El Museo del Prado utiliza radiografías e infrarrojos para analizar la obra del Bosco

Museo del Prado Bosco

El Museo de Prado quiere conmemorar el V centenario del fallecimiento del Bosco, para lo que han recopilado más de medio centenar de sus obras (algo más del 75% de su producción conservada). Hasta aquí todo normal, sino fuera porque también mostrarán a los visitantes lo que han conseguido mediante los últimos avances técnicos: cómo fue el proceso creativo de la obra y los cambios que el genial pintor realizó a través de un estudio de reflectografía infrarroja y de radiografías, concretamente en el famoso cuadro El jardín de las delicias.

Entre otros cambios, a través de los infrarrojos se podrá observar que “el dibujo subyacente fue realizado con pincel y a mano alzada sobre la preparación blanca. Muestra los trazos característicos del Bosco, como se aprecia en los rostros, cuyos rasgos se definen con apenas tres líneas para ojos y nariz”, explican, o que “el dibujo del Paraíso ha sufrido cambios importantes: Adán, Eva y Dios Padre, situados inicialmente en el medio de la escena, se desplazaron hacia abajo. Dios Padre, primero barbado y dirigiéndose a Adán, se representó luego con la apariencia de Cristo y mirando hacia el espectador”. Además, mediante las radiografías, los visitantes podrán observar cambios, rectificaciones o aspectos del paisaje “que sorprenderán”, aseguran desde el Museo.

De todos modos, no solo se podrá ver las etapas desde que comenzó el cuadro hasta que lo terminó (un proyecto tecnológico que también ha dirigido Pilar Silva, principal investigadora de este proyecto), pues el Museo, que ha realizado documentales y cómics para una mayor difusión, también quiere que los visitantes puedan apreciar todo el proceso de restauración sistemática de los originales (llevado a cabo por Fundación Iberdrola): técnicas, composiciones o significados de algunas de las obras más enigmáticas de la historia del arte.

Toda esta monografía, realizada junto con el patrocinio de BBVA, no es puramente tecnológica, pero no hay que no olvidar que este tipo de estudio todavía no se había realizado en nuestro país. Esta parte de la exposición, más detallada, se abrirá a partir del 4 de julio, poniendo fin el 11 de septiembre. Tres meses en los que cualquier podrá ver el proceso, pero sobre todo el resultado final, de uno de los pintores más aclamados del Renacimiento.

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