador y CEO.
Reconoce que “empezar cualquier proyecto emprendedor cuesta bastante”, aunque no cree que en España sea más difícil que en otros países. En su caso, surgieron en “una época muy complicada”, ya que durante los primeros años coincidieron con una de las mayores crisis del sector inmobiliario. Beltrán asegura que han conseguido superar estos momentos “apostando por la innovación y la internacionalización”. “Teníamos claro que teníamos que salir de nuestras fronteras y, además, ser intrépidos”.
No se olvidan de sus orígenes y tanto las oficinas centrales como la fábrica están ubicadas en Ávila –ambas suman medio centenar de trabajadores-. “Nos puede el romanticismo de poder estar en nuestra ciudad y crear riqueza para que la ciudad en la que viven nuestros hijos sea mejor en el futuro”, afirma.
Además, duplicarán la capacidad de su centro de producción a finales de verano, pasando de 140.000 a 280.000 metros cuadrados. Aquí trabajan en tres turnos para añadir propiedades fotovoltaicas al vidrio a través de dos formas: células de silicio cristalino o células de silicio amorfo (se corta con el láser para ganar transparencia). Distribuidos por distintos puntos de la fábrica se pueden encontrar varias muestras de los principales proyectos que Onyx Solar ha desarrollado por todo el mundo.