Un museo es un lugar de encuentro entre la cultura y la sociedad, entre el legado de la humanidad y las personas, ya sea arte, historia, ciencia o tecnología. El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) reúne estas dos últimas para darlas a conocer al gran público de Madrid desde su nueva sede en Alcobendas, antiguo CosmoCaixa. Se trata de un museo de titularidad estatal dependiente de la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad. El museo pertenece a la Red de Museos de Ciencia, Tecnología e Innovación, coordinada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y constituida actualmente por 24 centros de diferentes tipologías, que incluye museos de historia natural, museos de ciencia y tecnología, jardines botánicos, acuarios, centros de ciencia (interactivos) y planetarios. El objetivo de la red es optimizar los recursos humanos, de conocimiento y económicos de todos los centros vinculados a ella en la comunicación de la ciencia y la tecnología a todos los ciudadanos. Además, el MUNCYT también es miembro de la European Network of Science Centres and Museums.
Con sede también en A Coruña y el centro de Madrid, donde se situaba anteriormente, el MUNCYT actúa como referente social y punto de encuentro en materia científica y tecnológica desde la consideración de que cada ciudadano tiene un papel importante que desempeñar en esta materia. Como cualquier otro museo, MUNCYT pretende contribuir a la educación, fomento y conservación del patrimonio científico, pero donde estriba el encanto de este museo es en sus métodos interactivos, ya que el visitante forma parte de la exposición. Estas herramientas permiten la posibilidad de tener un dialogo entre las piezas que se exponen y las piezas con las que el público experimenta, como nos explica la directora del museo, Marián del Egido. Este es uno de los legados que MUNCYT recibe de la antigua sede de CosmoCaixa, elementos que fueron diseñados en los años noventa por Manuel Toharia, referente en la divulgación científica. “El ámbito educativo de todos estos módulos fue diseñado con una intención divulgativa muy clara, y con una calidad en los materiales que ha permitido que a pesar de ser antiguos hayan perdurado en el tiempo”, nos cuenta la directora del museo. Estos elementos se encuentran ahora en proceso de modernización por parte del museo, que pretende sustituir aquellos que no aportan demasiado al público o que se encuentran desfasados.
No todo en el MUNCYT de Alcobendas es legado de CosmoCaixa. El museo anteriormente situado en la calle Delicias, junto al Museo del Ferrocarril, desplazó hace casi un año su colección de exposiciones y gran parte del personal de FECYT. Además, se ha intentado cambiar el concepto del museo hacia una mayor participación alejada del “botón y mirar”, como nos comenta Marián del Egido, quien apunta que “lo que sí que hemos hecho que no tenía CosmoCaixa es establecer una relación entre el museo y la parte central de nuestra exposición”. En esa parte central se alberga la colección MUNCYT del siglo XIX de un gabinete científico, con el foco en cómo se enseñaba la física y la química hace cien más de cien años. “Esta exposición recoge la historia de la ciencia y la tecnología española, esos instrumentos científicos o herramientas de la vida cotidiana que son fruto de la innovación. Tenemos una personalidad un poco diferente, un amante de los museos clásicos no era un habitual de CosmoCaixa, y si de MUNCYT”, afirma la directora del museo.
FECYT llevaba mucho tiempo intentando que el museo tuviera una sede adecuada en Madrid que diera una importancia más ajustada a la dimensión que el museo tiene a través de la Secretaría de Estado. El 11 de diciembre de 2014 MUNCYT se trasladó oficialmente al edificio cedido por el Ayuntamiento de Alcobendas. “Las capacidades que tenemos aquí de disponer de espacios se multiplican enormemente respecto a lo que había en Delicias”, explica la directora.
El desplazarse a Alcobendas otorga a MUNCYT, además de un mayor espacio, el valor añadido de la cercanía con la Universidad Autónoma, que ofrece la colaboración de los investigadores con el museo de forma muy estrecha. El compromiso divulgativo no debe ser labor únicamente de los museos y eso la comunidad científica lo sabe, y utiliza estos centros como lugar de encuentro para concienciar a la sociedad de “la importancia de la ciencia en la vida, en el desarrollo y en la estabilidad económica”- apunta Del Egido.
Compromiso con la educación
Como museo científico y tecnológico, MUNCYT tiene un compromiso muy ligado a la educación. Por esta razón desarrolla una serie de programas y actividades a través de propuestas divulgativas elaboradas en torno a la colección del museo y, también, en relación a las diferentes disciplinas científicas y tecnológicas de exposiciones temporales que alberga el museo. El museo cuenta con aulas y espacios singulares, como el planetario o sus talleres en laboratorios, en los que desarrolla actividades destinadas a que los colegios e institutos visiten las instalaciones y los estudiantes puedan aprender participando. “Se ofrece una oferta escolar a todos los niveles, desde infantil hasta bachillerato; la asistencia de los colegios es continua”, añade la directora.
Túnel del CERN
Una de las exposiciones más importantes que alberga el Museo en su sede de Alcobendas es el simulador del acelerador de partículas de la Organización Europea para la investigación Nuclear (CERN). Este túnel interactivo se creó para ilustrar al público sobre la física de partículas y acercar a la sociedad algo tan complejo de una forma lúdica e interactiva. El simulador reproduce lo que ocurre en el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande y enérgico del mundo situado en la frontera entre Suiza y Francia. Este acelerador usa un túnel de 27 km de circunferencia para hacer chocar los protones y estudiar la física de partículas, determinar el origen de la masa o conocer la interacción de la materia en un campo de Higgs, entre otras cosas.
Mediante este túnel interactivo cualquier visitante puede jugar al fútbol con protones y ver qué ocurre cuando chocan las particular o descubrir cómo se produce la materia y cómo interactúa con el campo de Higgs. Dos juegos con los que el público puede entender que es lo que ocurre en el acelerador de partículas. El túnel consta de varios captadores de movimiento Kinect y proyectores, para recoger el movimiento de los usuarios y reproducirlo en las pantallas.
El simulador fue presentado en una feria en Alemania, y el museo solicitó su préstamo al CERN. “Nos pareció muy interesante, primero por el compromiso con la divulgación, y si uno quiere hablar de física de partículas el CERN es un referente, y además por la colaboración española en el CERN a través de la Secretaría de Estado, que es muy importante también en lo que se refiere a las aportaciones para el sostenimiento de esa magnífica instalación científica”.