Como han podido ver todos los seguidores de innovaspain.com, hace unos días hemos estrenado una nueva sección. Bajo el nombre de “#mujeresSTEM”, pretendemos significar la importancia que tiene que crezca el número de mujeres que opten por estudios de Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas; y, significar la importancia que tiene también la labor que hacen las profesionales que un día optaron por esos estudios. Hemos querido asumir como medio de comunicación la indiscutible necesidad de llamar la atención sobre el déficit existente. Que la mitad del talento humano esté con un porcentaje tan escaso en estos estudios y las profesiones a las que pueden acceder no tiene sentido. Es un déficit que, simplemente, no debe existir.
Cuando en la Real Academia de Ingeniería (RAI) fue presentado el programa “Mujeres e Ingeniería”, la directora de tan meritorio programa, Sara Gómez, la primera mujer que dirigió una Escuela de Ingeniería, comentó una de las razones significativas del porqué de ese déficit: la percepción de que estos estudios y estas profesiones no tienen ese elemento social que valoran más las mujeres. Me sorprendió el razonamiento, pero es verdad. La educación y la opinión pública siempre ha tendido a considerar estas carreras como masculinas y desprovistas de efectos sociales.
Nada más alejado de la realidad. Los efectos sociales son el objetivo, pero eso no se ha contado mucho, entre otras cosas porque parecía que estaban muy alejados de los objetivos económicos. Gran error que ahora pagamos y que hay que solucionar. No tener en cuenta la utilidad verdadera de una obra, una máquina o el impacto sobre el medio ambiente y un largo etcétera descubre que detrás de profesiones STEM hay mucho por hacer en materia de conciencia social. En consecuencia, la visión de la mujer en este campo es necesaria.
El problema es mundial. Aquí podemos leer una entrevista con Britanny Wenger, una joven estadounidense de 23 años señalada por Google como una de las mentes más prometedoras de la actualidad, por su capacidad para organizar y ver el futuro. Hace un llamamiento para que las jóvenes hagan estudios de programación y no solo por cubrir el déficit importante que hay; es que la visión de la mujer es necesaria en la organización de la sociedad futura que estamos haciendo hoy.
En España, la incorporación de la mujer está siendo crucial para acercarnos a los hitos relevantes que siempre queremos en el mundo de las ciencias. A lo largo de estas últimas semanas hemos entrevistado a las cuatro candidatas españolas al premio de la Unión Europea de mejor investigadora. Tener cuatro de nueve finalistas es un hito y un ejemplo de la importancia de la mujer al mundo STEM del que hablamos. La potencialidad es enorme y hay que apoyarla.
Lo bueno es que detrás de nombres como los de Gemma Climent, Isabel Trillas, África González y Gemma Galdón, que han sido las cuatro finalistas al citado galardón hay muchos más. Por poner otro de los ejemplos del que nos hemos hecho en innovaspain.com, resaltar el nombre de Carmen Andrade, primera mujer que gana el Premio W.R. Whitney, considerado el “Nobel” en los temas relacionados con la corrosión de los materiales. Ella es doctora en Ciencias Químicas. Estos son logros que hay que contar. Ese es el objetivo de #mujeres STEM.