El Museo Thyssen y el Museo Lázaro Galdiano han organizado un evento en el que han pretendido visibilizar, concienciar y llamar la atención sobre la accesibilidad en los museos. Lo han hecho a través de la explicación sobre el proyecto europeo ARCHES, cuyo principal objetivo es hacer los museos accesibles para todos mediante una metodología de investigación participativa y el desarrollo de tecnología para facilitar la accesibilidad. Son tres sus puntos esenciales: una metodología participativa de investigación, la reutilización de los recursos digitales existentes y el desarrollo de tecnologías innovadoras.
Las coordinadoras del proyecto, Jara Díaz, del Museo Lázaro Galdiano, y Felicitas Sisini, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza han explicado que se busca “que sea relevante y abierta a personas con discapacidad y que estas tengan herramientas de investigación a su disposición, pero también persigue producir un conocimiento accesible, señalar las limitaciones que tienen las personas a causa de las actitudes sociales de su entorno, centrarse en las cuestiones relevantes y que importen a las personas con discapacidad y que ayuden a mejorar su vida y, finalmente, acceder a representar su mirada y experiencia”.
Así, se han realizado actividades para conocer la colección de cada uno de estos dos centros madrileños, se han establecido dinámicas para relacionarse con las obras de arte a través de experiencias multisensoriales y se han llevado a cabo metodologías participativas en las que los grupos han conocido las necesidades de cada uno de sus integrantes con diferentes capacidades. Según el Thyssen, actualmente se están desarrollando varios proyectos, “como un vídeo de accesibilidad para hacer más fácil la visita al museo o un registro sonoro para algunos cuadros o incluso un catálogo de textiles para poder percibir las telas de los trajes representados en los cuadros, todo ello para incentivar la experiencia multisensorial de la visita a estos museos. A pesar de constatarse que la tecnología no cubre todas las necesidades de estos colectivos, la importancia de trabajar en grupos mixtos con metodologías de investigación participativas ha sido crucial para el proyecto”.
Cabe decir estos grupos de investigación participativa se encuentran en cuatro ciudades: Londres, Madrid, Oviedo y Viena y “cada uno de ellos atiende a los intereses del grupo y a las condiciones del propio museo”. Todos los integrantes de los grupos participan en la evaluación y diseño de los recursos tecnológicos que facilitarán el acceso a las colecciones de estos museos. “El objetivo es que cada participante del proyecto gane cada vez más autonomía y liderazgo dentro de la investigación”. Para muchos de los participantes ARCHES está siendo un lugar de intercambio y de colaboración, donde el aprendizaje es continuo y como ha indicado uno de los integrantes del grupo de Madrid, que “facilitará que personas con discapacidad tengan las cosas más fáciles de lo que lo hemos tenido nosotros”.