Economía circular y Navidad se conjugan en la plataforma digital Kidalos. Este “Netflix de los juguetes” (como lo denominan en su primera nota de prensa) funciona a través suscripción. Mediante un pago mensual, se pueden adquirir estos productos infantiles y cuando el niño se canse, se devuelven para que otros puedan disfrutar con ellos. Se fomenta así en ellos la importancia de lo sostenible y lo reutilizable.
Andrea Enríquez Carrera, co-fundadora de Kidalos, prefiere hablar de “Juego Circular”. De esta manera se inculcan valores de personas que “serán la sociedad del mañana”. Junto a su hermana Vanesa, observaron las pasadas navidades “el consumo inapropiado, estacional y excesivo que se hace con los juguetes”.
Estos suelen quedar olvidados a la semana o los tres meses de ser regalados, asegura. Kidalos busca “cambiar el proceso” en el mundo de los juguetes. “En vez de comprar, usar y tirar (o dejarlos olvidados) el funcionamiento es circular pues lo reciben en casa, lo utilizan el tiempo necesario y después el juguete pasa a tener una nueva vida, para que lo disfrute otro niño. Evitamos de esta forma la monotonía, pero a la vez potenciamos un consumo más responsable”.
En un momento crucial para el futuro del planeta, esta iniciativa pretende mostrar los beneficios para las familias y para el medioambiente. Una cuestión en primer plano ya que en estos días se celebra en Glasgow la COP26 para decidir las medidas que los gobiernos a nivel mundial tomarán para atenuar la crisis climática.
“Visualizamos un futuro próximo adentrándonos también en el upcyclying (reciclado) de los juguetes que finalmente hayan quedado desechados para acabar de cerrar el círculo”.
El catálogo de Kidalos: desde artesanía hasta ‘made in Montessori’
Aunque sin concretar la cifra aproximada, sí se sabe que el catálogo que ofrece esta plataforma digital ha sido previamente validado por educadores. Según explica Enríquez, van desde los más tradicionales hasta otros STEAM “para aprender a programar” o incluso inspirados en la metodología Montessori.
Por el momento, Kidalos se aleja de lo electrónico, pero tiene una explicación. “Queremos potenciamos el aprendizaje a través del juego, pero sin pantallas”. Estos están clasificados además por edades y ofrecen una iconografía que explica los beneficios que tienen para los más pequeños.
Por otra parte, también contempla la posibilidad de desprenderse de los juguetes “en buen estado” que ya no se utilizan. A cambio, las familias pueden recibir puntos para futuras suscripciones. También destacan que los programas de benefits para trabajadores con hijos que ofrecen, gracias a la colaboración con escuelas afines y grandes multinacionales.
Las fundadoras de Kidalos también buscan impulsar las donaciones propias “de juguetes circulares”. Una idea que tendría como destinatarias a organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan con niños. “Intentando que nuestros beneficios (el efecto sorpresa e ilusión durante todo el año) lleguen también a estos”, precisa Enríquez.
Adelanta a Innovaspain que se está ultimando una campaña en este sentido. De tal manera que vaya acorde con el leitmotiv de la startup: aprender a compartir y cuidar los juguetes practicando el desapego.
No obstante, hay juguetes para toda la vida, y las hermanas Enríquez son conscientes de ello. Así que si ese juguete que ha llegado por Navidad se convierte en el amigo del alma del niño, sí, se puede comprar en Kidalos. “Siempre a un precio de venta mucho inferior que el precio del mercado”, finaliza.