La economía en las palabras para definir un problema está al alcance de pocas personas. Una de ellas es Elena Salgado, ingeniera y economista, ministra en varias ocasiones, vicepresidenta del Gobierno y, ahora, presidenta del Consejo Estratégico del programa ‘Mujer e Ingeniería’ lanzado por la Real Academia de Ingeniería (RAING), entre otros cargos. Con su “todas somos pocas”, resumía un gran problema y un gran empeño, como es el programa citado que, recientemente, presentó la declaración referida al mismo.
Es un documento merece una lectura atenta porque el problema no es menor y la solución complicada que necesita el apoyo de toda la sociedad y agentes posibles. Según los datos de Eurostat que acompaña al documento, de los 18,8 millones de profesionales activos en 2017, solo el 2,9 (poco más de 1,5 millones) trabajaban en ocupaciones digitales, de los cuales solo el 16,1% eran mujeres.
Pero los datos son más graves y también afectan a los hombres. En los últimos años se ha registrado un descenso en las matriculaciones de carreras STEM de un 30%; en hombres un 26% y en mujeres un 33%. Es decir, el futuro se acerca y en España nos alejamos en el capítulo de estudios adecuados para movernos en ese tipo de sociedad que ya está aquí.
Lo que persigue el programa “Mujer e Ingeniería” es incentivar, promover, motivar e ilusionar a nuestras niñas y jóvenes para que conozcan las oportunidades que la ingeniería y los estudios STEM pueden poner a su alcance, por decirlo con sus propias palabras. En cuatro años han logrado que más de 2.500 personas se agreguen a este estupendo proyecto, que ya ha desarrollado programas específicos para dirigirse a estudiantes de secundaria para incentivar y fomentar las vocaciones STEM y que han creado un programa de mentoring para trabajar con estudiantes universitarias.
Detrás hay grandes nombres de la ciencia y la empresa española. Además de Elena Salgado y Sara Gómez, directora del programa, también ingeniera e investigadora, el Consejo Estratégico está constituido en la actualidad por mujeres de éxito académico, investigador y profesional como los son María Vallet, investigadora y en la actualidad vicepresidente de la RAIG, Nuria Oliver, Académica de la misma y gran especialista mundial en el campo de la IA y Ciencia de Datos, Isabel Pardo de Vera, Presidenta de ADIF, Ángeles Santamaría, CEO de Iberdrola España, Elena García, Investigadora del CSIC y presidenta de Marsi Bionics, entre otras.
Declaración “Mujer e Ingeniería”
Desde el convencimiento de que el talento es el mejor activo para cualquier sociedad, queremos y debemos abordar con decisión y valentía la adecuada formación de ese talento.
La Real Academia de Ingeniería con su proyecto “Mujer e Ingeniería” recuerda que uno de los retos fundamentales de nuestra sociedad es proporcionar una formación integral y equilibrada que incorpore con amplitud e intensidad suficiente las ciencias y la tecnología, y fortalecer las competencias digitales de los estudiantes de todos los géneros por igual, y en todas las etapas educativas.
Es urgente e imprescindible poner en marcha una gran alianza que impulse un cambio de paradigma en la educación y en el entorno familiar, con el objetivo claro de revertir la situación actual. Solo desde un cambio profundo en la educación podremos enfrentar los desafíos de todo tipo que representan las tecnologías y el gran potencial de desarrollo que suponen para nuestra sociedad.
En un mundo en el que la conectividad, física y digital, resulta cada vez más trascendente, no se trata solo de adquirir habilidades y conocimientos para utilizar las distintas tecnologías, sino de despertar el interés por conocer cómo funcionan y ser capaces de innovar y desarrollar nuevas tecnologías que, en buena medida, condicionarán los avances en todos los órdenes de nuestra vida. Nuestro compromiso por generar nuevas vocaciones en estas competencias nos permitirá implicarnos en la construcción del futuro.
El Proyecto “Mujer e Ingeniería” de la RAI aboga por conseguir una sociedad más igualitaria y vertebrada, donde las oportunidades de una mejor calidad de vida alcancen al mayor número de ciudadanos, En un momento en el que el desarrollo tecnológico es continuo y cada vez más rápido, es evidente que la ciencia, la tecnología y la ingeniería son vectores imprescindibles para poner al alcance de todas las personas por igual estas oportunidades.
Si no conseguimos que las generaciones jóvenes presentes y futuras, y sobre todo las mujeres, se interesen por estas materias, habrá una minoría de élite que creará la tecnología, controlará su funcionamiento y el propósito de estos nuevos descubrimientos, diseñando consecuentemente un futuro sin diversidad y, por tanto, sin la riqueza que esta aporta. Un futuro a la medida de unos pocos, pero al que tendremos que adaptarnos todos, y todas.
Desde el Consejo Estratégico “Mujer e Ingeniería” de la Real Academia de Ingeniería, apoyamos e impulsamos el Proyecto “Mujer e Ingeniería” como un referente nacional e internacional, con una clara vocación social transformadora e integradora que, en la segunda década del siglo XXI, resulta ya impostergable.