El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha lanzado la reedición de una iniciativa que ya llevaron a cabo en 2012. Se trata de mostrar a los visitantes cómo restauran un cuadro de la pinacoteca, pero en vivo y en directo. En esta ocasión restaurarán una de las obras más emblemáticas de su colección permanente: ‘Joven caballero en un paisaje', de Vittore Carpaccio (h. 1505). Para ello, instalarán una habitación especial en la sala 11. El cuadro estará disponible desde esta misma semana hasta marzo de 2021 –o eso calculan–, cuando saldrá por primera vez del museo para formar parte de una exposición dedicada a su autor en la National Gallery de Washington.
En el Museo Thyssen ya llevan unas semanas preparando el estudio técnico y el análisis de materiales previos para la intervención. El objetivo: “recuperar los matices y la gama cromática original y conocer con detalle la técnica y los materiales empleados por el pintor, posibles rectificaciones llevadas a cabo por el artista y acercarnos al proceso creativo de la pintura”. De hecho, cabe destacar que la pinacoteca, junto a Endesa, ya restauró ‘Joven caballero en un paisaje’ digitalmente, en colaboración de Endesa, hace tres años –como ya contamos en Innovaspain–.
Así, los visitantes del Thyssen tendrán la oportunidad de ver la evolución de todo el proceso, “observando in situ a los restauradores y conociendo los avances y hallazgos realizados a través de un video que se irá actualizando con nuevos contenidos e imágenes conforme progrese el trabajo, en la propia sala y en nuestra web”, declaran.
Así, previamente, como explican desde el museo, "se han realizado las correspondientes fotografías infrarrojas, ultravioleta y radiografías, así como una toma de micromuestras para proceder a su análisis en el laboratorio”. Una vez analizado el cuadro, los resultados obtenidos permitirán determinar “el método más adecuado para acometer la limpieza de antiguos barnices y repintes y la consolidación de la pintura”. Es más: gracias a este tipo de análisis –menos exhaustivos y más antiguos– se descubrió en 1958 que este mismo cuadro era de Carpaccio, ya que siempre estuvo atribuido a Durero. Además, se descubrió la frase ‘Malo mori quam foedari’ (Antes morir que ser deshonrado).
Será una restauración “muy compleja”. Según el Museo Thyssen, debido a varias razones. EN primer lugar, por las vicisitudes sufridas por el cuadro, “intervenido a lo largo del tiempo en numerosas ocasiones”; en segundo lugar, por “la extraordinariamente fina capa de pintura conservada, lo que dificulta más el proceso”; por otro lado, por las características del propio cuadro, cuyo tamaño es 218 x 151,5 centímetros; y, sobre todo, “por la enorme variedad de elementos y detalles que integran muy especialmente el paisaje, con un rico colorido y multitud de animales y plantas”.
Desde el Thyssen también destacan que la restauración se llevará por áreas, además de realizar “un riguroso protocolo de seguridad para ir analizando en cada fase y en cada zona del cuadro los resultados de la intervención y la toma de decisiones para continuar con la misma”.