Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Natalia Bayona: “Es necesario motivar a las empresas turísticas a innovar”

La directora de Innovación, Educación e Inversión de la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha reivindicado en Fitur el importante papel de la innovación para consolidar la recuperación del sector
natalia bayona
Natalia Bayona, directora de Innovación, Educación e Inversión de la Organización Mundial del Turismo (OMT), durante su intervención en Fitur. (Imagen: Innovaspain)

«El turismo ha madurado». De todas las reflexiones de Natalia Bayona, directora de Innovación, Educación e Inversión de la Organización Mundial del Turismo (OMT), durante su ponencia en Fitur, esta es probablemente la que mejor resume el estado de un sector que lleva casi tres años nadando en aguas turbulentas. El turismo parecía haber forjado su personalidad hasta finales de 2019. Pero ni de lejos estaba ante su última evolución. Como ese joven que se piensa adulto, la pandemia fue (y sigue siendo) el punto de inflexión necesario para darse de bruces con una realidad: el sector necesita innovar.

En cifras generales manejadas por la OMT, el sector cayó un 74% durante lo peor de la pandemia (2020-2021). Hoy ya celebra cifras superiores a 2019. Pero «el pasado no es tan pasado», ha avisado Bayona, que descarta por el momento descorchar el champán. Aunque sí ha avanzado un dato importante: la inversión en innovación ha sido el único indicativo que se ha mantenido en positivo desde la aparición del COVID-19.

«Es necesario motivar a las empresas turísticas a innovar», ha asegurado Natalia Bayona en una frase que en absoluto es de esas hechas. De hecho, ciertas paradojas se han apoderado del contexto actual. Por ejemplo, exceptuando Amadeus, el importante proveedor español tecnológico para la industria global de viajes y turismo, las empresas que más invierten en mejorar el turismo no están ligadas al sector. Google, Amazon, Mastercard, Telefónica… ¿Le suenan? Todas ellas son las que más dinero destinan a innovar en turismo a través de sus diferentes programas de emprendimiento y su apuesta por las startups tecnológicas.

Otra curiosidad. Europa lidera el turismo mundial (585 millones de llegadas en 2022), pero no sus empresas. Seguro que también adivina el país que lo lidera: Estados Unidos. Los otros cuatro quizá sean algo más complicados de intuir, especialmente por sus diferentes situaciones geopolíticas. Reino Unido (pese al Brexit), Taiwán (en conflicto abierto con China), India (el gigante silencioso) y Emiratos Árabes Unidos (de dudoso savoir faire en materia de derechos humanos).

Lo que no genera duda es que el sector se ha recuperado por una cuestión básica como es el fin de las restricciones. «Queda el enorme reto de mejorarlo», ha señalado Bayona. Actualmente, según la ONU, el 59% de la tecnología inventada para el turismo se emplea en la movilidad. «Si solo nos centramos en eso fracasaremos. El turismo es mucho más que coger un avión y desplazarse», ha recordado Bayona, que apuesta por fortalecer la inversión en tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad aumentada, el blockchain, las energías limpias e incluso potenciar las tecnologías sanitarias.

Por el momento, movilidad, hostelería y hoteles son los favoritos de la clase para los inversores y los emprendedores, probablemente porque lo vean como un valor seguro. Para Natalia Bayona, seguir en esta línea sería persistir en un error que, entre otras cosas, hace que tan solo el 1,2% de las startups turísticas lleguen a ser unicornios –aquellas que alcanzan una valoración de 1.000 millones de dólares sin tener presencia en Bolsa–.

«Para generar dinero primero hay que tener ideas. El mundo académico tiene mucho que decir en este aspecto», ha afirmado la representante de la OMT, que destaca la labor de instituciones como The Spark: Academic Innovation Hub, perteneciente a la Universidad Estatal de Washington, o el NYU Innovation Hub, instalado en Nueva York.

No es de extrañar, sin embargo, que el sector se haya mantenido un poco al margen de la innovación hasta que el coronavirus hizo ver las orejas al lobo. La propia ONU, organismo que rige a la OMT, no tenía departamento de innovación hasta 2018. Ha pasado tan solo un lustro y seguramente tenga que pasar otro para palpar los resultados de la apuesta por el I+D+i de un sector que ha vivido siempre de la propia esencia de las ciudades: su clima, su gastronomía, su arquitectura, su cultura, su deporte, sus gentes… ¿Pero es suficiente? La OMT prevé que la recuperación continúe en 2023 y que los viajes se sitúen entre el 80% y el 95% de los niveles prepandémicos. «Pero no será una recuperación plena si no nos adelantamos a las necesidades del turista con nuevas soluciones y una evolución constante», ha avisado Natalia Bayona.