¿Qué es la reflectografía infrarroja? ¿Cómo saber si la pintura es natural o sintética? ¿Qué secretos guardan algunos de las obras más famosas? Y, en definitiva ¿cómo se restaura un cuadro del Museo Thyssen? Estas y otras muchas preguntas se intentan despejar en una nueva herramienta interactiva desarrollada por la institución para mostrar al mundo su taller de restauración. Aseguran que es “la primera vez” que se lleva a cabo una iniciativa de estas características desde una pinacoteca.
Esta plataforma, de un manejo bastante sencillo para el usuario común, está dirigida en realidad a todo tipo de perfiles: desde los propios restauradores hasta estudiantes de restauración, pasando por conservadores, investigadores, otros perfiles profesionales y al público general interesado en el mundo del arte.
“Nuestra finalidad es investigar y profundizar en el conocimiento de la obra para recuperar su integridad aplicando los tratamientos que permitan la pervivencia de los bienes culturales, y subsanar los daños que el paso del tiempo y el envejecimiento de los materiales han causado”, indica la información proporcionada por el Thyssen.
“Con un diseño atractivo y un manejo ágil y sencillo, el usuario puede ir descubriendo todos los aspectos del trabajo del departamento: los estudios técnicos y restauraciones realizadas, la metodología, tecnología, herramientas, las conclusiones o los descubrimientos alcanzados, etcétera”.
El ejemplo de ‘La Virgen de la Humildad’
Una de los temas más destacados en la plataforma de restauración del Thyssen es el trabajo que realizaron con ‘La Virgen de la Humildad’, de Fra Angélico. Por ejemplo, muestran a los usuarios cómo se hace una labor de este tipo o qué secretos esconde, sobre todo en el laboratorio pictórico de su taller: la radiografía, la reflectografía infrarroja, el análisis de los materiales utilizados por el pintor y una exhaustiva documentación fotográfica fueron claves para recuperar “la sutileza de las carnaciones, la delicadeza de las texturas y la atmósfera general de la pintura”.
Además, los profesionales del museo consiguieron comprobar la técnica que se utilizó para desarrollar la obra, así como la composición de los materiales, su distribución en diferentes estratos y las variaciones y rectificaciones realizadas por Fra Angélico.
Pero esto es sólo un ejemplo de tantos: la herramienta va más allá y permite al usuario conocer su taller de restauración a través de seis categorías: Restaurabits, estudios técnicos y restauraciones, historia del taller, laboratorio de materiales, visor técnico de imágenes y, por último, la gestión de visitas.
Un laboratorio por descubrir
Quizá la parte más interesante de la plataforma del Thyssen sea la que tiene que ver con la categoría ‘Laboratorio de materiales e imágenes científicas’. Por un lado, en cuanto al laboratorio de materiales se muestran desde los proyectos y estudios llevados a cabo por el taller hasta las técnicas que utilizan (y cómo funcionan).
Hay que tener en cuenta que este laboratorio no es uno más y dispone de un equipamiento analítico en el que figuran las técnicas de “microscopía óptica (OMPL), cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS), cromatografía liquida de alta precisión (HPLC), espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier (FTIR) y una cámara de envejecimiento acelerado disponible para las investigaciones de los materiales empleados en los trabajos de restauración”, se muestra la plataforma.
Del mismo modo, también explican cómo funciona y sus líneas fundamentales: así, realizan el servicio analítico protocolarizado para todas las obras en las que se inicia un proceso de restauración, la investigación material dentro del estudio técnicos de las pinturas, el estudio de la calidad de los productos empleados en la restauración y la contribución al control de los materiales y procedimientos de restauración como es la evaluación del riesgo en la limpieza de superficies pintadas.
“Y otras técnicas como la microscopía electrónica de barrido-microanálisis por dispersión de energía de rayos X y pirólisis acoplada al sistema GC-MS, se realizan por convenios con los laboratorios del Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Museo Centro de Arte Reina Sofía respectivamente”, aclaran.
Infrarrojos, radiografías, ultravioletas
Y en cuanto a la otra parte de esta categoría, la de las imágenes científicas, se puede encontrar el proceso de investigación técnico de las obras; casi siempre, a través de estudios químicos que necesitan técnicas complicadas para conocer el proceso de creación de las obras y determinar su estado de conservación.
Se ven radiografías, para conocer el estado de conservación, el proceso creativo y la técnica utilizada por los artistas, observar detalles como la huella y el grosor de la pincelada, el método de aplicación (pincel, espátula,…); o imagen visible, que engloba técnicas diversas como la fotografía con luz rasante, la macrofotografía, el sistema gigapíxel o la imagen con luz transmitida, explican desde el Thyssen.
“Y la reflectografía infrarroja -como se mencionaba al principio de la noticia-, para registrar el dibujo subyacente, detectar correcciones o alteraciones en la composición, estudiar y comparar los dibujos preparatorios con la obra final, ver posibles manipulaciones o intervenciones previas; y la imagen ultravioleta, combinada con el resto de métodos, permite evaluar el estado de la obra, así como tipos de pigmentos, colorantes e incluso soportes, en función de la respuesta que ofrecen estos materiales a la luz UV”.
En definitiva, cualquier usuario, ya sea profesional o aficionado, podrá descubrir en esta herramienta interactiva el mundo de la restauración a través del taller del Thyssen. Y, por último, recuerdan que que el área de restauración ofrece “la oportunidad de visitar su taller" a grupos docentes y especialistas del ámbito de la restauración del patrimonio artístico, más allá de la plataforma.
